Alexander walker es un hombre lobo pero no uno cualquiera, sino el único sobreviviente del llamado "Clan maldito", como la gente les había nombrado, ademas de haber despertado su lado demonio.
Los miembros de este clan eran caracterizados por ser lo...
Tras cruzar la brecha sentí un cambio drástico en el ambiente sin embargo, no tenía que ver con la apariencia del panorama sino con lo que se sentía en el.
El lugar transmitía una energía muy poderosa, tanto que incluso podía sentirla vibrar bajo mi piel.
Era como una especie de "mezcla" de auras.
En todo el lugar había magia, mucha magia... Tal vez como de unos 100 o más brujos sin embargo, eso no era lo que abrumaba mis sentidos.
Mi sangre demoníaca podía sentir el fuego abrasador de la energía celesthium ynephilim...
La energía celesthium es transmitida únicamente por los dioses o por artefactos provenientes de ellos.
Aunque ahora que lo pienso a pesar de que Persefone también es una diosa, por alguna extraña razón su energía existencial no me provoca ningún daño...
Por otro lado la energía nephilimpertenece a los ángeles. Sin embargo, a pesar de que estos son poseedores de "sangre pura" no tienen el suficiente poder para destruirnos, por lo que sólo se limitan a cazar "demonios menores."
Por un momento traté de ignorar las abrumadoras energías y me enfoque en mirar a mi alrededor, tras hacer hacer ésto me percaté de que nos encontramos en medio de un gran pasillo de apariencia medieval.
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Frente a esté se formaba una división hacía otros pasillos, pequeños rayos de sol se colaban a través de las ventanas.
- Bienvenido a casa, Alexander.-dijo, Persefone con una sonrisa.
- Gracias, mi reina.-respondí, mientras le hacía una pequeña reverencia en señal de "agradecimiento."
- Se que esté lugar no se compara con el castillo de Gehenna, pero espero que te sientas cómodo...-Tan pronto terminó de hablar chasqueo los dedos. Segundos después de su acción, dos hijos de lanoche aparecieron a toda velocidad, por lo que ni siquiera tuve tiempo de responder.
- Mi señora.-dijeron, en unísono mientras le hacían una reverencia.
Al observar el rostro de los chicos no tarde en darme cuenta, de que ambos compartían los mismos rasgos faciales.
Eran gemelos.
Ellos tras posar su mirada sobre mi, adquirieron una postura de rigidez; Podía oler su miedo, confusión y sorpresa, al parecer Persefone no les había mencionado sobre mi nueva estancia en el lugar.
- Connor y Ben se encargarán de mostrarte tu habitación, si necesitas algo sólo ordenalo y se te dará.-dijo, lo último con severidad mientras regresaba a ver a los vampiros; A lo que estos de manera nerviosa a sintieron.
- Si, gracias.-respondí, mientras le sonreía amablemente.
-Mientras descansas y arreglas tus cosas, terminaré con unos asuntos que dejé pendientes.-dijo, ella mientras acariciaba gentilmente su ramo de flores.
