SUPOSICIONES

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Y aun que Kilian hubiera decidido ser un hombre diferente sin tanto dinero, para esta ocasión sí tenía la necesidad de recurrir a su avión privado y sobre todo a un hermoso auto cuando él y Victory llegaran a México. Kilian se encontraba sorprendido ya que notaba ciertos cambios en la actitud de Victory, por lo regular era imposible calmarla pero esta vez se encontraba sentada en el asiento del avión tranquila y oyendo música de su teléfono, y mientras Kilian la observaba relajada recibió una llamada de quien menos quería en ese momento.

— ¡Devlin! Hola, ¿Qué se te ofrece hermano?

—Kilian... Emerick me puso al corriente... dime por favor que no sacaste a Victory del Hospital.

—Devlin solo quiero que tenga un viaje conmigo— Y sonrió para sí mismo intentando auto convencerse.

— ¿Entonces no la sacaste de ahí para que te ayudara a matar a Ferdinant Leblanc?—Preguntó con ironía.

—Aunque mi plan  principal  era asesinarlo ahora tengo una poderosa arma, y no me refiero a Victory, a ella la  necesito como asesora legal, es abogada ¿recuerdas? Y era una de las mejores en Londres.

—Espero que en verdad no quieras  hacerlo pagar con muerte... estaría muy decepcionado por ti.

—Devlin, sé que no tengo armas para decir lo contrario pero... por primera vez ¿podrías confiar en mí? Sé cómo hacerlo pagar créeme.

—Está bien, confiaré en ti; así como tú me ayudaste cuando yo estaba en aprietos con Eleonor.

—Gracias, por cierto... ¿sabes algo al respecto sobre el extraño comportamiento de Victory? Lleva diez minutos callada y está oyendo música.

—Tal vez porque nuestra madre la visitado ya varias veces y ha platicado con ella, según madre dice que Victory lleva un gran avance, nuestro padre la desequilibró demasiado, imagina lo que pasaría si perdieras a Regina, Victory vio morir al hombre de su vida en sus brazos, no es para menos que ella terminara mal, hay que ayudarla e insisto también tenemos que prestarle más atención a Dorian; siempre está alejado.

—Te prometo que en cuanto arregle esto lo buscaré para ver que tanto trama, gracias por la confianza Dev, esto en verdad significa mucho para mí. — logró decir con entera fe en sus palabras.

—Ve por ella hermano. — Devlin colgó y al alzar la mirada Victory ya no estaba en su asiento, un poco desconcertado comenzó buscarla con la mirada pensando en que tal vez ya habría descuartizado al capitán, pero no; ella simplemente salía del baño tranquila cantando una canción.

— ¿Se puede saber que estabas haciendo Victory?— Preguntó al observarla como demasiado en paz.

—Estaba haciendo pipí Kilian...—Se volvió a sentar tranquila y cuando iba a colocarse los audífonos de nuevo Kilian la interrumpió.

— ¿Es cierto que nuestra madre te ha visitado?

—Sí, lo hace cada fin de semana, ella y yo nos hemos vuelto grandes amigas, me enseñó a tejer bufandas y hasta me dijo que si me portaba bien me sacaría de ahí...

—Entonces no hay que contarle como fue que saliste del hospital— le dijo seguro de sus palabras.

— ¿pero por qué? de hecho estaría muy orgullosa de mi. —Le respondió sin entenderlo.

— ¿Déjame ver por qué será? ¡Así! ¡Por qué asesinaste a los guardias del hospital!

— ¡¿Qué?! ¿Pero de que hablas? ¡Llevo meses sin matar a alguien! ¡No levantes falsos!— gritó un poco molesta.

—Ayer te pregunté sí dejaste testigos y me dijiste que no, saliste llena de sangre Victory. —Ella al oír lo que acababa de decir comenzó a reírse escandalosamente, algo que para Kilian era común.

—No, no y no hermanito creo que mal interpretaste las cosas, lo que sucede es que me hice amiga de la señora de la cocina, era la única con la que podía platicar cuando no estaba mamá, le dije que me ayudara a salir y ella aceptó sacarme a cambio de ayudarle a matar varias gallinas, para alimentar a todo un hospital tuve que asesinar demasiadas, ¡era imposible no ensuciarme!

— ¿Y las cámaras de seguridad?

—Las apagué para que no vieran cuando me salí, no asesiné a nadie... en verdad, de hecho planeo regresar, lo único que quiero es salir limpia de ahí.

—Lo siento, perdón por pensar así de ti... me siento como un total idiota. — Victory notó la tristeza en su voz y se acercó a él para sentarse a su lado.

—No, no digas eso Kil, yo les he dado razones, es solo que... llevo mucho tiempo sin convertirme en gata, me encantaría sentir la arena con las patitas al hacer popó, no puedo usar ropa linda y extraño a todos, me siento estresada y no sé cómo seguir adelante, te voy a ayudar a rescatar a tu chica, yo haría cualquier cosa por ti y lo sabes, no me importa perder libertad si se trata de ayudar a mi hermano.

—Gracias Victory, en unos minutos más aterrizaremos en México y cuando eso pase tendrás que enseñarme como controlas tus ansias de matar a alguien, yo solo necesito que tú te encargues de unos documentos que llevo días preparando, solo eso.

—Muy bien don enamorado, tal vez en un futuro me quiera dedicar al derecho de nuevo, hace mucho que no voy a una biblioteca o a un juzgado.

—Estoy muy orgulloso de ti, — Victory lo abrazó y levantó la mirada escuchándolo. —enserio, has avanzado mucho; y sé perfectamente que si te lo propones podrás hacer lo que tú quieras, solo nuestra familia sabe lo que has hecho en el pasado y créeme que todos estarían de acuerdo en olvidarlo si tu avanzas con tu vida para bien, todos te amamos; y más yo...  tonta.

Mientras Kilian y Victory se preparaban para su gran llegada a México, Regina y Ferdinant ya se encontraban en el Rancho de su familia, los  únicos que vivían ahí eran sus bisabuelos y por supuesto que lo único que le interesaba a Ferdinant era hacerse de todas las tierras de ese lugar ya que era un lugar fructífero. Regina había tenido que aparentar felicidad delante de su familia ya que no quería que sus bisabuelos sufriesen por su culpa.  En la pequeña habitación donde se quedaban Regina había preferido dormir en el suelo ya que en la cama solo había sucias pretensiones de parte de Ferdinant.

—En algún punto de nuestro matrimonio tu tendrás que ceder—Escuchó decir a Ferdinant mientras ella se arreglaba en el pequeño tocador. —sabes perfectamente que lo disfrutaríamos mucho, hay tensión sexual aquí.

—Lo único que hay aquí son las ganas que tengo de partirte la maldita cara, no te confundas; mientras yo viva jamás me vas a tocar, nunca seré tuya; ni siquiera porque una maldita acta de matrimonio lo diga, así que vete haciendo una idea de la hermosa vida que tendrás a mi lado. —Ferdinant comenzó a reír y parándose de la cama caminó hasta ella, se colocó  a un lado para mirarse al mismo tiempo en el espejo y le sonrió.

—No te preocupes bonita, no necesariamente tiene que ser cuando tú quieras— le susurró guiñándole un ojo y Regina se paró y se alejó de él.

—Eres un desgraciado, ya tienes lo que querías, hoy nos casaremos y le habrás ganado a Kilian Krentz como tanto deseabas, déjame en paz; porque no te conviene tenerme como enemiga.—Lo gracioso era que ninguno de los dos se esperaban la próxima visita.

—Lo gracioso era que ninguno de los dos se esperaban la próxima visita

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Engatozada: KilianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora