Capitulo 3

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-Entonces así quedamos. –Comento el hermano menor de los Lee.
-Si. –Sonrió Myung.
-¡Muy bien! –Se levantó el mayor de los Kim. –Damos por terminado esta reunión. Myung. –Lo miro serio. –Porque no vas con Sungjong a ver los medios de transportes. –Le guiño el ojo.
-Yo voy. –Se levantó inmediatamente el mayor de los Lee.
-¡No! –Golpearon la mesa. –Necesito hablar contigo.




Los hermanos se fueron a checar los medios de transportes donde traerían aquella mercancía sumamente importante para ambas mafias, Sungyeol sabía que esos dos estaban teniendo una aventura pero si había algo que no quería era que se involucraran más sin embargo Sungkyu se encargó de recordarle que él tenía un romance con un policía y que casi hacia caer su clan de no ser por el mismo Kyukyu, el otro solo lo miro con recelo pues ya sabía que todo había su culpa, hasta la muerte de su padre, pero más de una vez se encargó de limpiar el nombre de ahora su novio.




-¿Te ha dicho algo tu novio? –El chico se sonrojo.
-¡No! –Afirmo. –Ya sabes que...
-Lo sé. –Interrumpió. –No quiero que delate a sus compañeros, solo quiero que nos informe si se enteran de nuestros negocios, lo demás lo solucionaremos por nuestra cuenta.




El resto de los hermanos Kim terminaron de hablar con Lee y se fueron, siendo escoltados por Hoya, su mano derecha en todo momento, pasaron a dejar a Jisoo a su florería, por alguna razón desde chiquita se había obsesionado con las flores y cuando tuvo oportunidad la puso, al principio pensó que el mayor no se había dado cuenta pero como él un día lo dijo, "Nada, absolutamente nada se le ocultaba". Después de que ella se bajara del auto los chicos que quedaban se fueron a casa.





[***]




-Joven Kim. –Hablo uno de su seguridad. -¿Volverá a salir?
-Sí, tengo un asunto que resolver. –Frunció el ceño.
-Le pediré al señor Howon que lo acompañe.
-No es necesario. –Salió de casa. El guardia lo único que hizo fue negar con su cabeza y asentir, pues si discutía con él probablemente terminaría matándolo en la sala de estar por su impertinencia.




Varias horas después de vagar en las frías calles la noche le llego al joven Kim y entonces llego a un hotel, dejo su auto en el estacionamiento y entro, fue con la recepcionista quien le sonreía muy coquetamente, algo que a él no le importaba, solo quería llegar pronto a su habitación. Pago la habitación con efectivo, recibió la llave y se dirigió a la habitación, subiendo el elevador de su saco una cajita, estaba nervioso, sentía que quería vomitar pero no, era una noche muy especial, no quería echarlo a perder con sus niñerías así que respiro profundo y guardo esa pequeña cajita, minutos después el elevador se detuvo, con sus manos se peinaba el cabello alborotado y mirando su reflejo en las puertas sonrió acomodándose el saco y corbata, una vez listo se dispuso a caminar a la puerta, solo que no a la habitación que pago, se dirigió a otra, a una que estaba a lado de aquella habitación. Toco 3 veces y un leve pase se escuchó.




-¡Amor! –Dijo el hombre que se encontraba dentro de la habitación. –Pensé que no llegarías. –Hizo un puchero, aquel que jamás hace con nadie que no sea Sungkyu.
-El líder de seguridad no retuvo pero pude escaparme. –Lo beso, aplastando aquel pequeño puchero.
-Te amo. –Lo arrincono a la puerta siendo este atrapado por las piernas de Kim el cual se enredaron en sus caderas. –Quiero hacerte el amor ya. –Mordió su labio. –No puedo esperar más. –Caminaron entre besos a la habitación.




