ECOS DE AMOR/WOOGYU

Capitulo 04

-En el muelle de Busan se hará un transporte de mercancía ilegal que será comandada por el clan Kim y Lee, se dirigirá hacia Japón para el clan Choi.

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Esa llamada alerto a todo el equipo de policía y entonces llamaron a Woohyun quien se encontraba con Dongwoon cenando en algún lugar, bebiendo porque había sido rechazado por primera vez. Los chicos pagaron su cena y se fueron a su sitio, tenían que atrapar esta vez al clan Choi, Kim y Lee.

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-Kim Sung Kyu esto fue una maldita trampa. –Hablo del otro lado el líder de los Lee. –Estamos siendo emboscados y muchos de mis hombres han muerto, necesitamos de su apoyo ¡Ahora! –Colgó.
-¡Diablos!
–Qué sucedió?
-El maldito de Choi Min Ho nos tendió una trampa y la policía junto con su gente están matando a todos a su paso, tenemos que ir.
-Sung Kyu déjame ir yo solo.
-Lee Ho Won no soportaría que algo malo te pasará, te amo demasiado. –Lo abrazo. –Enfrentemos esto solos

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-Agente Nam usted y el agente Jang se irán a donde se encuentra el maldito de Choi Min Ho, a él lo queremos vivo, él nos dará lo que queremos del clan Kim.

El par de chicos se fueron en busca de aquel tipo mientras dejaban a sus compañeros hacerse cargo de los demás, solo había algo que le preocupaba al agente Dong y era su novio, Lee Sungyeol. Si, aquel novio que nunca ha querido presentar se trataba de nada más y nada menos del líder del clan Lee, por eso decidió mandarle un mensaje donde decía que el equipo Swat estaba por llegar al lugar que se cuidará.

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Kim y Lee llegaron al lugar y se pusieron en marcha, Myungsoo estaba herido y eso le hizo hervir la sangre al mayor, tomo una de las metralletas que yacían en el auto y comenzó a disparar, haciendo que más de 10 cayeran casi al mismo tiempo, todos lo conocían como el mejor tirador y jamás lo decepcionaba, solo que su ira lo distrajo y mientras el avanzaba disparando y Ho Won cuidaba de su hermano y Sungjong vio que alguien más le quería disparar y aquel tipo, Choi Min Ho quien se encontraba dolido porque Sungkyu lo había rechazado días atrás, había planeado tan bien esta situación, la muerte del líder Kim era algo que solo él podía hacer, por eso la policía hizo que sus mejores agentes se fueran, pues sabía que serían un problema estando ahí.

-¡KIM SUNG KYU! –Grito mientras disparaba y defendía a su amor. El chico de ojos pequeños solo volteo y vio como era baleado su primer amor, su mano derecha, al único hombre a quien él le confiaba su vida, a Lee Ho Won.
-¡HOYA! –Corrió hacía él. -¡Hoya! Despierta. –Entonces vio su mano y su pecho, traía la cadena y anillo que le iba a dar algunas horas atrás, cuando hicieron el amor, cuando le propondría casarse con él.
-Te amo Sungkyu. –Lo beso. –No pude esperar a que me dieras esto y me lo puse mientras dormías. –Tocio sangre. –Si. Si acepto casarme contigo.
-Por Dios, Hoya. No me dejes, por favor. Yo te amo. –Lo abrazo. -¡MALDICIÓN! ¡AHHHHHH! ¡AHHHHHHH! –Comenzó a gritar lleno de dolor. –No me dejes tu también, no mueras por mi culpa. –Sollozo.
-¿Tú culpa? –Sonrió mientras negaba lentamente con su cabeza. –No fue tú culpa, te amo tanto que por ti fui, soy y seré capaz de dar mi vida otra vez por la tuya. –Volvió a toser. –Solo quiero que seas feliz, nosotros los asesinos también queremos.

