Engatozada: Kilian

ALMAS NOCTURNAS

¿Te gusta el vestido que me regaló Eleonor?—Preguntó Regina modelando frente al espejo. —Me dijo que después de tener a los mellizos su cuerpo no fue el mismo, yo digo que aun embarazada se ve linda. —Kilian aún se encontraba en la cama tapado solo con una sábana, tenía sus manos en su cabeza y sin decir nada solo observaba, verla con un mini vestido con rosas rojas estampadas después de haberle hecho el amor una y otra vez era algo que sin duda disfrutaba, << ¿habrá algún hechizo para detener el tiempo en este momento?>> pensó Kilian intentando grabarlo en su mente. Para él Regina dejaba huellas de fuego con cada paso que daba, todo en ella le parecía fascinante, ese día se había ondulado el cabello y ahora con ese vestido parecía sin duda la mujer de su vida. La miró acercarse a él en cámara lenta, se encontraba en algún tipo de hipnosis, no oía su voz; solo la miraba sonreír cuando sus miradas se encontraban. —Yo estoy encantada de tenerte así sin ropa para mí, pero tú tienes una fiesta hoy... ¿Kilian? ¿Me estas escuchando?— preguntó al ver que él solo posaba sus indomables ojos azules en ella.

— ¿Puedes repetirme tu pregunta? —A Regina le causó gracia el verlo suspirando por ella y le arrojó un cojín.

—Que es hora de que te cambies...

— ¿Puedes acostarte unos minutos más aquí conmigo? Resulta que soy un gato friolento, por favor amor...—La voz de Kilian era tan implorante que Regina se acercó a la cama de nuevo y se tiró en sus brazos, se colocó encima de él y con iniciativa le dio un beso que cubrió todas sus expectativas.

—Todos están listos esperándonos abajo —Susurró sin separarse de su boca, Kilian deseoso cumplió su pequeña fantasía de levantarle el vestido y sin pudor le dio una fuerte nalgada, Regina abrió los ojos al sentirla pero la mirada de Kilian la esperaba mientras se mordía el labio. — ¿Enserio Kilian? Hace diez minutos hicimos el amor en la regadera, luego en el lavabo y terminamos en la cama... ¿y aun tienes ganas?

—Es tu culpa, si no te hubieras puesto ese vestido habría resistido un poco más, solo mira como me tienes— Regina bajó la mirada a las sabanas y miró que "los ánimos" de Kilian seguían arriba, negó con la cabeza mordiendo su labio también. — ¿Planeas dejarme así?— Kilian alzó una ceja y justo cuando Regina iba a ceder un carraspeo de garganta los interrumpió, los dos miraron a la ventana y se encontraba observándolos Rosael convertida en gata. — ¿En serió Rosael?— preguntó enfadado Kilian mientras que Regina se ponía de pie.

—Hola de nuevo tortolos, en verdad siento interrumpirlos pero está vez es por algo bueno, ¡Vlín ya puedes venir! —gritó Rosael mirando por fuera y un hermoso gato negro con ojos verdes entró por el balcón y subió al tocador.

—Sentimos la molestia hermano, pero tengo un obsequio para Regina; será como bienvenida a la familia, todos estuvimos de acuerdo y bueno... queremos que tu también disfrutes la fiesta esta noche, pero no como humana. — Regina intercambió miradas confundida con Kilian y miró que por la ventana entró otro gato pero esta vez con tonos anaranjados y ojos amarillos, parecía un tigre, y entre sus dientes traía colgando un collar con un gato de oro.

—No comprendo, ¿Cómo que no cómo humana?— preguntó.

—Te presento a Dorian, es el hechicero de la familia y nuestro hermano, gracias a él mi madre puede ser humana cuando quiera, y bueno; él fabricó este collar para ti. —Dorian bajó del balcón y frente a los pies de Regina dejó el collar para que lo tomara. —Con ese collar podrás transformarte en gato cuando quieras sin necesidad de tener el gen minino. —Kilian se sentó al oír lo que su hermano acababa de decir.

— ¡Esperen! ¿En verdad? Pero es que esto es muy importante para ustedes... y yo, bueno yo y Kilian aún no decidimos si permaneceremos juntos, — Kilian escuchó su corazón romperse pero no dijo nada. —Y esto significaría que ya soy prácticamente de su familia, yo... yo no puedo aceptarlo. —Dijo negando y tomando el collar se lo extendió a Rosael.