Alexander walker es un hombre lobo pero no uno cualquiera, sino el único sobreviviente del llamado "Clan maldito", como la gente les había nombrado, ademas de haber despertado su lado demonio.
Los miembros de este clan eran caracterizados por ser lo...
Sali de la ducha, con una toalla amarrada a la cintura.
¿Y ahora que se supone que me voy a poner?.
- Está era mi habitación antes, sino han cambiado nada habrá ropa mía en el closet.- Me dijo Azrael.
Me dirigí hacia el closet y con toda confianza lo abrí, y efectivamente estaba lleno de ropa.
Había muchos trajes y ropa casual, la gran mayoría de color negro.
- Me gusta.- le dije mientras observaba las camisas.
- El negro nunca pasa de moda, chico.- dijo.
- Lo sé.- le di la razón, mientras tomaba una cambia de ropa.
Me vestí con sumo cuidado, mi piel por fuera se veía totalmente recuperada sin embargo aún sentía cierto dolor o molestia en mi cuerpo. Cosa que también tenía que ver con mi transformación, igual cuando me transforme en lobo por primera vez, tarde días en recuperarme.
Me senté por un momento en la cama para colocarme los zapatos.
De repente me quede mirando hacia a la nada...
No sé si a alguien le ha pasado, quedarse mirando un punto fijo y dejarse llevar...
Un golpeteo en la puerta me hizo salir de mi trance.
- Adelante.- dije.
- Príncipe.- dijo una ¿chica?, mientras me hacia una reverencia.
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- Es una Arpía.- me dijo Azrael, aclarando mi duda.
- No es necesaria la reverencia, ademas solo llámame Alex.- le dije a la chica. Que por cierto era muy bonita.
- Alex debes dejar claro tu lugar.- me dijo Azrael.
- Ella lo sabe perfectamente.- respondí mientras cortaba la conexión.
- No es lo correcto señor, pero gracias. Quería decirle que la cena esta servida. Usted a pasado muchos días inconsciente así que a de tener mucha hambre.- me dijo amablemente.
- Bien cómo gustes. Y ¿Cómo te llamas?.- le pregunte mientras salíamos de la habitación.
- Me llamo Cass. Pero señor no es buena idea que lo vean hablando conmigo.- me dijo, mientras se daba la vuelta hacia mi.
- ¿Pero por qué?.- le pregunte ingenuo.
- Por qué usted es un príncipe, un Grigori, y no esta bien que hablen con nosotros, "Los seres menores" como nos llaman.- respondió.
- ¿Adam no te habla?.- le pregunte casi por inercia.
- Si a veces, pero casi no se la pasa aquí. Y cuando lo hace se mete en problemas con el príncipe Akibel.- respondió.
