La manta me ayuda demasiado.

Eh estado aproximadamente un día en esta cama improvisada y, e dormido bastante bien.

Mi espalda esta un poco adolorida por estar en el suelo, pero en realidad no me importa.

Mis músculos agradecen internamente a Bryan por esta cama.

Se escuchan unos pasos y ya se que es Bryan, por que si no lo fuera, quien fuera de los dos del dúo de imbéciles, ya estaría diciendo alguna estupidez.

Se acerca hasta mi y quita la manta de un tirón.

Me jala de los brazos y me desata.

Me lleva la puerta y luego, me saca de la habitación.

Entro en pánico, denuevo.

Entramos a otra habitación y la puerta se cierra de golpe.

-Ahora, quítate la ropa- me ordena y yo retrocedo lo más que puedo.

Se instala un nudo en mi garganta y lo único que puedo hacer es suplicar que no me viole.

-No, no por favor, no hagas eso- suplico y comienzo a llorar.

Claro que lo esperaba de Freddy, tal vez también de Navarro, pero ¿De Bryan? Jamás lo espere, creí que era diferente de los demás.

-No, carajo, no Alize, no te haré nada, te ducharas, solo te ducharas- dice con la voz ronca.

Trago saliva y lo recuerdo, había olvidado por completo que me había prometido una ducha.

-¿Puedes darte prisa? el tiempo se acaba y  creo que esa ducha te ayudara a que tus músculos se desinflamen- murmura y me sorprendo.

Comienzo a quitarme los tenis, luego las calsetas y luego los jeans, después quito mi sudadera y mi ropa interior.

El color carmesí sube a mis mejillas, y en ese momento me siento patética.

-¿Ya?- dice Bryan en tono apresurado.

¿Que no me esta viendo? Me sentí frustrada y humillada.

Me guía hasta una pequeña regadera y abre el grifo del agua.

-Claro que no te estuve viendo mientras te desvestias, te respeto Alize, me voltíe pero no te lo dije para que no intentaras algo estúpido- murmura- tienes 30 minutos, estare afuera esperandote, ahora- retira el pedazo de tela que cubre mi visión.

Escucho unos pasos y una puerta cerrarse.

Mi visión esta un poco borrosa pero cuando logro enfocar, veo que es un viejo cuarto de baño, a mi derecha hay una pastilla de jabón y una botella de champu, y a mi derecha hay una toalla colgada de un perchero.

Relajo mi cuerpo y comienzo a tallar mi cabeza.

(...)

Estoy hecha un ovillo en la esquina del cuarto de baño.

Se que ya paso tiempo suficiente para que Bryan entre, pero no me importa.

Ahogo un sollozo mientras el agua golpea mi cuerpo.

-¿Alize? Tengo que entrar, ¿Terminaste?- dice Bryan detrás de la puerta.

Yo no puedo responder por que se que la voz me tiembla y me escucharía patética.

La puerta se abre, sin embargo no volteo a verlo.

-Oh Alize...- susurra Bryan y me envuelve en una toalla.

No levanto la mirada para verlo, en ese momento no me importa.

Me rodea con sus brazos y otro sollozo se escapa de mis labios.

-Quiero ir a casa, solo quiero ir a casa- digo con la voz temblandome.

El pelo mojado se me pega a la cara y cierro los ojos con fuerza.

Deposita un suave beso en mi cabeza.

-No llores, por favor- me suplica, sorbo mi nariz y ajusto más la toalla que me rodea el cuerpo.

Se separa unos segundos de mí y luego vuelve a hundir su cara entre mi cabello.

Me separo de el y me levanto con las piernas flajeandome.

Me siento en la taza de baño y tomo temblorosa la ropa entre mis manos.

-Te esperare afuera- murmura y sale del cuarto de baño.

Me coloco la ropa interior que me compro y observó la demás ropa.

Son unos lindos jeans de mezclilla, junto con playera de manga larga color rosa.

Coloco la ropa y después coloco mis viejos calcetines y mis tenis.

Seco mi cabello y doy un golpecito a la puerta avisando que estoy lista.

Me volteo para no verlo como me indico, coloca un trozo de tela en mis ojos y lo ajusta.

Después me guía hasta la habitación y me coloca en la cama improvisada.

Me ata de nuevo y me envuelve en la manta.

Escucho sus pasos y denuevo, esa maldita puerta se cierra.



Aislada; Bryan Mouque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora