CAPITULO FINAL

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Estoy temblando cuando comienzo a escribir mi discurso para el funeral de Bryan.

En una mano sostengo un cigarrillo y en la otra una pluma, mientras comienzo a escribir, varias lagrimas inundan mis ojos.

(...)

Termino de escribir el discurso, con el corazón hecho pedazos, dejo la hoja en el cajón de mi buró y me recuesto.

En mis manos sostengo el papel que Bryan me dio antes de morir, la hoja que me dijo que leyera cuando estuviera lista.

Por un momento considero leerla, pero niego. La leeré después de despedir a el amor de mi vida, en ese funeral de mierda.

Guardo la hoja dentro de mi diario, lo meto en mi cajón y camino hasta mi closet.

Saco un vestido negro, junto con unos zapatos bajos negros también, las lagrimas me agarran por sorpresa y de un momento a otro, me encuentro llorando en el suelo de mi closet.

Después de haber logrado calmarme, me levanto y me visto, después ato mi cabello en una coleta.

Me miro al espejo, mis ojos hinchados y mis labios están más rojos que de costumbre.

Salgo de la habitación ignorando a mis hermanos, salgo hasta el auto y conduzco lentamente hasta el cementerio.

Las lagrimas regresan una vez que llego a el lugar donde enterraran a Bryan.

Me abrazo a mi misma y avanzo lentamente hasta llegar a la caja.

El corazón se me comprime dentro del pecho, las lágrimas me pican los ojos y muerdo mi labio, intentado ahogar un sollozo.

Me siento en una silla, varias personas llegan y se sientan detrás de mi, veo a mi hermano aproximarse a mi, nisiquiera volteo a verlo, solo da un pequeño apretón en mi hombro.

La ceremonia comienza, de mis labios se escapan varios sollozos ahogados entre las palabras del Padre.

-Ahora, su novia dirá unas palabras-. Dice el padre, me levanto con la hoja en la mano, camino hasta donde esta, le sonrió de lado y comienzo a hablar.

-Escribo esto con un cigarro y mi corazón hecho pedazos. Con una presión en el pecho justo donde se encuentra el corazón. Bryan, cariño, primero que nada, quiero agradecerte, estuviste ahí en todo momento, me viste caer y aún así, no me dejaste. Recuerdo uno de los últimos días en los que estuvimos juntos, estábamos ahí los dos, temblando, en medio del aire frío y la llovizna espontanea y lo único que se me ocurrió decir fue "me quiero quedar aquí contigo siempre". Solía ser feliz por cualquier cosa, ahora difícilmente sonrío,  todos somos otra persona después de alguien. Creo que nunca se está preparada para dejar ir a alguien a quien amas tanto, alguien que es parte de tu vida, de tus días, de tu ser. Te has ido y con ello te has llevado infinidad de sonrisas, en su lugar has dejado un mar de lágrimas, lagrimas que no cesan, lagrimas que duelen. Me sigues doliendo en lo más profundo de mí y es que sin mentir te he necesitado demasiado. Te he echado mucho de menos y no ha sido fácil asimilar que ya no vuelvas a estar nunca más a mi lado, al menos no físicamente. Te has ido tan inesperadamente que ni siquiera he tenido tiempo de decirte todo lo que te quiero. Lo mucho que han significado para mi todos los años que me regalaste tu compañía. No consigo olvidar los momentos en los que tu y yo llegamos a pasar, y no consigo olvidar tu sonrisa, tu mirada...,Recuerdo nuestro último momento, me atormenta tanto, muchas personas últimamente me preguntan que si realmente lo amo, y lo único que puedo responder es "Eternamente, y con todas las estrellas de mi alma". Nuestros recuerdos me atormentan-. Hago una pausa, para tomar aire- Amar es arte, y el arte es interpretado de maneras diferentes; por eso no hay que juzgar, no hay reglas para interpretar el arte. Amar a Bryan fue una de las mejores cosas que me ha podido pasar. Es muy difícil decirle adiós a alguien que sabes que jamás podrás olvidar. Con el no tenía que fingir del todo, creo que podía ser yo misma. La verdad de las cosas, es que nunca creí que fuese posible encontrar la felicidad entre nosotros, jamás creí que llegaría enamorarme tan a fondo de el, jamás creí que podía enamorarme de mi propio secuestrador. El era diferente, el no era como ellos, el me cuido, el me hizo sentir que valía mucho en los momentos en los que sentía que no aguantaría más. Me dio fuerzas, me dio amor. Créame que llore hasta que se me acabaron las lagrimas. Nunca lo dije, y no creí que llegaría a hacerlo, pero cuando me siento mal emocionalmente, pienso en el, y sonrío. Cuando recién salí, comenze a escribir cosas con las que yo creía que me sentía libre, pero deje de escribir por que las palabras dejaron de tener sentido, ya no eran capaces de explicar como me sentía, y es que ni yo se como me siento la mayoría de las veces. No puedo dejar de recrear en mi cabeza la última vez que lo tuve cerca. Todo me duele últimamente y no puedo dejar de llorar. Pero no vengo a hablar de como me siento, vengo a hablar de el y de mi. Creo que, lo necesito más de lo que nadie en este planeta podría jamás necesitarlo. El me salvo de todas las maneras posibles en que se puede salvar a una persona, solo sé, que dejare de quererlo hasta que las estrellas caigan del cielo,jamás te llamaría error, no después de tantas sonrisas. Bryan, no te olvidare, te quedaras siempre en mi, te quedaras a iluminarme en los momentos más obscuros, a salvarme con tus recuerdos cuando este triste. Cada quién elige como ser feliz, yo te elegí a ti. Te escojo en esta vida, y en todas, gracias por convertirte en el amor desventurado de mi vida. Esa última vez, me besaste con muchísimo amor.
Sabías que jamás nos volveríamos a reencontrar, tú lo sabías, lo único que puedo decir, es que enamorarme de él, fue uno de los mejores placeres que la vida me ha dado.-

Aislada; Bryan Mouque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora