capítulo 30

17 3 0
                                    

Reino de la bruja Altaira.

Me Desperté tapada de hojas gigantes cubriéndome de los pies al cuello. Era casi de noche, el sol ya solo cubría con sus rayos de luz el bosque verde que quedaba a lo lejos. Mire hacia los lados para saber dónde se encontraban, y los vi sentados alrededor de un fuego y algo de comida.

Me acordé inmediatamente de lo sucedido y fui directa hacia ellos.

Me miran mientras me acerco.
- Perdónenme, por mi culpa hemos caído... - expreso triste. - Si no hubiera llamado a aquellos bichos tan adorables yo...

- No pasa nada Johana. - Solo es un incidente, no tienes porque preocuparte. Al fin y al cabo no conoces casi nada de este mundo. -Dice Halen levantándose.

Se levanta Arminia. - No pasa nada. - Me da un abrazo.

- Claro como vosotros no os habéis caído no os podéis quejar. - Se ríe Grace.

Empezamos a reír.
- Bien, Lewis. ¿ Sabes dónde nos encontramos? - Pregunta esperando su respuesta.

La mira.
- El el Reino de las brujas. - Anuncia neutro.

- ¡¿Qué?! - Grito sorprendida. - ¿Aquí también hay brujas? ¿ Como son? - Me hecho las manos a la cabeza.

Yo ya imaginaba unas ancianas de color verde, con su gato negro y su barita mágica.

- ¿ Como son en tu mundo? - Pregunta Halen interesado.

Le mira Grace con cara de enfado.
- ¡Bueno ya está bien! Lo que tenemos que pensar es evitarlas a toda costa. Ventisca esta herida, así que hasta un par de días no se recuperará. Mientras, cruzamos el Reino de Altaira, y el Reino de Drac. - Pronuncia Con fuerza. - Intentad que no os vea para no tener problemas, ¿Entendido?

Me siento al lado de Grace.
- ¡Y que ocurre con esos reinos? - Pregunto emocionada.

Me mira extrañada. - No se como serán en tu mundo, pero desde luego que no son para nada igual.

Me quedo callada.

Me ha arrancado la ilusión de golpe. Aunque aún tengo curiosidad por saber cómo son.

- Perdón si he dicho algo que te haya molestado. -Me coge de la mano mirándome.

-  no te preocupes. - Sonrío.

- Ah, lo que tenía que decir. - Se levanta dispuesta. - Hay que tener cuidado en el reino de Drac. - Si nos encontramos con él... podríamos acabar mal. En cuanto si nos viera Altaira podríamos tener consecuencias, pero podríamos salir más o menos bien.

- Más o menos bien? - Pregunto asustada.

Se ríe Arminia a carcajadas.

Se acerca Halen a mi lado.
- Es por eso, mejor pasar desapercibido. - Anuncia haciéndome levantar.

No se porque Whill no me contó nada sobre esto. Pobre cito espero que se recupere pronto y pueda volver a la batalla.

Se levanta Lewis y empieza a caminar.
- Vamos, no hay tiempo que perder. - produce un gesto con la mano para que avancemos.

Nos miramos Halen, Grace, Arminia y yo sorprendidos.

Esta bien, en marcha. - Dice Grace siguiendo el camino de Lewis.

Empezó a oscurecerse. Los robles de los árboles eran oscuros, tanto, que eran difíciles de ver con el simple reflejo de las dos lunas. La maleza me llegaba por la cintura, y era imposible ver por donde estábamos pisando. De pronto, luces como luciérnagas de color naranja empezaron a aparecer de todos sitios. Eran preciosas, lo único bonito que pude presenciar en ese lugar. El olor acompañaba a la libertad, era una sensación conmovedora que me producía alivio y paz. Me sentía contenta.

- ¡Agacharos! - Pronuncia Halen en voz baja.

Me tumbe directamente ocultándome entre la maleza. Escuche unas risas que procedían a acercarse. Me puse nerviosa, el corazón iba salir por patas y me iba a dejar en aquel lugar.

Risas.
- ¿¡Entonces viste aquel Iletrado cayéndose por el precipicio!?
Más risas.
- ¡Sí! - Se ríe. Lo peor fue...

Se asoma Lewis.
- Ya podéis levantaros.

Me levanto rápido para ver cómo son.

Iban volando en una escoba con una lámpara colgada del extremo. No se veía casi nada, estaban bastante lejos. El color de su ropa era negra, con el típico gorro alargado, aunque no tanto.

¡Lo sabía! Solo quedar averiguar la varita mágica y el gato negro!

Empezamos a avanzar. A medida que caminábamos se escuchaban voces y se veía zonas con luces. Parecía ser como una especie de pueblo.
- ¿Vamos a ir a su pueblo? - Pregunto corrompida.

- Por supuesto que sí. - Contesta Arminia mirando atenta para todas las direcciones.

Doy dos pasos hacia delante.
- Pero... ¿ Entonces dónde está lo de pasar desapercibidos? - Expreso indiferente.

Se apoya Grace en mi hombro.
- Vamos a quitarle las ropa y a vestirnos igual que ellos. - Pronuncia normal como si nada.

Me quedo quieta.
-Ah... - Pronuncio insegura.

Llegamos a una gran Aldea con casas y restaurantes, con un enorme castillo lleno de enredaderas que cubría las paredes de piedra haciendo casi imposible verla. Había brujas y brujos  tomando cerveza mientras se reían, otros se paseaban acompañados de niños de todas las edades por los callejones. Todo estaba recreado como en la época medieval,era alucinante. Parecía haber retrocedido muchidimos años atrás.
Las brujas eran iguales a los humanos. Ni piel Verde,  ni arrugas, ni nariz puntiaguda. No se podía diferenciar en ningún sentido.
Dimos con la primera casa y cogimos la ropa de un palo colgado situado más  cerca del bosque.

- ¿ Por qué nadie me dijo que también había brujos? - Termino de vestirme detrás del árbol.

Me voy acercando.
- Pues porqué no podemos entretenernos con nada. - Responde Grace pensativa.

- Yo solo se una cosa. - Sale Arminia entre las malezas. - Que como nos pillen no quisiera saber el resultado.

- Tranquila. - Pronuncia Grace sin mirarla. - No ocurrirá nada.

- ¡Pues bien! Salgamos. - Enuncia Halen motivado.

Espero que esto no sea otra locura. Con solo saber que son brujos me imagino que harán todo tipo de hechizos... quien sabe lo que son capaz de hacer. Una cosa son poderes naturales, pero Magia y conjuros... está a otro nivel.

Nos adentramos en las calles de la Aldea. Mientras caminábamos observaba a todos los brujos para fijarme en cualquier cosa distinta, y descubrí que todos tenían el color de los ojos rojizos. Mientras caminábamos veía a brujas volando en sus escobas de un lado a otro, saliendo del pueblo y otras regresando. A través de una ventana observe a una bruja con un cuenco enorme de donde salía humo de color violeta.

Que guay... esta realizando hechizos seguramente con piezas difíciles de conseguir. Ojalá pudiera...

De repente mire hacia delante y me encontré a la bruja que estaba en la casa.
- Jovencita tú...

Me puse atacada. No un nudo, si no tres... En su mirada veía que algo bueno no iba a suceder.

- Lo siento pero tengo que irme. - Contesto rápidamente pasando por su lado.

Aparece delante de nosotros.
- ¡Escuchadme todos! - Estos individuos no pertenecen a esta Aldea. - Grita llamando la atención de todos. - ¡Son del Reino de Drac!

El mundo acaba de derrumbarse. No puedo creerme que no hayamos durado ni cinco segundos... ¡me pregunto como lo habrá sabido esa maldita bruja!

Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora