Pueblo antiguo de Helorus
Llegamos a las Cumbre de Alces que estaban cubierta por la nieve más Blanca y pura que había visto en mi vida. En lo más alto permanecía el reino con un enorme castillo al estilo griego y muchas casas a su alrededor, algunas estaban dentro de las rocas de las montañas y otras simplemente en el suelo.
- ¡Que preciosidad! - Comentaba Arminia terminando de curar a Lewis.
- ¡Es... Es increíble! - Pronuncia Halen tartamudeando de lo sorprendido.
Grace simplemente Observaba el lugar con una sonrisa que reflejaba alegría, pero al mismo tiempo parecía estar preocupada por algo.
Al bajar muchas personas se acercaban volando y otras corrían rápido hacia nosotros.
-Abrid las compuertas. - Ordenó Antares sin tiempo que perder. - Pueblo de Alces, id a la sala principal del castillo, menos madres y niños.Todo el mundo entraron rápidamente mientras que nosotros manteníamos un silencio profundo. Estaba nerviosa por lo de Lewis, dejarte con la intriga es lo peor que te puede pasar.
Entrabamos a la sala principal donde había nubes en el techo. Era muy parecido a una iglesia pero enorme, con pinturas de cielos y mares y un gran trono en el centro, colocado en lo alto de color carmín.Se sentó la Reina y de acto seguido nos sentamos todos.
- Ya sabéis todos la llegada de la profecía. Johana. - Empiezan a aplaudir todos muy alto.Me pongo de pie saludando muy nerviosa con una sonrisa que daba miedo y me vuelvo a sentar.
- Ella será la que gobierne los reinos por encima de todo. Ella será quién luche por salvar a este maravilloso mundo de las tinieblas. Ella será la que traerá la luz hacia nuestros caminos. - Afirmaba con fuerza. - No le queda tiempo a nuestro mundo. Tenemos a dos descendientes en contra de nuestro viento, pero jamás permitiremos que apague la corriente que nos mantiene unidos.
Todos aplaudimos con fuerza. Grace y Halen gritaban de la emoción, se les veían muy contentos. Arminia lloraba de la alegría y Lewis solo miraba hacia el suelo bastante serio.
-No he terminado. - Se levanta enfadada del trono. - Uniremos nuestras fuerzas con el reino de Leonora, y lucharemos para acabar con la oscuridad. Prepararos para la gran batalla, una vez que demos nuestro paso no hay vuelta atrás.
-¡Sí! - Gritaron a la vez.
Se fueron rápidamente de la sala a coger las armaduras y las armas.Yo solo veía el gran potencial que tenía Antares sobre el gobierno que poseía. Me encantaba, era una gran admiración en todos los sentidos, sentía una seguridad en mí que solo me hacía pensar en que todo iba a salir bien.
Se acerca en un momento. - Johana, nos marchamos enseguida al reino de Leonora para establecer el método de batalla. Cuento contigo.- Entendido, pero tengo que hacer algo antes. Id mientras para no perder ni un poco de tiempo. - Contesto seria.
- ¿A dónde vas? - Pregunta Grace Agarrando mi brazo.-¿Eso a donde vas? - Dice Halen extrañado. - No puedes irte en estos momentos.
- Tienes razón. - Comenta Antares. No son buenos momentos para irse, espero que tengas una razón clara para haberlo decidirlo así de la nada.
- Tengo que encontrar a mi padre. -Me suelta Grace.- Llevo desde los seis años sin saber nada de él, lo único que sé es que está esperando a que lo encuentre y así conseguir vencer a las tinieblas. - Fijo mi mirada en el suelo. - No puedo hacer esto sin él.
Se acerca aún más mirándome fijamente. - Te entiendo. Lástima que no sepa quién es a pesar de haber visitado todo el mundo. ¿Como se llama?
- Peter Harrison, señora. - Contesto preocupada.
Apoya su mano en mi hombro y fija la mirada en mis ojos. - ¿ Y su segundo apellido?
Estaba apunto de hablar cuando Lewis saltó y me agarró.
- ¡Vamos te llevaré donde esta tu familia no hay tiempo que perder! Nos estábamos alejando cuando de repente apareció Antares delante nuestra.- Utilizad a mi Ave ancestral para que podáis llegar más rápido a vuestro destino. Me llevaré a vuestros amigos al reino de Leonora, no pierdan el tiempo. - Pronuncio seria mientras se marchaba con los demás.
-¡Johanna! - Escucho la voz de Grace acercarse. - Tened cuidado y si algo sale mal, haz destellar una luz en el cielo para que podamos divisar la¿ vale?
Sonrío. Entendido no os preocupéis.
Nos montamos y despegamos con bastante velocidad. Lewis se disponía a estar en silencio y quedarse serio sin dirigirme la mirada, solo se limitaba a guiar al Buho sujetando una cuerda en cada mano sin pestañear. Se le veía bastante extraño y nervioso, algo que hizo levantar sospechas enseguida.
- Lewis. Pronuncio su nombre a secas.
-Dime. - Contesta tragando saliva sin mirarme.
- ¿Por qué no me has dicho antes que sabías dónde estaba mi familia? - Pregunto con un tono más borde.
Nos quedamos en silencio por varios segundos hasta que se limitó a contestarme. - No quería que cambiase tú destino.
- ¿A que te refieres? Me acerco lentamente.
Me mira y vuelve a fijar la mirada en el horizonte. - Ya sabes... la profecía.
Me empiezo a reír. - Es algo absurdo. Supuestamente en la profecía dice que voy a ser la que libere todo esto de las tinieblas pero no todo lo que me conlleva a hacer. ¿ Y si encontrar a mí padre es parte del destino? Ir a donde esta mi familia.
- ¿Pero y si las cosas no son como te esperas? No puedes pensar que todo va a salir bien e irte de rositas. - Responde frustrado apartando aún más la mirada.
Me quedé en blanco. Lo único que se venía a la mente es que mi padre podría estar muerto o que no iba a poder encontrarlo y llegar a mi casa junto a mi madre y mis amigas. Que no iba a poder lograr lo que realmente me mantenía con las esperanza de luchar contra todo esto solo por volver a ser la familia que heramos.
Mis lágrimas se acumulaban en mis ojos y una rabia despertó a la vez haciendo que el silencio se volviera más doloroso e intenso.
No volví a dirigirle la palabra hasta llegar a unas pequeñas llanuras con varias casas antiguas de madera y una gingasteca catedral. Había muchísimos Lagos y Ríos por todas partes. Animales en corrales, gente de un lado a otro con cubos de agua. Parecía ser humanos normales y corrientes. Nadie en la zona utilizaba magia, y su ropa era bastante antigua. Pero parecían estar felices por alguna razón. Me preguntaba si sabían que el mundo estaba cerca de su fin.
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Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)
FantasíaJohana Harrison era una chica normal con una vida común y corriente, o eso pensaba ella. Desde sus dieciséis, empiezan a desencadenarse varios factores para su verdadero propósito, Destruir la oscuridad con un destino inminente. poder salvar a su...