EFECTO BIPOLAR

4.8K 920 11
                                    


— ¿Estas segura que puedes hacerlo? — Le preguntó Kilian mientras Regina se lavaba las manos.

— Si, es una linda experiencia, mi abuela era muy buena para esto, tal vez lo traigo en las venas, ¿me quieres ayudar? Necesitare un buen par de manos.

—Si me necesitas estaré a tu lado. — Kilian tomó jabón y se lavó las manos también.

—Espero que no seas una persona de estómago débil.

— ¿Eso quisieras no? ¿Verme vomitar o asquearme? Para tu información no, no tengo estomago débil, sí aguante tu salsa de habanero también soportaré un parto. —Regina le dio un caderazo al no poder tocarlo, Kilian había esterilizado las tijeras que ocuparían y Eleonor entró a la habitación donde Lía ya se encontraba lista junto con Eleonor y James.

— ¿Qué hace Kilian aquí?— preguntó James un poco tenso.

—Él me ayudará, claro a menos que tú quieras ayudarme aquí James.

— ¿Qué? no... yo le daré ánimos a Lía. —Y dando varios pasos atrás tomó su mano.

—James... deja que hagan lo que tengan que hacer, ¡solo quiero que los saquen ya!— gritó conteniendo el dolor y Regina comenzó.

—Muy bien Lía, puedo ver la cabeza de uno de los bebés, necesito que pujes lo más fuerte que puedas... ¿bien? ¡Ahora!— Lía pujó y James se giró para no verla sufrir. —Suelta, falta poco; ¡James! Lía te necesita, habla con ella. —James la miró y se sentó a su lado. — ¡Puja!— Regina vio salir la cabeza del bebé y la tomó, lo giró un poco pero Lía dejó de Pujar. — ¡Lía puja un poco más vamos! Kilian toma una toalla rápido. —Él obediente la tomó entre sus manos y cuando Lía pujó el primer bebé salió pero no lloraba. — ¡El primero está fuera y es niño!—Y lo colocó en los brazos de Kilian boca abajo, un poco impresionado siguió las indicaciones de Regina. —Kilian masajea la espalda del bebé con la palma de tu mano ¡Ahora!— Vamos por el siguiente Lía... tu puedes ¡Puja! Mientras Lía pujaba el bebé que se encontraba en los brazos de Kilian comenzó a llorar, lo acostó sobre una sábana orgulloso y cortó el cordón justo como Regina le había pedido para después colocarlo en el pecho desnudo de Lía. — ¡Felicidades papás! ¡Acaba de nacer la niña!— También se la dio a Kilian y con un poco más de destreza cortó el cordón y también la colocó en los brazos de Lía mientras ella y James lloraban de emoción al ver a sus bebés. —Estuviste genial Lía.

—Son perfectos... son morenos como tú y tienen mis ojos. —Le comentó James y después miró a Regina. — No sé cómo pagarte esto Regina, y Kilian... muchas gracias, esto es muy importante para mí. —Para Kilian era la primera vez que le agradecían por haber hecho algo desinteresadamente,  les sonrió y al mirarlos a los cuatro ahí abrazados una lagrima salió, y para que no lo vieran llorar salió de la habitación quitándose los guantes, James sin entenderlo observó a Regina quien lo siguió hasta la salida.

— ¡ey! ¿Estás bien?— Kilian se encontraba recargado en la pared mirando el techo llorando, Regina se acercó a él y tomó su mano.

—Tuvo que pasar esto para darme cuenta de que he sido un bastardo todo este tiempo.

—oye, no puedo permitir que te digas esas cosas, has cambiado y he sido testigo, me has ayudado y has ayudado a tu familia, te has abierto a ellos y ahora te comprenden, no te culpes por cosas del pasado.

—Las personas no cambian Regina. —Dijo de repente con tono serio y después la miró. —Yo no merezco a una mujer como tú, eres maravillosa, magia corre por tus venas porque todo lo puedes, antes que nada tienes que saber que yo me enamoré como loco de ti, — Regina se paralizó al oírlo y lo dejó continuar. —y es que ¿Cómo no hacerlo? Para cualquier hombre parecerías perfecta con esa risa que me contagias o cuando te enojas y tus mejillas se ponen rojas, ¡Demonios! Tú cubriste todas mis expectativas, y yo... yo seguí siendo un imbécil.

