Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)

Capítulo 14

La reina Leonora.

Grace produjo un silvido con los dedos en la boca haciendo que un animal gigante apareciera volando de la nada.

Me quedé mirando ese águila tigre como movían las alas suavemente mientras aterrizaba. Era una especie totalmente distinta, no estaba tan mezclados como los demás. Era un tigre dos veces mas grande con cuernos de una cabra y alas de un águila o halcón. Su color era el del un tigre normal incluyendo las rayas que quedaban por todas las partes de sus extremidades.

Grace. — Vamos montaros, está adiestrado desde pequeño no os preocupéis.— declara mientras se sube al animal de un salto.

Whill.— Sí. —responde haciéndole caso enseguida.

Me puse en marcha y me acerqué al animal tragando el nudo que tenía en la garganta. A cada paso que daba me acordé enseguida de algo importante.

— ¡Nos hemos olvidado de Smith! — digo parandome a dos metros de ellos.

Whill.— Venga subete, el sabe donde se encuentra el castillo.

Se me quedaron mirando y las dudas que tenía me hizo cambiar de opinión.— Tenéis razón. Me acerqué mientras el animal apoyaba su ala derecha en el suelo para poder impulsarme.

Grace.—¡Agarraros fuerte! — coloca las manos en el pelaje de su cabeza.  —¡Vamos Huracán!

El tigre extraño empezo a agitar sus alas fuertemente impulsandonos hacia los cielos rápidamente.

Es maravilloso, no paro de sonreír pero es que este mundo es digno para vivir. Todas esas flores y árboles enormes se me quedan pequeñas desde donde estoy. El castillo es realmente enorme, desde lejos parecía que iba aser grande, y lo es más de lo que me esperaba.

—Oye Grace, ¿Como sabes mi nombre?

Todos los de este mundo sabe perfectamente quienes son los de la familia Harrison y Morgan.— me contesta mirando para atrás.— Tu padre Piter estuvo con nosotros durante muchisimo tiempo, era un honor haberle conocido.

Así que mi padre siempre a protegido a este mundo. Por lo menos me quedo mas tranquila al saber que lo hizo por un bien. También me anima el saber más cosas sobre él, ya que solo tengo pocos recuerdos y no se como es en realidad.

— ¿Podrías decirme como era?, ¿Que hacía?, ¿Era un buen hombre? ¿ Es..

Whill.— ¡¡Callate!! Disculpas duquesa, tiene muy malos modales y demasiada curiosidad.— dice con el ceño fruncido.

Grace.— Jajaja, no pasa nada de verdad. — responde enseguida.— Lo siento Johana pero quien pasaba mas tiempo con tu padre es la Reina Leonora, y vas a tener el privilegio de conocerla en persona.

Genial, ahora tengo mas curiosidad aún. Pero ahora que puedo voy a quitarme otro peso de encima.— Grace, eso de los elementos.. ¿ Allí hay otros elementos aparte de luz, fuego y tierra?

—Sí, existe siete elementos, seis de ellos están en el castillo, que por cierto, estamos ya.

Me dejo con la duda de esos elementos, pero ya iba a accerder al castillo y podría preguntarle a la reina.

Traspasamos una gran muralla de piedra oscura, había un gran césped por todo el alrededor del castillo. muchisimas casas quedaban dentro de esta y personas con trajes de distintos colores. El tigre empezó a agitar las alas lentamente produciendo que descendieramos rápidamente. Grace saltó al suelo unos segundos antes de tocar tierra.

Whill.— Adiós Johana, que tengas suerte en todos tus viajes. Espero que seas capaz de manejar tus poderes y que acabes con esa malvada arpía. Se que eres fuerte; para eso, y para más.

—¿Que?— Digo muy extrañada bajandome del animal.

Whill.— Que me voy. Mi viaje termina aquí. Debo regresar para prepararme.

Que raro, me siento mal. Creo que le he empezado a cogerle cariño al imbécil este. Encima que ha sido muy borde, pero a valido la pena tener la  aventura que hemos tenido.—Esta bien Whill, ¿nos veremos?

—Por supuesto.— afirma mirandome con orgullo.— Duquesa ¿podrías?..

—Sí. Huracán, dirígete al portal del otro mundo más cercano.

—¡Adiós! — grito mientras veo como se marcha velozmente.

Me recorrían nervios por todo el cuerpo. Estaba sudando y me temblaba cada extremo produciendo que mi boca se secara enseguida. No se el porqué, creo que es debido a la ''seguridad'' que me transmitía por ser serio.

Grace.—Vamos entremos. — toma mi mano y me sonrie con dulzura.— No te preocupes por él, sabe apañarsela solas.

Caminabamos y mis ojos se movían de un lado a otro observando a las otras personas. Había de toda clase de chicos y chicas, desde bebes hasta ancianos. Sus trajes eran de cinco tipos de colores, azul, marrón, verde, rojo y plateado. Tenían símbolos triangulares situados en el pecho izquierdo, pero de distintos signos; los azules tenían en medio una gota de agua, los verdes una flor, los marrones una roca, los rojos un fuego y los plateado con unas rayas simbolizando el aire.

Mientras nos acercabamos al castillo enorme me quedé fijamente observandolo. Hecho de piedras como los de disney pero un poco más rudo. Terminaban en un pico triangular de color rojo. Unas grandes ventanas quedaban por toda la zona en lo alto, con cristales que reflejaban la luz del sol fuertemente.

Volví a mirar a la duquesa y me dispuse hacerle una pregunta más. tenía que saberlo.— Grace, los trajes significan los distintos tipos de elementos verdad?

—Así es.— expresó con gratitud.

—Entonces son; agua,aire,tierra, fuego y... ¿planta? —pronuncio insólita con la ceja levantada.— ¿No eran seis? ,¿ Y tierra y planta  no es lo mismo?

—Si que eres curiosa.— dice con voz alegre.— Sí son seis, el que te queda es el mismo que tu tienes, el de luz. Llevan un traje blanco, pero hay pocas personas. Y no es lo mismo, tierra pertenece a todo tipo de rocas, como bien dice el nombre. No está sincronizado con ls naturaleza de las plantas.

Nos paramos en la gran entrada del castillo. Dos soldados se inclinaron ante la duquesa y abrieron las puertas. Era espectacular, un gran pasillo con una puerta roja quedaba a lo largo debajo de una terracita, donde se podía subir por las dos escaleras, situadas a la izquierda y ala derecha de la gigantesca habitación. En el centro había un calendabro gigante colgando del techo. Cuadros y decoración le daban el aspecto de un castillo de cuento.

Grace.— Bien, cualquier cosa que necesites no dudes en preguntarme.— declara parandose en la puerta.—Bien, entra.