Sungkyu no pudo más y lo beso, sin importarle que estuviera manchado de sangre, solo lloro, sollozando que no lo dejará pero entonces todo fue demasiado tarde, la maldita vida que tenían era una maldición y una bendición, una donde tenían un pie de la lado de la vida y el otro de lado de la muerte, porque el error que un asesino puede hacer es amar.

-Lo siento mucho, mi amor. Recuerda que siempre te amaré. –Salieron un par de lágrimas y entonces la mano que sostenía el rostro del chico pelirrojo cayó.
-¡NOOOOOO! ¡NOOOOOO! ¡NOOOOO! –Rompió en llanto. –DESPIERTA LEE HO WON. DESPIERTA MALDITA SEA. –Comenzó a moverlo, pero no hubo respuesta.

Lleno de dolor se levantó y con el arma de su amado empezó a disparar, buscando al culpable de su infelicidad, buscando a quien le arrebato una de sus pocas felicidades, quería matarlo con sus propias manos, hacerlo sufrir, hacerle daño lentamente, hacer que se arrepienta de haber nacido pero él había huido en cuanto vio a las camionetas del escuadros SWAT. Jisoo llegó justo a tiempo con 5 camionetas, subiendo a todos sus hombres que estuvieran vivos al igual que a la gente de Sungyeol quien también se sentía abatido, traicionado, comprendía la situación de Sungkyu, porque se pondría igual o peor si algo le pasará a su amado Dino, se sorprendió un poco al ver que tenía un romance con Ho Won pero no era algo fuera de lo normal, siempre mostraron cercanía, siempre mostro a su lado una sonrisa diferente a la que tiene con sus hermanos, por eso comprendía aquel dolor, por eso él ayudaría a vengar la muerte de Lee Ho Won, su primo lejano.

-Oppa. –Lo abrazo. –Vengaremos a Howon-oppa. Al igual que mataremos a quien hirió a Oppa Myungsoo.
-Myungsoo. –Reacciono. -¿Dónde está? ¿Dónde está? –Comenzó a llorar.
-Hyung. –susurro. –Estoy bien.

Pero la mirada del jefe Kim había cambiado, si estaba preocupado, pero sus hermanos conocían aquella mirada y era la que ponía cuando quería matar a alguien con sus propias manos, esa mirada solo la habían visto en 3 ocasiones, cuando asesino al líder del clan Yong, Jang y Kwon. Y ahora quería hacerlo con Choi. Cuando por fin pudieron perder a aquellas camionetas que los perseguían llegaron a una de las casas de seguridad y bajaron calma, haciendo que su segundo abogado Lee Jin Ki, o como Hoya le decía Onew, ese chico que su amado había recogido de la calle y que confiaba demasiado en él al líder kim no le quedaba de otra más que hacer lo mismo.

-Prepara los papeles de defunción de Hoya. –Comenzó a llorar. -En estos momentos se lo están llevando a nuestro hospital privado, él será donador de órganos, creo que todavía se puede hacer.
-Si, señor Kim. –Se retiró.

El otro chico solo se fue a una de las habitaciones sin preguntar o decir nada, subió con su estado en shock, con la incredulidad de que en algún momento él podía ser feliz, pero entonces recordó que su felicidad había sido arrebatada. Cuando llego a su habitación, se encerró con seguro y volvió a llorar, desgarrándose todo lo que tenía puesto, golpeándose por ser tan estúpido y descuidarse, maldiciéndose por haberlo metido en su maldito negocio, por haberse enamorado de él.

-Lee Ho Won. –Se limpió las lágrimas mientras estaba arrodillado. –Perdóname, por favor perdóname. –Sollozo. –Te juro que te vengaré, mataré al bastardo que te asesino y también te juro que jamás volveré a enamorarme, jamás entregaré de nuevo mi corazón, a partir de hoy solo seré el frió y sangriento Kim Sung Kyu. Jamás olvidaré aquella maravillosa sonrisa ni tus intentos de aegyo que siempre terminaban por convencerme, Te amaré hasta el final Lee Ho Won.