La puerta vuelve a abrirse y unos pasos retumban en la habitación.

Escucho como se acercan y las tablas crujen cuando alguien se sienta frente a mí.

-Te traje sopa- susurra Bryan.

-No tengo hambre- murmuró seca.

-Lo sé, pero tienes que comer- insiste- abre la boca- al principio me niego, pero termino decidiendo que si no como ahora, no lo haré hasta mañana y no creo que mi estómago resista.

Abro la boca y una cuchara entra en esta.

El sabor a pollo explota en mi boca y hasta ese momento, no me había dado cuenta de el hambre que tenía.

Después de varias cucharadas, se termina mi comida.

Escucho como la madera vuelve a crujir y la puerta se cierra de golpe.

Mis ojos se llenan de lagrimas y comienzo a sollozar fuertemente.

El recuerdo de mi familia se hace presente, extrañaba a mis Papás, que siempre estuvieron de acuerdo en mi decisión de ser jugadora de futbol extrañaba a mi hermano mayor, Zac, era tan hiperactivo que pensaba que sí no lo acompañaba a correr, explotaria, extrañaba también a mi hermano pequeño, Justin, una pequeña pulga que amaba construir torres enormes de legos para que yo las derrumbara con un balón, extrañaba a mi hermana mayor, Cloe, estudiaba la universidad y este año se graduaría como Licenciada en administración de empresas, extrañaba ese chocolate caliente de mi mamá los domingos cuando todos nos sentabamos en la sala a ver una pelicula de Disney, cada domingo sin falta.

La rabia y la impotencia se hicieron presentes y lo único que hice fue seguir llorando.

Rose mis muñecas desesperada hasta que estas me comenzaron a arder y algo espeso callo en mi pantalón.

Un sollozo se escapo de mis labios y en ese momento, se abrío la puerta.

Unos pasos se escucharon y entonces, me jalaron y me envolvieron en un abrazo unos brazos fuertes.

El aroma a sudor y a desodorante llenaron mis fosas nasales, y en ese momento, no me importaba quien fuera, solo necesitaba un abrazo.

Comenze a sollozar en su pecho, el enterró una de sus manos en su cabello.

-Se que es una mierda estar aquí- murmuró Bryan- Lo lamento tanto.

-Solo, quiero ir a casa..- murmure y sorbí mi nariz.

-Lo sé- murmuró y en ese momento, pensé.

Aunque fuera el único de los tres que no se comportaba como un idiota del todo, sabía que gracias a el estaba aquí, el era la razón por la que estaba aislada del mundo exterior, sentí una oleada de ira y me separe de el, callendo de espaldas.

Unos brazos me ayudaron a levantarme, luego entre sus manos tomo mis muñecas.

-Mira lo que hiciste- susurra- Te voy a desatar para vendarte, pero si intentas hacer algo, tengo un arma y odiaria usarla contigo Alize, por favor- asiento con rencor y siento como mis manos se liberan.

Muevo las muñecas en círculos y despúes, los hombros.

Después de vendarme las muñecas, vuelve a atarme.

Hago una mueca de dolor, y me recargo en la fría pared.

Escucho pasos denuevo, y otra vez, cierran la puerta.

Aislada; Bryan Mouque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora