Engatozada: Kilian

SUEÑO DE GATO

—Kilian ya hemos hablado de eso, no hay que apresurarnos, en tres meses si esto funciona no lo firmaremos, debes pensar que si en una semana ya nos llevamos bien probablemente cumpliendo los tres meses estemos mejor.

—Solo dime una cosa, ¿has pensado en no firmar?

—Claro que lo he pensado, especialmente después de que salimos de la regadera juntos. —Kilian la lanzó a la cama jugando y se colocó encima de ella para besarla entonces una voz femenina los interrumpió.

— ¡¿Otra vez Kilian?!— Una hermosa chica de cabello negro entró por el balcón y agarrando a Kilian del brazo lo levantó de la cama enfadada. — ¿Nunca aprendes cierto? ¡Deja de molestar a las mujeres!—Sin dejarlo explicar le dio una bofetada, miró a Regina y tomándola de la mano le ayudo a ponerse de pie. — ¿Estas bien linda?

— ¿Cuál es tu maldito problema Rosael? —Gritó Kilian sobando su mejilla. — ¿Quién te crees para entrar a mi habitación cuando intentó besar a mi esposa?— Rosael confundida miró a Regina quien la saludo un poco apenada.

— ¿tu...tu esposa? ¿Tú eres su esposa?— Le preguntó a Regina mirándola desde arriba ya que era más alta que una mujer normal.

—Sí, al parecer desde que nací. —A Regina no le había importado la escena anterior y feliz saludó a Rosael. —No nos habían presentado, Soy Regina de la Vega y por lo que escuché tú debes ser Rosael.

— ¿Kilian te pagó para decir que fueras su esposa?— le preguntó aun sin creer lo que escuchaba.

—No, de hecho nos conocimos hace una semana; según el parlamento tenemos que estar juntos tres meses para poder separarnos.

—Te compadezco, tres meses con Kilian serán un infierno.

—Rosael, estoy frente a ti por si no te has dado cuenta, sé que me detestas por lo que hice alguna vez con Eleonor, pero ya me disculpé ¿entiendes? Ahora tengo una vida, estoy felizmente casado y no estoy planeando nada malo. —Rosael lo observó por unos segundos y después respiró hondo.

—Aun así te estaré vigilando... y Regina, bienvenida a la familia— Después de varios corajes Rosael sonrió a ambos, le dio un pequeño golpe amistoso a Kilian; abrazó a Regina rápido y salió de la habitación.

—Eso fue como una especie de Deja vu, Cómo puedes ver, ella es como un ángel de mujeres; cuida a todas pero únicamente de mí. —Dijo Kilian sobando su brazo.

—No inventes, es igual a una Barbie que siempre quise de niña; pero entró por balcón... ¿Cómo es eso posible?

—Las personas con el gen minino son más ágiles, sus sentidos se vuelven más poderosos, así que no te sorprenda que haya llegado aquí brincando.

— ¿Ella es la melliza de Devlin? ¿No?

—Sí, pero bueno; ¿en que estábamos?—La noche se les pasó volando, Regina jamás pensó que su primer aniversario fuera tan bueno, después de haberse acostado con Kilian dos veces pensó seriamente en terminar con Alfonso, una parte de ella se sentía culpable, aunque después de todo Alfonso terminara siendo "el otro", abrió los ojos con la luz del sol miró a Kilian dormir y se vistió para ayudar a Eleonor.

— ¡Madrugaste!— Gritó Eleonor amarrando su cabello en la cocina.

—Sí, pensé que necesitarías mi ayuda.

—Me encanta tu sentido común, Rosael vino a ayudarme pero que quedó dormida en el sofá, ya sabes, "gatos" duermen en el día todo el tiempo, por cierto; lamento que Rosael los interrumpiera, es algo sobre protectora con las mujeres de sus hermanos.

—Es linda...

— ¡Espera! ¡Tienes que ver el jardín! —Eleonor totalmente emocionada la tomó de la mano y la llevó corriendo al Jardín, — ¿te gusta?— preguntó Eleonor ya que ahora el jardín estaba convertido en un centro de entretenimiento para gatos, ya estaban las cuatro albercas con pelotas de colores, y el castillo que Kilian y Devlin habían armado con cajas de cartón era casi del tamaño de una casa real, había una mesa larga pero más baja con platos pequeños con el nombre de cada gato invitado, y hasta una fila de juguetes colgantes con Catnip, también había rascadores, bebederos de leche y agua.

— ¡Es increíble! Es el paraíso para gatos.

— ¿Ves esa caja colgando en el techo? —Eleonor le señaló una caja colgante y Regina asintió. —Pues está llena de plumas de ave artificiales claro, cuando Romeo uno de los hermanos de Devlin comience a usar el mezclador de música esa caja estallará, todos se volverán locos, parece una tontería pero es que son tan suaves y difíciles de atrapar que uno puede obsesionarse al jugar con ellas.—Eleonor no se había dado cuenta pero comenzó a ronronear de felicidad, lo que se le hizo muy curioso a Regina, en todos los aspectos Eleonor daba a entender que era una gata, sus ojos aun que eran color miel la hacían ver como una mujer llena de astucia, cada paso que daba lo daba con gracia; justo como una gata coqueta lo haría.

—Sin duda será una gran fiesta, ¿pero tú no necesitas descansar como los demás?— preguntó preocupada.

—No, yo no nací con el gen minino, así que yo me acostumbré a dormir a mis horas, a veces si me gana el sueño pero no tanto como todos los Krentz, duermen donde menos te lo esperas, Devlin a veces ni siquiera duerme en la cama, duerme más en el tocador ¿Cómo? No me lo preguntes porque ni yo lo sé. —Sin soltar a Regina de la mano la llevó de nuevo a la cocina. —Siéntate, te prepararé la especialidad de la casa... Waffles.

—Jamás lo he probado, siempre se me han antojado pero mi abuela siempre me regaña diciéndome que subiré de peso si como.

—Bueno como tu abuela no está aquí y yo sí, te comerás varios Waffles, toda la ciudad está llena de ellos así que comes waffles o comes waffles.

— ¿Alguien dijo Waffles?— preguntó una melodiosa voz y desde la puerta del jardín entró una hermosa paloma blanca volando hasta ponerse en el hombro de Eleonor.

— ¡Rowen! Qué bueno que llegaste, apenas comenzaré a prepararlos. —Regina observaba como ellas platicaban tranquilamente frente a ella, y recordó que Kilian le había contado que su madre era una paloma.

— ¡Regina! Me alegra mucho que ya estés aquí con nosotros, los Waffles de Eleonor son los mejores, te encantarán.

—Oh casi lo olvido, creo que ya conoces a Norma— Regina asintió feliz y Rowen se pasó a su hombro aleteando— Cuando es una paloma todos le llamamos Rowen, yo la bauticé.

—Claro que la conozco, es la dulce chica que le toma fotos a mis cuadros en el parlamento, tienes que darme tu secreto para ablandar el corazón de Kilian, a todos nos ha costado mucho trabajo, pero a ti veo que no se te dificulta nada.

—Es que ni siquiera yo sé que es lo que he hecho...

— ¡Ya llegué jefa! —Gritó una voz desde la entrada principal, un guapo hombre asiático y una bellísima mujer de color entraron, la mujer caminaba apoyada del chico ya que su panza de embarazo era más grande y pesada que la de Eleonor.

— ¡Lía! Pasen, ya estará listo el desayuno...— gritó Eleonor ayudando a su esposo James con unas maletas.