Engatozada: Kilian

VOTOS DE AMOR

—Ahora con más calma pudo presentarlas, Regina ella es mi melliza Victory— Regina se tensó al recordar que ella era la famosa asesina de los Krentz y Victory se percató.

—Debes relajarte ya no hago lo que antes, ahora solo busco la paz, me llamo Victory y creo gracias a ti mis sobrinos serán bonitos. —Kilian sonrió ante las palabras de su hermana quien sabía fingir el haber asesinado a alguien.

—Yo... soy Regina, me han contado muchas cosas sobre ti, hace varios días Kilian me contó sobre tu carrera, me dijo que eras una de las mejores, —Regina bajó la mirada y observó a la pequeña aun tomada de la mano de Kilian, tan tímida y sonrojada se ocultó de tras de él mientras  Regina se hincaba  para estar a su nivel. — ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?— Al notar que Regina tenía su mismo acento parpadeó y sonrió un poco.

—Norma... —Respondió un poco más animada.

—Sin ella no hubiera podido llegar a ti, nos dejó pasar la noche en su pequeña casa y nos dio una maravillosa cena—Regina levantó la mirada a Kilian y él le susurró...— No tiene padres.— De inmediato la mirada de Regina cambió, sus ojos se humedecieron ya que al verla a ella tan pequeña y solitaria recordó su infancia sin su papá y su mamá, ella por lo menos había crecido con sus abuelos, pero no podía imagina el dolor que le causaba a la pequeña el estar sola a esa tierna edad.

— ¿No sabes dónde están tus papás?— Le preguntó para cerciorarse pero la pequeña quien solo tenía un pequeño vestido y unas sandalias sucias  negó con su cabeza, era como si hablar del tema le lastimara, Regina la tomó de su manita y la abrazó; y justo como a Kilian le había parecido un pequeño clon de ella, Regina también se sentía identificada  con la pequeña; conmovida por aceptar la muestra de cariño, Regina miró a Kilian suplicante.—No pienso dejarla Kilian— recalcó dejando caer unas lágrimas.

—Yo tampoco. — Respondió Kilian sonriéndole e hincándose a su lado, Victory solo observaba la tierna escena igualmente conmovida. —Norma... nosotros estamos un poco locos, pero si tú quieres podemos llevarte con nosotros, tendrías una gran familia que te adoraría.

—No quiero dejarte sola, ¿quieres venir con nosotros? —preguntó Regina aun sollozando, Norma levantó un pedazo de su vestido y limpió las lágrimas de Regina haciéndola sonreír un poco, entonces ella asintió con la mirada más brillante del mundo, de inmediato Regina sonrió y Kilian tomó en brazos a Norma y giró con ella haciéndola reír a carcajadas.

Mientras eso pasaba Victory entrelazó su brazo con el de Regina sorprendiéndola un poco, pero Regina estaba tan feliz que decidió darle una oportunidad, después de todo ella la había ayudado para no terminar casada con Ferdinant.

—Creó que tú y yo seremos grandes amigas, o bueno... tal vez cuando salga del Psiquiátrico, ahora que tengo una nueva sobrina tengo una motivación más para estar afuera.

—Yo también pienso que seremos grandes amigas Victory, tienes que recuperarte pronto, necesitaré damas de honor, y quiero que estés tú.

Victory no comprendía nada en esos momentos, pero más adelante todo tendría sentido, los cuatro llamaron al seguro del auto que se les descompuso y más tranquilos y relajados llegaron de nuevo al aeropuerto donde se encontraba su avión privado. La pequeña Norma no tenía ni idea de qué forma cambiaría su vida teniendo a Regina y a Kilian como padres ni de la magia que se escondía en la familia Krentz, ella durmió durante todo el vuelo a la playa Bacalar en México donde vivían actualmente los abuelos de Regina.

Al bajar del avión en un pequeño puerto aéreo compraron ropa nueva para la pequeña y todos compraron ropa para la playa, era como un pequeño descanso, y cuando llegaron a la casa que Kilian les había regalado, su abuela Cristina salió al oír voces,  miró a Regina a lo lejos y corrió hasta ella y cansada la abrazó, y desde el barandal su abuelo apreciaba lo que su esposa hacía. Ellos se mostraron más que extasiados con la noticia de adopción de Norma y  le dieron de comer hasta más no poder, como los típicos abuelos.