Recostó a Sungkyu en la cama y comenzó a desvestirlo entre besos, quito su traje y los pantalones junto con el bóxer de color rojo que traía y su pareja sabía que cuando usaba ese color era porque estaba nervioso por alguna razón, sim embargo dejaría para después las preguntas, el chico se levantó y el mismo se quitó la única prenda que traía (playera), lo empezó a besar y después bajo al cuello, haciendo aquellas marcas que tanto le gustaban al chico, quería que vieran que él ya tenía quien lo amará, el otro por su parte lo dejaba ser, si había algo que amará más que nada a parte de su familia era a él, porque a pesar de los 5 años de relación amorosa, vive con miedo de que algún día algo pase y se tengan que alejar, es algo que el otro se ha dedicado a borrar de su mente. Lentamente el chico llego a su miembro que ya se encontraba lo suficientemente gordo de toda la sangre que se concentraba en aquel lugar, sonrió con lujuria y sin previo aviso lo metió de lleno a su boca haciendo que Sungkyu gruñera de placer, de arriba abajo sometía a su miembro, mientras que por ratos jugaba con la punta de su pene, lamiendo arriba o alrededor hasta llegar a los testículos, las caderas del hámster comenzaron a embestir la cavidad bucal de su novio, siendo salvaje y veloz, sin importarle que el otro pudiese ahogarse con su saliva, miembro o semen, después de varios minutos termino de correrse en su boca, solo que este no se lo trago y a cambio subió a sus labios, besándolo con aquel espeso líquido, compartiendo aquel sabor poco higiénico pero relativamente delicioso. Esta vez la preparación sería diferente, no le dio los tres dedos que acostumbraran o al menos no en el momento, se bajó nuevamente y abriendo las piernas para darse entrada a sus nalgas con ambas manos las abrió y vio aquel agujerito rosado, esperando por su miembro pero antes algo más entraría por ahí y seria su lengua. Eso no lo había visto venir, comenzó a lamer y lamer aquel estrecho lugar, haciendo gemir a su pequeño hámster, haciendo que sus manos se enredaran en las suaves sabanas de la cama y que su cabeza fuera hacia atrás por el placer que sentía, para Sungkyu estar con su primer y único amor era lo más maravilloso de su vida, no quería jamás alejarse de él.




-S-solo. –Rugió. –Solo mételo de una vez. ¡Ahhhh!





La lengua del chico ya no eran suficientes para él, quería su miembro dentro, quería llegar con él al orgasmos, no lo hizo esperar y con una sonrisa lujuriosa jugo con su punta y este solo gruñía, como si de verdad necesitara aquello para vivir, lo fue metiendo lentamente, haciendo que el líder Kim sacará algunas lágrimas y uno que otro gemido de placer y dolor, termino de meterlo y se esperó por unos minutos mientras se besaban haciendo que después el mismo Kim Sung Kyu comenzará a moverse, su pareja comenzó a moverse lentamente pero el otro no quería eso y no sabía cómo pedirlo hasta que perdido por la pasión comenzó a gemir y a pedir más y más. El otro solo obedecía, la velocidad iba aumentando siendo cubiertos por una capa de sudor y siendo llenada la habitación por los gritos del sangriento Kyukyu, que estando con él solo es un lindo y tierno roedor.




-Má-más rápido. –Hizo su cabeza para atrás. –A-ahí a-hí. –Fue donde se dio cuenta que había dado en el punto, había tocado la próstata de su ratoncito y la velocidad fue más rápida haciendo que los dos se perdieran en la lujuria comenzaron a gritar, a besarse desenfrenadamente, Sungkyu tomó su miembro y comenzó a masturbarse a la misma velocidad que el otro lo penetraba, para después de unos minutos correrse entre sus abdómenes, el otro sintió como las nalgas de su pequeño apretaban su miembro algo que hizo rugir y llenarlo de lujuria, faltaba poco para que se corriera y así lo hizo, dentro de él, cayendo sobre su novio y besándolo sin salir de él por un rato.




-No quiero que ese tal Woohyun se te acerque. –Comento aún con falta de aire.
-¿Celoso? –Lo beso.
-Sí, tú eres solo mío. –Lo abrazo.
-Yo solo te amaré a ti. –Se acurruco entre sus brazos y sometiendo su rostro a su pecho se quedó dormido, el chico salió de él haciendo que este gruñera por lo bajo y lo tapo.
-Yo también te amo, mi pequeño Hámster.

ECOS DE AMOR/WOOGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora