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Bryan no ha entrado a la habitación en 6 horas, sencillamente salió y no a regresado.

Se que no puedo pedirle que este aquí las 24 horas del día, pero valla que lo extraño.

No eh hecho nada en todo el día, como cuando recién llegue aquí; no puedo dormir, comer nisiquiera eh podido pensar con claridad.

¿Que estarán haciendo Bryan, junto con esos dos idiotas? ¿Acaso algo sobre el secuestro?

Niego con la cabeza,《Deja de pensar eso, Bryan no haría nada que te dañara》.

Cierro los ojos intentando poder conciliar al menos, el sueño unos minutos, estoy cansada, hambrienta y asustada.

La puerta se abre lentamente, me levanto de inmediato con miedo, es...Es Bryan.

Me mira con expresión blando, yo lo miro con el ceño fruncido.

-Te vez muy tierna con el ceño fruncido- habla, me relajo.-

No esta molesto ni mucho menos, tal vez solo es mi imaginación, tal vez estoy demasiado asustada para pensar con claridad.

-Han pedido tú rescate esta mañana, pagaran 15 millones- murmura, distante, me paralizó.-

¿15 millones? ¿Tanto vale mi vida?

-Es una suma grande de dinero- digo después de un rato.-

Asiente con la mirada fija en mi, su mirada penetrante, obscura, enloquecedora.

-¿Tienes hambre?- pregunta, para romper el hielo.

Niego, sigo desconcertada, la rabia me llena al pensar en mi familia desesperada, en mi padre intentando sacar todo el dinero de su cuenta para rescatarme, a mi hermano, Zac, consolando a mi madre, mamá destrozada, mi hermana preocupada, mi hermano sin saber que pasa, mi familia hecha mierda.

Siento tanta ira, fustración e impotencia que quiero gritarles que son unos malditos imbéciles.

El silencio se filtra en la habitación, después de unos minutos, el se aclara la garganta.

-Lo siento mucho, enserio lo siento- se disculpa, lo observo.-

-¿Por que te disculpas?- pregunto, insistente.

-Por todo esto, se que también es culpa mía, y yo, soy un idiota...-Lo interrumpo juntando mis labios con los suyos.-

Me toma por la cintura, y sin darnos cuenta el beso se va intensificando cada vez más, nos separamos para tomar aire, y volvemos a juntar nuestros labios, me aferró a el con tanta intensidad, que hago que caiga de espaldas.

Caigo sobre el riendo, una carcajada limpia sale de sus labios, sin embargo, vuelve a besarme, me acomodo a horcadas sobre el, y lo sigo besando, una oleada de calor recorre mi cuerpo, algo nuevo, algo que no sentí con ese chico de el campus, su mano viaja a mi muslo y comienza a acariciarlo, me separo lentamente de el.

Retiro mi cabello de mi rostro y acaricio el suyo, lo observo.

-¿En que nos convierte esto?- pregunto, pero antes de que me responda, lo vuelvo a besar.

Nuestros labios encajan a la perfección, sus besos son tan adictivos.

-Alize- murmura en mis labios, yo lo ignoro.- Alize, para- me detengo en seco.- Esto no nos convierte en nada- responde, con la voz agitada.-

Me quito de el, y me volteo hasta quedar viendo a la pared, me dolió.

Me rechazo.

El pone su mano en mi cintura, sin embargo yo la retiro rapidamente.

-Lo lamento- escuchó que murmura, se levanta y sale de la habitación.

Las lagrimas inundan mis ojos y nisiquiera hago el intento de limpiarlas, se que no pararan de cualquier forma.

Me abrazo yo misma y hundo mi cabeza en la pequeña almohada, soy una estúpida, me enamore de él, con toda mi alma, esa es la mayor estupidez que pueda haber hecho.

Aislada; Bryan Mouque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora