El CLAN MALDITO.

Nueva vida.

Suena el despertador, lo apago de un golpe y me incorporó lentamente. Hoy comienzo mi primer día de segundo año de preparatoria en Ravenswood una ciudad pequeña a la que me acabo de mudar hace dos días, apesar de mi apariencia de "chico malo", me gusta estudiar y asistir a clases.

En mi anterior escuela cometi un error, los lobos se enteraron que no era como ellos después de eso el rumor se extendió y tuve que lidiar con miradas de rechazo y miedo por la mayoria de seres sobrenaturales, por eso siempre ando solo como lo que soy, un lobo solitario.

Aunque soy todo un ídolo para los humanos ya que soy vocalista de una banda de géneros de Rock y metal, pero decidí darme un respiro y continuar con mis estudios además de que necesito alejarme un poco de los medios.

Soy un lobo soltario ya que no tengo manada, no tengo familia, estoy solo. Nadie de las otras manadas me acepto.

Perdí a toda mi manada incluyendo a mis padres hace 4 décadas, y ¿como paso esto? los lobos de otras manadas siempre nos odiaron por poseer más habilidades que ellos, los otros seres nos temían no sólo por ser diferentes sino por llevar sangre demoníaca en nuestras venas.

Había una leyenda de como nuestro clan nació. Se dice que un día la diosa Luna decidió bajar a la tierra, pues le parecía fascinante todo lo que en ella había. Caminando por el bosque ella se encontró con el chico más apuesto que sus ojos hubieran visto, se encontraba parado mirando fijamente la luna, el chico al sentirse observado voltio la mirada y entonces la diosa Luna se dio cuenta que no era un humano; era un demonio que más adelante supo el nombre, del hombre que con una mirada le había robado el corazón, su nombre era Astaroth, y esto fue algo mutuo.
Ella bajaba frecuentemente a la tierra, solo para encontrarse con su amado.
De ahí nació el fruto de su amor, 7 hermosos lobos (2 niñas y 5 niños) pero no eran como los que ella creaba ya que ella veía a todos como sus hijos; pero estos eran de su sangre, fruto de su amor prohibido.
Y así fue como creció nuestra descendencia de lobos de pelaje más negro que la noche y nuestros ojos rojos carmesí simbolizando según los demás seres sobrenaturales, la maldad reencarnada por lo cual nos llamaron el "Clan Maldito".

Empiezo a recordar a mis padres, los recuerdos hermosos que tuve con ellos, mis ojos comienzan a querer cristalizarse.

- Ey! nada de pensamientos tristes! Es nuestro primer día de instituto!! Tal vez todo sea diferente esta vez...- dijo Xander, mi lobo.

- Si es verdad, mejor apúrate y pongámonos sexys. Tal vez encontremos al mate de Xander, y asi se le baje un poco lo amargado.- dice Azrael, mi lado demonio entre risas.

- No empiecen a pelear, por favor, que aún es temprano. Me darán jaqueca.- dije.

- Ves!, ya se te esta contagiando la amargitis.- dice mi demonio.

Ruedo los ojos y corto la comunicación.

No puedo evitar hacer un leve sonrisa, no se que haría sin ellos, en un segundo me ponen de buen humor.
Aunque realmente ellos dos son con el agua y el aceite, muy opuestos pero aun así se acoplan muy bien, o tal vez es por que no les queda otra opción.
Me dirijo al baño, hago mis necesidades, cepillo los dientes y me doy una ducha ligera.

Salgo envuelto en toalla, mientras me seco el cabello camino hacía al armario y decido ponerme algo sencillo escojo un pantalón de mezclilla oscuro, una camisa negra y una chamarra de cuero negro.

Me gusta vestir así ya que me siento más cómodo y por otro lado es por que no quiero llamar tanto la atención con mis tatuajes, por último me pongo mis tenis y listo.

Me doy una mirada al espejo y no estoy tan mal.

Mis ojos son de un color azul eléctrico que cambian frenéticamente a un rojo carmesí y en algunas ocasiones mis glóbulos oculares se tornan oscuros, cuando me enojo.

Digamos que soy un poco violento, pero solo cuando me provocan tampoco soy un bravucón.

Aplico un poco de loción, desodorante y perfume antes de salir de la habitación.

Tomó mi mochila, mi celular y mis llaves. Subo a mi auto deportivo y me dirigo hacia el instituto, decidí no desayunar por que anoche tuve un gran festín por lo que amanecí muy lleno.

Al pasar puedo apreciar los hermosos árboles, pinos y vegetación.
Toda la ciudad está rodeada por ella, esa es una de las grandes razones por la cuál decidí venirme a vivir aquí.

*FLASHBACK*

-Mami, mami. Tengo miedo.- dije entre sollozos.

- Tranquilo pequeño todo estará bien, mami y papi te protegerán.- dijo mamá mientras me protegía con su cuerpo, papá luchaba contra dos lobos blancos.

La aldea estába cubierta en llamas, las calles estaban manchadas de sangre y cadáveres.
Vi como un lobo logró desgarrarle el cuello a Papá, no tardo en escucharse el grito desgarrador de mi madre. Después vi como en un segundo la cabeza de mamá rodaba hasta mis pies, mi cuerpo comenzó a temblar estaba lleno de miedo, dolor e ira... mucha ira.
Y así fue como se manifestó mi parte demoníaca, apesar de estar en nuestro linaje la sangre de demonio, nunca antes alguien había logrado despertarlo, ni tener conexión con él.

Lo último que recuerdo fueron lobos cubiertos en llamas azules aullando de dolor y una enorme sensación de placer recorriendo mi cuerpo.

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Esos recuerdos me atormentan, me dan pesadillas... me provocan un dolor indescriptible...

Desde ese día e andado como un nómada de un lugar a otro... sin encontrar un lugar al que sienta, que de verdad pertenezca y así es como llegue aquí a Ravenswood. Sin saber que mi destino daría un giro de 180°.