❁ ¿Necesitas ayuda lindo? ❁ 『ᴋᴏᴏᴋᴠ』

Capítulo 40

Ambos jóvenes se encaminan a la cafetería que se encuentra al otro lado de la calle. JungKook camina con la cabeza gacha y sus manos en los bolsillos mientras TaeHyung se abraza a si mismo intentando resolver todas las dudas que su cabeza está creando. ¿Habrá hecho bien? ¿Hablarán pacíficamente o acabarán a gritos? Él está harto de gritos y reza para que algo así no pase en la cafetería. JungKook abre la puerta del local dejando pasar al mayor primero y este le regala una sonrisa débil. Ambos se dirigen a una mesa y piden un café. Mientras esperan a que estos lleguen, un silencio incómodo rodea a ambos. 

Se preguntaran cómo carajos acabaron estos dos en una cafetería. JiMin y YoonGi se cansaron de los lloriqueos interminables por parte de los dos menores así que decidieron hacerles una emboscada. Los dos se encontraban en la cafetería observando a los muchachos. En cuanto algo saliera fuera de lo previsto los alejarían probablemente por mucho más tiempo. Esperan que algo así no pase. 

—Así que tienes novio... —JungKook quita su abrigo y coloca sus manos entrelazadas sobre la mesa junto con su cabeza gacha. TaeHyung muerde su labio para luego cerrar sus ojos y suspirar.

—En realidad, yo nunca te dije eso. Solo dije que ya no te quería. No especifiqué de que manera... Solo lo dije para que no te acercaras. Tenía miedo. —JungKook levanta rápidamente su cabeza con una pequeña sonrisa en sus labios mientras observa al castaño. Suspira y borra esa sonrisa al darse cuenta que TaeHyung le tiene miedo. Intenta deshacer el nudo que se le ha formado en la garganta carraspeando.

—¿A qué tenías miedo, TaeHyung?

—Puedes volver a llamarme Tae. No es como si estuviéramos divorciándonos o algo por el estilo. —el camarero les entrega sus cafés. —Gracias. —el peliazul sonríe al joven antes de que este se marche y lleva la humeante taza a sus labios, dando un sorbo a esta. —Además, te ves horrible. —ambos ríen.

—De acuerdo. Te llamaré Tae. —JungKook imita las acciones del de piel más morena. Cuando deja la taza sobre la mesa vuelve a mirar al mayor. —¿A qué le tenías miedo, Tae? —el mayor pasa su lengua por su labio interior y luego lo muerde. JungKook cierra los ojos e intenta controlarse. No quiere asustar al chico. 

—Te tengo miedo. —JungKook suspira intentando controlar sus ganas de llorar. 

—¿A qué exactamente? —no levanta la vista de sus manos y su respiración se entrecorta.

—Yo... —el mayor suspira y baja su cabeza. —Yo le tengo miedo a todos los efectos que tienes en mí. No puedo perdonarte por arte de magia y menos puedo volver a tus brazos como si nada hubiera pasado. Nunca me dijiste el porqué de tus acciones. No nos comunicamos en ningún momento y eso es algo que no me gusta.  Yo me guardé cosas y sé que lo he hecho mal, pero tú lo hiciste peor. Mis secretos no fueron dañinos para ti. Y honestamente tus ataques de agresividad pueden ir demasiado lejos...

—Tae yo no quería llegar a esto. —TaeHyung frunce el ceño sin comprender. 

—Pretendías acostarte con esa chica como con los demás y que yo no me enterara de nada. ¿No es así? 

—Esa tampoco era mi maldita intención. No sé ni que mierdas estaba pasando en mi cabeza en ese instante. Hay algo que no te conté y fui un estúpido por no haberlo hecho. Debí haberte hablado sobre eso en su momento. Nunca sé como reaccionar cuando una mujer está cerca y acabo haciendo estupideces de las que me arrepiento a los dos segundos. Era una maldito mujeriego que no apreció  lo que tenía y mandé todo a la mierda por un calentón. 

—¿Fue solo uno JungKook? ¿Qué pasa con los otros dos chicos? Que yo sepa no tienen senos ni vaginas. ¿Con ellos tampoco sabes comportarte? —el nombrado baja otra vez la cabeza. El de cabellos fantasía ríe amargamente. —¿Cómo puedo siquiera volver a confiar en ti?