No eh podido probar bocado.

El estomago me duele con tanta intensidad que estoy acorralada entre la pared y la cama improvisada.

Tocan la puerta, y seguido se escuchan unos pasos.

-¿Duele?- dice cuando se inca a mi lado.

Yo no respondo, solo ahogo un grito de dolor.

Bryan coloca sus manos en mi abdomen, aprieto los ojos e intento que el pánico no se apodere de mí.

Siento como masajea mi abdomen y luego, baja mi playera de nuevo.

-Te traje una pastilla que te ayudara- susurra y deposita la pastilla en mi boca.

La trago y vuelvo a  hacerme un ovillo.

Bryan se sienta junto a mí y me abraza por la espalda, masajeando mi abdomen.

Frunso el ceño con sorpresa y me atrevo a preguntarle;

-¿Eres doctor?- susurro con la voz entrecortada por el dolor.

Una risa sale de sus labios.

-No, no soy doctor- susurra cerca de mi oido y un escalofrío delicioso recorre mi cuerpo.

-¿Entonces como sabes tanto sobre medicina?- murmuró.

-Estudie dos años medicina, pero lo deje después- dice y sigue masajeando.

-¿Y por que lo dejaste?- digo con cierta chispa de confianza.

-Mis "compañeros" me metieron en un lío parecido a este y, no pude continuar estudiando- murmura con cierto rencor.

-¿Arruinaron tu vida?- murmuró con la voz temblando.

-Lo hicieron- finaliza y se levanta.

El abdomen mágicamente a dejado de dolerme y agradezco eternamente que Bryan haya venido.

Escucho sus pasos alejarse y luego, se vuelven a escuchar cerca.

-Te traje algo de comer, ¿Quieres?- asiento y me ayuda a incorporarme.

Me desata las manos y los tobillos, después me pone algo en la mano, una hamburguesa.

Doy un mordisco, y lo trago.

Me acerca una lata, doy un sorbo y me doy cuenta de que es un refresco.

- Creo que sería estúpido mencionar que no tomo refresco, debería agradecer que me alimenten- murmuró con cierto sarcasmo.

- No te traeré más refresco, ¿Prefieres pura agua de Jamaica?

Una sonrisa se asoma por mis labios.

- Y Fresa tambien- bromeó y el ríe.

-Jamaica y Fresa, anotado- bromea también y ahora yo rió.

Sigo comiendo en silencio, cuando termino, Bryan me ata las manos de nuevo.

-Mañana quizá yo podría traerte  agua de Fresa- sonrió.

-Gracias- murmuró y me recargo en la pared.

Bryan se sienta a mi lado y me siento bien, de tener algo de compañía.

-No dejare que ese par de idiotas te hagan nada- murmura y nuestros hombros chocan.

Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo y niego varias veces en mi mente.

Recargo mi cabeza en su hombro con cierto miedo, sin embargo el no se mueve.

Cierro los ojos y me repito que no me debo de quedar dormida.

Sin embargo, mis párpados pesan tanto que se cierran al instante.

-¿Estas despierta?- susurra, sin embargo yo estoy mas dormida que despierta y no puedo responder.

Me carga y me coloca en la cama improvisada, después me cubre con la manta y besa ligeramente mi cabeza.

Ahora sí, caigo dormida profundamente.




Aislada; Bryan Mouque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora