capítulo 35

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Cumbre de Alces.

El viento Soplaba con muchísima fuerza. Tanta, que la arena y lo que quedaba de las casas se desplazaban como una hoja de papel al viento. Hice una barrera para protegernos y poder ver con claridad quién era el responsable de esta catástrofe.

- ¿Que hacemos? - Pregunta Halen mirando hacia arriba. - No sabemos si es nuestro aliado o nuestro enemigo.

- Es cierto. - Afirma Arminia intentado ver quien era. - ¡Joder! ¡Está muy arriba no puedo ver como es!

- Se que Mark y Manson nos hace pensar que podría ser nuestro enemigo. Pero se muy bien que si nos ha protegido es por que no esta de parte de ellos.

Deja de fluir el viento en un momento.
- Y así es. - Se escucha una voz de mujer detrás nuestra.

Nos giramos a la vez. Me sorprendí al ver a una mujer bellísima con una espada y una armadura gris que le cubría el pecho y las piernas, dejando al descubierto la barriga. También poseía una areola dorada colocada en la cabeza.Su cabello era extremadamente largo, Los rizos parecían de nieve, lucían perfectos acompañados de sus ojos verde bosque y su color pálido de la piel.

Se acerca produciendo un ruido por la armadura.
- He visto tu luz desde las Cumbres de Alces. Supuse que la profecía era cierta, y he venido a ver que ocurría.-Pronuncia seria. - Supongo que sabréis quién soy.

Mi mirada en ella solo me producía alegría. Pensaba que todo se había ido por la borda, pero el rayo de luz ha vuelto a despertar mis esperanzas.
- Sí.- Contesto deshaciendo la barrera. - An...

- Antares. - Responde Mark dando unos pasos estableciendo una presión. - Vente con nosotros. Tenemos cosas de las que hablar.

- ¡No! - Grita Grace poniéndose de pie. - ¡Ellos son los responsables de que las tinieblas destruyan este mundo!

- No te muevas. - Dice Halen. - Tienes que descansar.

Le mira con mirada asesina.
- No se diga más.

Se le acercó varios metros en un silencio vacío, resonando el aire que desprendía en un frío culminante y húmedo, dejando congelada las huellas que desprendía sus pisadas. Volví a crear la barrera porque sabía que lo que se avecinaba no iba a hacer una simple pelea de un golpe.

- ¿Que vas a hacer? - Pregunta Mark atento. - No eres la más fuerte de los cinco elementos.

De repente, un viento empezó a empujarle con mucha fuerza haciéndole retroceder. Él se cubría con sus brazos mientras era arrastrado por el viento que le acechaba encima.

- ¿Eso piensas? - Se ríe. - No harán falta ni dos minutos.

- ¡No eres más poderosa! - Grita Mark haciendo llover las gigantescas gotas.

Intentó cubrirse con su barrera, pero el viento era tan fuerte que no dejaba al agua fluir, ni siquiera las gigantescas gotas llegaban al suelo sin antes desprenderse. Antares se elevó en el aire, y con una sola mano creo una corriente inmensa que arrasó por completo con todo lo que quedaba del lugar. Él salió volando con el resto de la ciudad en dirección al Reino de las brujas.

Empieza a fluir una brisa suave.
- No ha durado ni treinta segundos. - Se dirige a nosotros.

Solo veía a una guerrera con una fuerza superior a la mía. De hecho, si había podido con Mark significaba que el elemento de aire es él más poderoso de entre los cinco.
Cierro la barrera.
- Gracias por ayudarnos. - Expreso agradecida. - No sabría que hubiera ocurrido sin no hubieras venido.

- Un placer. - Responde mirando a su alrededor. - Toda nuestra antigüedad ha desaparecido sin dejar rastro.

- ¿Antigüedad? - Pregunta Grace. -¿No vivís aquí?

- No. - Contesta preocupada. - Hace más de treinta décadas que nos trasladamos a la Cumbre de Alces. Aquellas montañas de nieve del horizonte. - Dice señalando.

- ¿Desde allí se ha visto la luz? - Pregunto asombrada.

- Así es. - Afirma acercándose a mí. - ¿No eres muy pequeña para ser la futura reina?

Se quedan todos mirando a ver que le contestaba.

- Pues si, soy bastante joven. - Sonrío nerviosa.- De hecho no creo que vaya a reinar después de salvar a éste mundo.

- Eso no es una elección. - Anuncia seria. - Solo nace una pura para reinar este mundo. Hasta que tu reinado no acabe no podrás marcharte de este maravilloso lugar, quieras o no quieras.

- Eso lo decidiremos más tarde. - Expreso vulgarmente. - ¿ Y Lewis?

- Esta en esa pequeña colina, voy a por él. - Contesta Halen dirigiéndose al sitio.

Se va Arminia al lugar donde se encontraba el de su elemento puro.
- ¡Chicos! ¡Manson no está aquí!

- ¿Como? - Pregunto alterada dejando se lado a Antares.

- Seguramente haya sido arrastrado con mi viento, no os preocupéis. - Dice orgullosa.

Se acerca Halen llevando encima a Lewis que seguía inconsciente.
- Vámonos al Reino de leonora Antares, tienes que hablar con ella y saber lo que realmente sucede.

- Entendido. - Mira al horizonte y pega un silbido. - Esta Ave es una de la más rápidas. Tened cuidado ya que es una especie muy salvaje que gobierna los cielos más altos.

- ¿Y qué hay de ti? - Pregunta Grace volviéndose a levantar.

Se acerca Arminia al pendiente de la conversación.
- Saben volar. ¿ No te acuerdas?

Se pone la mano en la cara.
- Sí es verdad, déjalo.

Nos reímos.
- Oye Antares, no sabía que eras una chica bastante joven, pero lo que más me sorprende es que puedas congelar con tu viento, ¿ Como lo haces? - Expreso extrañada.

- ¿No sabían que nuestro elemento es el más poderoso de los cinco? - se extraña aún más.

- Por lo que al respecta en el Reino de Leonora el elemento que simboliza el aire está en el tercero. - Contesta Halen.

- Será porque los candidatos no han vivido en nuestro pueblo. Hemos convivido con el viento desde siempre. El aire simboliza el arte que permanece en la estancia entre el cielo y el mar. En como arrastra la marea hacia la orilla, en como divide las nubes del cielo y en como el viento surge de la nada para deslizar las hojas de los árboles. - Le responde con sabiduría. - El aire es capaz de arrastrar las rocas, de arrancar árboles, de apagar el fuego y de desvanecer el agua. No se como no han podido darse cuenta.

Me fascinaba la capacidad del dominio completo del aire que poseía. En como sabía de qué se trataba su elemento y controlarlo sin más.

- Ahora tiene sentido. - Empieza a reírse Grace.

Se escucha el sonido de unas alas en movimiento.
- Aquí está. - Se gira señalando a lo que parecía un Búho del color blanco enorme.

- ¡¿Que?! - Me altero. - ¡Es... es... enorme!

Se posó desprendiendo una brisa duradera. Medía más de diez metros de altura, con unos ojos que parecía haber una galaxia en ellos brillando en la oscuridad del espacio.

- ¡Vamos! - Anuncia Halen cogiendo en brazos a Grace hasta soltarla en el animal.

Me montó junto a Arminia mientras que Halen carga a Lewis para traerlo.

En mi cabeza solo había un pensamiento claro. Quería saber dónde se encuentra los Harrison para encontrar a mi padre antes de iniciar la guerra. Nos montamos y el búho empezó a batir las alas ascendiendo hacia arriba, mientras que Antares nos acompañaba volando gracias a una gran corriente que la mantenía elevada. Arminia empezó a curar a Lewis con sus plantas medicinales.

- Bien, vamos primero a la Cumbre de Alces. - Comenta seria. - Tengo que avisar a mi reino.

- Entendido. - responde Halen mirando a Grace preocupado.

Me mira Antares.
- Por cierto, gracias a al aire puedo atraer el viento frío que queda en la última capa de la atmósfera, o simplemente atrayendo las brisas de los polos.

- Vaya, es fantástico. - anuncio sorprendida.

Se despierta Lewis.
- ¿Que ha pasado?



Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora