Al otro lado de la línea un joven de cabellos blancos se encuentra en la puerta del portal terminando de fumarse un cigarro mientras decide hablar.
—¿Nunca estás de buen humor? —solo recibe un gruñido de molestia de parte del menor, acción que le saca una suave risa. —No has venido a la reunión. Hay mercancía nueva y necesito el cuaderno para coger sus identificaciones. Estoy en la puerta de tu casa ábreme. Necesito esa cosa del demonio.
—Te abro solo pero coges el cuaderno y luego te marchas.
—Tranquilo conejo asesino, no haré nada. —sin más el azabache colgó mirando a un TaeHyung cabizbajo mientras que el chico detrás de la línea abre la puerta del portal y va hacia los ascensores.
—Cosas del trabajo, perdona. Un compañero viene a recoger algo. No te muevas y no hagas ruido .—TaeHyung asiente sentándose como un indio mientras sonríe. JungKook sale de la habitación sin cerrar del todo la puerta, yendo a la puerta principal para abrirle a un sonriente YoonGi. —¿Qué mierda te has fumado para estar sonriendo?
—Muy gracioso Jeon. Estoy feliz porque después de 2 años de súplicas y ruegos he conseguido entrar a tu casa.
—Vamos a por el puto cuaderno antes de que me arrepienta. —ambos chicos caminan de manera tranquila por el pasillo para ir a la oficina. JungKook va delante, guiando a su mejor amigo hasta su despacho. En el camino, ambos pasan al lado de la habitación de JungKook. El dueño de este pasa de largo mientras el otro joven se detiene mirando entre la parte de puerta que no ha sido cerrada.
— ¡Jeon JungKook de las Rosas Fernández Margarita Flujencio! ¡¿A caso me estás engañando?! —YoonGi se encuentra dentro de la habitación mirando indignado al joven asustado.
"Joder YoonGi, me estás jodiendo la noche."
—¿Infiel? Esto no es lo que parece. Yo... —los ojos de TaeHyung se cristalizan mientras su labio inferior tiembla levemente. Sabía que habría algo mustio pero no pensaba que fuera esto precisamente. Se sentía sumamente avergonzado.
"MIERDA, MIERDA Y MÁS MIERDA. ESTÁ LLORANDO. ¿QUÉ HAGO?"
—No le hagas caso al idiota. Tiene un humor muy de mierda y no piensa en como podría afectar sus palabras.— JungKook abraza a TaeHyung haciendo que este esconda su cabeza en su cuello mientras mira molesto a su amigo, la cual hace que este se estremezca.
—Siento haberte hecho sentir mal, no era mi intención. JungKook, dame ya el cuaderno y no volveré a molestarte mientras estás ocupado. —al ver como el azabache aprieta levemente la cintura contraria, levanta una ceja curioso pero decide no intervenir. JungKook se separa de TaeHyung levantándose y saliendo de la habitación seguido por su blanquecino mejor amigo. Cuando llega a su despacho agarra el puente de su nariz mientras intenta calmarse. YoonGi entra cerrando la puerta. —El cuaderno.
—¿Me estás tomado el puto pelo? ¿Es lo único que vas a decir? —se gira quedando delante de él.
—¿Qué quieres que te diga? Enhorabuena por conseguir engatusar a otro estúpido para tus juegos y al cual seguramente harás sentir miserable Jeon. Es una pena, darían una gran suma por él. —suspira viéndole y apoya una de sus manos sobre el hombro ajeno. —No entiendo que mierdas te pasa, pero has faltado a la primera subasta y encima por un niñato que seguramente acabas de conocer. Te recuerdo que eres el líder de todo esto. Que tengas un protegido no significa que tengas que abandonar tus funciones. Debes ser más responsable y poner tus prioridades en orden. Tienes 21 años joder, eres joven e ingenuo, no sé por qué mierdas estás al mando.—niega masajeando sus sienes para después mirarle. —Dame el jodido cuaderno y dejemos esta conversación aquí. —JungKook alza su vista, estampando su mano sobre el escritorio. Seguidamente se cruza de brazos y se apoya en la madera, clavando su vista en el contrario. Este pasa saliva y aprieta sus labios, decidiendo mantenerse callado al conocer el mar carácter de su amigo cuando se nefada.
—Primero. No te conviene lo que hago en mi puta casa. Segundo. Puede que seamos amigos pero sigo siendo tu jefe y me debes hablar con respeto. Tendré 21 años, pero a diferencia de ti, yo sí sé hacer negocios y sé defenderme solito. Me vuelves a faltar el respeto una sola vez y me da absolutamente igual que tan importante eres para mi, el castigo se aplica igual. Acuérdate como encontraste a NamJoon. No creo que quieras acabar igual. —se pone en pie y saca las llaves de su bolsillo para abrir el cajón donde guarda los documentos importantes. —Mañana te quiero en la cafetería de aquí enfrente para que me digas como han ido las subastas y me entregas el dinero. —agarrando el cuaderno y se lo entrega. —Ahora fuera de aquí. Nos vemos mañana.
El joven asiente saliendo del despacho para luego abandonar la estancia del menor chasqueando su lengua contra su paladar ante la pequeña escenita que han montado. TaeHyung ha escuchado parte de la conversación, pero teme preguntar que es eso de las subasta y por qué él valdría mucho. En cuanto el contrario regresa a la habitación, de manera inconsciente, se pone recto alzando su vista hacia él.
—Vamos a dormir, ya es tarde.
—JungKook, ¿puedo hacerte una pregunta? —juega con sus dedos mientras se enfoca en que su voz no se escuche entrecortada.
—Claro. ¿Qué es lo que necesitas saber? —el menor clava sus oscuros orbes en el contrario con una sonrisa en los labios.
— En realidad son dos las preguntas. ¿Cuántos años tienes? Te ves muy joven para dirigir una empresa. ¿Mañana podríamos hablar tranquilamente? Es algo incómodo esto de estar con alguien sabiendo solo su nombre. La primera preguntas se contestaría mañana, pero la curiosidad me mata y solo estoy diciendo estupideces. —ríe de manera nerviosa y baja su vista apretando sus labios al recordar el contacto de los labios del menor sobre los suyos, queriendo que la tierra se lo tragara y lo escupiera al otro lado del mundo.
Se siente estúpido al pensar en toda la situación. Va muy rápido todo y solo han pasado unas horas desde que había conocido a este chico. Si no estaba en una relación con el chico que había visto antes entonces algo más tenía que esconder el joven. Alguien que se presenta con tanta bondad siempre son los que esconden los secretos más oscuros.
—Tengo 21 años recién cumplidos y mañana tendremos una charla en condiciones. Ahora debes dormir. —el contrario asiente y se tumba en su, ahora, lado de la cama dándole la espalda al menor. Sabe que si se gira a mirarlo, no conciliaría el sueño.
"¿Debería abrazarlo? ¿Hacerlo sentir protegido? Creo que así sería más fácil conseguir lo que quiero..."
JungKook lo atrae hacia él, abrazándolo por la cintura mientras coloca su nariz en el cuello del contrario e inhala su esencia. Besa esa parte de piel que el muchacho tiene descubierta.
—Buenas noches Tae. —la respiración del nombrado se vuelve algo irregular y su corazón late como nunca antes.
—Buenas noches Kook. —quiere golpearse mentalmente al darse cuenta del apodo y sus mejillas se vuelven a teñir de rojo. Cubre su rostro con sus manos realmente avergonzado. —Perdona. Ha salido solo.
Con tales palabras JungKook cierra los ojos mientras sonríe.
"Me gusta este apodo."
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¡Buenas bellos, bellas y belles!
¿Cómo estamos? Otra nota más de mi yo actual. Voy a tratar de hacer que la historia tenga aunque sea una mínima continuidad.
En la primera ocasión en la que YoonGi aparece, tiene una personalidad extrañamente alegre que no cuadra para nada con el YoonGi que se presentará a lo largo de la historia, pero me hizo demasiada gracia la referencia de "en mi propia casa Pablo Lorenzo. Me estás engañandoooo oo o ooo ". Él va a ser, junto a otro personaje, la voz de la razón. No sé como haré que funcione para que no se note un cambio brusco pero lo haré funcionar.
Antes estaba puesta "Best of me -BTS" encabezando el capítulo pero es demasiado alegre TvT así que la he cambiado. La añadiré cuando deba añadirla :D
LUV U ALL <3
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❁ ¿Necesitas ayuda lindo? ❁ 『ᴋᴏᴏᴋᴠ』
Fanfiction¿Por qué en este mundo hay gente que miente? ¿Por qué hay personas que engañan a la persona que aman? ¿Miedo, diversión o esa necesidad a sentirse intocable? Permítanme darles la respuesta. Por miedo al fracaso, al abandono, a la soledad, al desamo...