Capítulo 27

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Ha pasado exactamente una semana desde que lo deje en Chicago, quisiera ir y decirle que se entregue, que si se porta bien en su condena puede salir a la mitad de su sentencia, pero es tan estúpido que no lo hará. La bebé me la he quedado yo, pensé que vendrían a buscarla o que él vendría a hacerlo. 

¿Realmente eso quería? No lo sé, sólo sé que muero de ganas por ir a verlo, pero tampoco puedo traicionar a mis padres, con que cara los iría a ver a su tumba, seguramente se han de haber estado retorciendo mientras mantenía una relación con él, pero en mi defensa, yo no sabía que él los había matado. Además, ¿fingir su amnesia? "Tenia que hacerlo, necesito salvar a todos" Eso fue lo que él me había dicho en su defensa, eso también me cegó, todo este tiempo me había estado viendo la cara de estúpido y nunca me dijo nada. 

-Quiero enterrar este maldito dolor. -Exhale el humo del cigarrillo que yacían en mis labios. -También te extraño. -Aventé el móvil a un lugar de mi habitación. No podía ceder, no mientras él siga siendo un asesino, el asesino de mis padres. 

A la mañana siguiente, me cambié con el uniforme de mi trabajo y llevé a la bebé a una guardería de la estación de policía. Cuando llegué, muchos me aplaudieron, me abrazaron e incluso me hicieron reverencia mientras me felicitaban. Se me hizo extraño todo hasta que nuestro jefe apareció y comprendí todo. 

-¡Agente Nam! -Me abrazó. -Gracias por el regalo que nos ha dado. -Lo mire en shock. 

-¿Regalo? -Lo mire. 

-Si. El paquete donde nos das todas las herramientas para capturar a Kim Sung Kyu, me hubiera gustado que me mandaras de los hermanos y gente a su alrededor, pero si lo atrapamos a él, finalizamos con esa familia asesina. -Me volvió a abrazar. 

-¿M-Me puede mostrar lo que le envíe? -Y es que, ese era el punto. Yo no había mandado nada y sin embargo, cuando me lo mostró, ahí estaba, había información de más, más de lo que yo había juntado en aquel tiempo y todo culpaba a Kyukyu, no había manera de defenderlo con esto, era seguro que recibiría sentencia de cadena perpetua. 

-Sólo estamos esperando la orden de arrestó e iremos por él. ¡Gracias, hijo! Hiciste la mejor elección. 

Salí de la estación de policía, le marqué a Dongwoo pero no respondió, obtuve esa misma respuesta de Key, Jackson y del mismo Sungkyu. Fui a la guardería y pedí que la cuidaran hasta que llegará, que sino venia yo, alguien iría por ella, di muchos nombres, sólo esperaba que lo hicieran. Mientras salía y tomaba mi moto, sentí como alguien me sujetaba de los hombros, luche por un tiempo, pero una inyección me hizo ceder, haciéndome perder fuerzas y caer lentamente. 

—¡Oh... Ya despertó el querido Nam!
—¿M... Minho? —Pregunté.
—Oh... Sii. Sabes, necesito que hagas algo por mi. No quería llegar a estos extremos pero necesito conseguir a SungKyu. —Sonrió.
—¿Qué? —Cachetada.
—Sabes... Es chistoso ver como tú, quien decías amarlo lo traicionó. —Otra cachetada. —Te infiltraste y a pesar de todo... Entregaste la evidencia para encerrarlo.
—Él... El mató a mis padres.
—JAJAJAJAJAJAJA. —Se carcajeó... —Necesitas hablar con alguien, pero supongo que tardará un poco llegar.


Una vez en sus manos, sabía que no tenia escapatoria. Comenzó a golpearme. Me levantó y desató de la silla, estiró mis brazos y las encadeno. Uno, dos, tres, cuatro, cinco... Tablazos, seis, siete, ocho, nueve, diez... Puñetazos mezclados con patadas. Gracias al cielo había sido entrenado. Mi cuerpo resistía, pero no sabia cuanto tiempo lo soportaría. Mientras me golpeaban, recordé las fotografías y tumba de mis padres, a SungKyu escucharlo decirme “Te amo” . Lloré, si... Lloré pero no por los golpes, sino más bien porque dejé a SungKyu por vengar a mis padres y ni siquiera lo había hecho.


—¡Oh... Llegó nuestro invitado!


Lentamente alce la mirada y vi a Kei, la supuesta hermana de SungKyu, la gemela que había encontrado muerta en aquel puente. Pero no llego sola, había llegado con mi padre, con el jefe de policía.


—¡WooHyun! —Corrió hacía mi. —¡Sueltalo, Choi! Ese no fue el trato. —Escupió lleno de rabia.
—No era tú trato, pero yo necesito a un pez mas gordo. Nam sólo sera el cebo, pero antes... Creo que él necesita saber su pasado. —Sonrió.
—¡Cállate!
—¿Por qué? Si... La policía atrapa a Kim, se pudrirá en la cárcel. Si lo agarro yo... Lo mataré y si no, Nam entonces morirá. —Me dio otro golpe.


Papá no quería hablar, incluso cuando me dio la patada, papá había dudado. Pero no fue hasta que vio como Choi me cortaba un poco el brazo.


—¡Habla! —Ordenó Choi. —O se muere.

Pero papá no quería. Tenia miedo, lo sabia. Sus ojos decían sus miedos.


—Nam... Perdoname, hijo mío. Yo... Yo no quería hacerlo, al principio si, pero me encariñé contigo. Quise dejarte ser feliz con Kim, pero... No pude, Choi se entero y era alejarte de él y salvar tu vida o dejar que te maten... —Y tenia miedo... Miedo a saber lo que sus palabras significaban. —Kim Sung Kyu no mató a tus padres. Fue el Sr. Choi quien lo hizo, el chico, a pesar de ser pequeño... Quiso salvarte. A
Recibió un disparo.
—Ese lo hice yo... —Interrumpió Minho e hizo un ademán con su mano para que continuara.
—Ambos sufrieron lesiones de cráneo y aunque suene irreal ambos perdieron su memoria. Tú, quien estuvo aparentemente mas grave te mantuvieron en secreto. Sin embargo a SungKyu... Se le olvidaron sus recuerdos prácticamente para siempre a excepción de algunas cosas. Yo, vendí a tus padres.


Y entonces comprendí que mi vida era mentira, que todo lo que hice fue vender la cabeza del amor de mi vida y no podía hacer nada para salvarlo.


—¡ERES UN MALDITO, PADRE. —Grite en desesperación. —¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué arruinar nuestras vidas. —Pero no pudo responder porque Choi le dio un disparo en su sien derecha cuando estuvo a punto de hablar.
—Ridículo. —Espetó. —Todo este tiempo has sido un cebo, WooHyun. —Me desató las manos. —Ve con tú padre.
—Papá... —Me arrastré como pude. —Papá... —Sollozé.

ECOS DE AMOR/WOOGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora