Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)

Capítulo 28

Cambio de planes.

Estaba aturdida, pero logré ponerme de pie antes del ataque imprevisto. Volví a formar la barrera circular e intente con la otra mano formar una barrera reflectora para potenciar la defensa. No me dio tiempo ni a sacudirme de la arena.

Grace formó un círculo de llamas enorme sin salida, rodeandome por esas intensas llamaradas cubriendo el campo entero.

La gente gritaba aún más alto al ver como lo único que me quedaba era mantenerme cubierta aún sabiendo que no duraría mucho. Pare un momento de protegerme y
Con una mano empecé a concentrar energía y la lancé en forma de rayo hacía arriba, creando una corriente de aire para apartar las llamas abrasadora.

Empecé a crear cuatro Leones grandes que salían de los rayos de luz provocado por el mismo sol. Aquello era tremendamente increíble, los leones parecía tener vida propia. Sabían dónde tenían que atacar por si solos, lanzando bolas de energía a Grace.

Ella se cubrió de nuevo entre su llama y empezó a crear seis fénix salidos del mismísimo fuego que desprendía de su cuerpo.

- No está nada mal, Johana. - Pronuncia Grace desconcertada. - Pero creo que aquí se termina. Sonríe.

Eso habrá que verlo. - Contesto devolviendo la sonrisa.

Los fénix acabaron con los leones en cuestión de segundos, acabaron con ellos con el simple fuego que emergía de sus picos. Empezaron a volar hacia mí produciendo de nuevo lo que acabo con mis figuras creada por la luz.

¡Tengo que erradicar este problema ya! ¡Piensa Johana! ¡Piensa! Si tan solo pudiera... ¡Ya se!

Forme un círculo de luz y Levante las manos rápidamente.
Are lo que hice en el laberinto. No se como lo hice ni porqué, pero tengo que intentarlo.
Empecé a brillar hasta el punto de salir una onda hacia el cielo con una potencia mayor a la anterior, los pájaros y las llamas empezaron a desvanecerse convirtiéndose en cenizas esparcidas por el campo de batalla quedando sin protección.

Señale hacia ella invirtiendo la dirección. En el momento, ella formo una barrera pero se desvaneció en el instante, apartándose de un salto momentos antes de golpearle.
Una parte del público salió a correr al ver que, o se apartaban, o no contarían con ello. Destruyendo una gran parte de las gradas dejando un enorme orificio agrietado.

Suena los tambores.
- ¡Paren la batalla! - Se escucha a través de una trompeta.

Se queda todo el mundo callado.

- ¡Enhorabuena futura Reina, has pasado al último combate!

Se escucha algo a través de la trompeta.
-¡ Mejor que luche mañana! ¡Nos va a destruir la Arena!

- ¡Es mejor que la destruya hoy que arreglarla y esperar a mañana!

¡Si claro, por qué no! ¡Es una completa desastre!

Nos miramos Grace y yo con cara de extrañada. -Empezamos a reír fuertemente.

La gente empezaba a aludir de nuevo todo lo que había sucedido hoy, pero lo peor, estaba por llegar.

- Bueno cariño, ¡Buena suerte! - Me guiña un ojo mientras se marcha a las gradas.

- ¡Gracias pero... ¿Es necesario hoy? - Pregunto refiriéndome a la lucha.

- ¡Se que lo harás! - Pronuncia segura mientras se alejaba más y más.

Eso no es lo que me refería, ¡Ay dios mío! Estoy debilitada.

- Bien estimados del pueblo, ha sido una lucha con memorable, con una alta calificación así que se ha decidido, que lucharás hoy con el ultimo contrincante , ¿Estás preparada?

Vaya, No sabía que habían elegido eso, llamándome desastre y todo. Encima que no es mí culpa y que solo estamos perdiendo el tiempo.
- ¡Sí! - Grito feliz falsamente.

Suena los tambores.
- Bien, que pase...

¡Un momento! - Se escucha un grito desde la entrada de la Arena.

Me giré y Vi a Whill desplomándose en el suelo con manchas de sangre. soltando de lo que se sostenía,  un palo.

Me quedé impactada. Las imágenes que veían en frente de mí me sacudió con una gran ventisca. Me quedé helada antes la situación, cuando de repente, Arminia y Grace empezaron a correr mientras el público cuchicheaban entre murmullos lo que veían.
Empecé a gritar su nombre corriendo hacia él, que a pesar de todo, sin su ayuda, no hubiera llegado tan lejos. Quien a pesar de ser días los que he pasado juntos, son como si fueran años...

¡Whill está bien! - Grito desesperada.

- ¡Espera, espera! Déjame. - Grita Arminia. - ¡ Ayudenme porfavor! Necesito trasladarla a una casa y unas par de plantas medicinales que se encuentran en el bosque.

- ¿Puedes curarle verdad? - Pregunto con las lágrimas apunto de caer.

Empezaron a ayudarle y se lo llevaron inmediatamente.

Llego la calma. El silencio era lo único que había desde que terminó de curarle las heridas. Estábamos en una habitación, Arminia, Haize, Grace, Halen y yo. Quedó inconsciente durante cinco horas, hasta que despertó.

-¡Johan! - Intenta gritar pero tose.

Me acerco poniendo mis manos sobre sus pequeñas manos.- Dime whill... ¿Que ha ocurrido?

Le costaba respirar. Arminia logra curar las heridas que no son tan graves, pero el dolor permanece hasta en un par de días.
- Prime...ro se llevaron a Whill... - Tose de nuevo. - Whilliana.

- ¡Oh no! ¡Es horrible!- Expresa Grace preocupada.

- ¡¿Quienes?!- Pregunto cabreada. - ¿Quien os ha hecho eso...

Se arrastra hasta apoyarse en la pared.

- Ten cuidado, aunque el efecto surja no deberías moverte hasta recuperarte.- Dice Halen preocupado.

- Es cierto. - Recalca Arminia.

- Fueron los vasallos de las tinieblas, invadieron nuestras ciénagas, destruyendo hasta la más mínima luz de esperanza... - Tose de nuevo.- Por lo que se... El rey falleció y se llevaron a Whilliana. Los demás se han escondido en los pantanos del Este junto con Whillshy, el hijo de Whillking.

- ¿Sabes a dónde se la llevaron? - Pregunta Grace con curiosidad.

- No. Lo único que sé, es que se llevaron a la mayoría en una especie de rejas defensivas.

Les miro a todos. - Cambio de planes. - Me levanto indignada. - ¡Pagaran por lo que han hecho!

- No podemos arriesgarnos Jo... - interrumpo a Grace.

- ¡Me da igual que sea o lo que no sea! Estamos perdiendo el tiempo de una manera indispen...

- ¡Cállate! - Grita Whill entre suspiros cortantes. - No seas tonta y termina lo que acabas de empezar.

Entra la Reina Leonora acompañado de la sirvienta y dos guardias. - Chicos...-alza la voz. ¡Tenéis que partir hoy suspendiendo la última batalla!