— ¿Pero por qué te insultas así?

—Yo los compré. — dijo corto y conciso.

— ¿Qué compraste?— preguntó Regina sin entender.

—Cuando te paraste la primera vez en mi oficina mi socio Mark me dio la idea de aprovecharme de nuestro repentino matrimonio, como te querías separar se perderían ganancias importantes para mi empresa, así que él me dijo que se necesitarían máximo tres meses para que mi empresa ganara más de lo que perdería, yo acepté y ese mismo día compré a los líderes del parlamento para que dijeran que nos separarían justo en los tres meses, lo de vivir juntos yo no quería pero ellos lo agregaron.—Cuando terminó de contar dejó de mirar el techo y vio a Regina quien solo lo miraba con los ojos húmedos.—por favor... dime algo.

—Entonces... todo el tiempo que hemos pasado fue importante para ti porque mientras estabas acostándote conmigo ¿tú ganabas dinero?

—No es así...

— ¿¡No es así!? ¡Tú lo acabas de decir Kilian!—Esta vez sus lágrimas no aguantaron más y salieron.

—Al principio sí, pero cuando supe que podía hacer una vida contigo mi único plan era terminar esos tres meses para demostrarte que podíamos ser felices.

— ¡Claro, con todo el dinero que juntaste usándome!— Las lágrimas de Kilian salían al verla sufrir, pero él ya no podía hacer nada. — ¿Por qué? ¡Ibas muy bien!, ¿Por qué tenías que arruinarlo? Yo... comenzaba a enamorarme de ti.

—Regina...— intentó abrazarla pero ella retrocedió.

—No, no me toques Kilian, después de todo sí sigues siendo el villano. —Regina caminó hasta su habitación y guardó todo en su maleta. Cuando Eleonor salió de la habitación de Lía miró a Kilian sentado en el suelo.

— ¿Ya se lo dijiste?— preguntó sentándose a su lado, Kilian asintió sin mirarla y Eleonor suspiró. —Hiciste lo correcto.

—Acabo de perder a la mujer de mi vida ¿y todo por qué? porque por primera vez hice lo "correcto".

—Oye, no seas pesimista; ¿recuerdas de lo que hablamos? ten paciencia y en vez ponerte a llorar piensa como solucionar las cosas, nadie te juzgará; tu hablaste con tus hermanos ayer y ellos te dijeron lo mismo, si en verdad la amas piensa en cómo arreglarlo.

—Tienes razón, no voy a dejar que se aleje de mí; ella también me ama, me lo acaba de decir, aunque creo que en estos momentos me odia, jamás me perdonaré por esto, pero si la dejó ir no podré vivir. —Decidido se paró y corrió hasta su habitación, al abrir la puerta miró a Regina guardando sus cosas. — ¿Podemos hablar un momento?— preguntó con voz etérea.

—Solo si me dirás que lo que me dijiste hace unos momentos es una maldita broma, sí no es eso no quiero oírte.

—No, no fue una broma.

—Entonces no hables, ya llamé a Katherina y vienen por mí en un jet de mis tíos. — Respiró hondo intentando no perder la razón y lo fulminó con la mirada. — ¿Sabes por qué no sueno tan enojada? Podría estar peor Kilian, pero por una vez en tu vida fuiste honesto, me dijiste la verdad aun que me dolió mucho, eso hace que pueda ser razonable contigo; pero no quiero oírte, no quiero verte, ni siquiera olerte; me dueles mucho ¿entiendes?— Y llevando su mano cubrió sus ojos volviendo a llorar, con respiraciones entrecortadas volvió a respirar tranquila y siguió guardando sus cosas. — ¿Puedes dejarme sola? ¡Te conviene! ¡Porque mientras hablamos ganas dinero!

— ¿Quieres irte? ¡Bien! Pero primero me vas a escuchar. —Kilian enfadado cerró la puerta desde adentro y se acercó a ella con fuego en la mirada.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Engatozada: KilianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora