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-¿Alize?- murmura suavemente Bryan llamando mi atención.

Levanto la mirada y respondo;

-¿Si?- murmuró, con la voz adormilada.

-Te quiero- responde, una sonrisa involuntaria sale de mis labios.

-Tengo miedo. No quiero ser lastimada pero, haslo, rompeme el corazón si realmente es necesario, sería un privilegio que tú, rompieras mi corazón- respondo con la voz entrecortada, el me observa con cautela.

-No lo haré, contigo podría soportar todo un infierno para sostener tu mano- dice, cierro los ojos y cuando los abro, están llenos de lagrimas.

-Entonces, toma mi mano y hagamos que esta vida cruel valga la pena- suspiro, el me sonríe.

Toma mi cabeza, acaricia lentamente mi cabello y junta nuestros labios ligeramente.

Hundo mi cabeza en su pecho, todo esta tan bien, todo esta tan en orden que me asusta, no eh escuchado a los dos idiotas en dos días, algo anda mal, algo debe andar mal.

-¿Y Navarro y Freddy?- pregunto, frunciendo el ceño.

-Estan viendo una estúpida serie, están obsecionados- ríe, me uno a su risa tan linda.

Sin separarme de el, levanto la vista.

Puedo observar su rostro desde otro anguló, de cualquier manera, es perfecto.

Sonrío sutilmente, sus facciones, sus pestañas, su risa, el....

-¿Que tanto me miras?- responde divertido.

-Veo lo lindo que eres- lo contradigo, un ligero color carmesí sube a sus mejillas.

Suelto una risa al verlo sonrojado, se ve tan tierno.

-¡No te rías!- exclama, con diversión.

Uno sus labios con los mios y sonrió, tenerlo tan cerca me pone tan nerviosamente feliz.

Se separa de mí, y me mira de lado.

-¿Tienes hambre?- asiento, el sonríe.- Vuelvo en 20 minutos.

Sale de la habitación, dejándome con la sonrisa más idiota que puede haber.

(...)

La puerta se abre y lo veo entrando con una pequeña caja de pizza.

-Debo de admitir que eso fue rápido- digo, el me sonríe.

Se acerca hasta mi, y se sienta en el suelo, deja la caja y una bolsa junto a el.

Abre la caja; el olor a queso derretido me inunda las fosas nasales.

Veo como abre la bolsa y de esta saca dos botellas de cerveza, yo lo miro con diversión.

-Estas loco si crees que tomare eso- señalo la botella, el suelta una carcajada.

-¡Por favor toma una cerveza conmigo!- exclama, riendo.

-No.- respondo.

-Por favor.-

-¡No!.-

-¡Por favor!.-

-Lo haré- acepto, el me pasa la botella de vidrío, doy un sorbo.

El sabor amargo inunda mis papilas gustativas, hago una mueca de asco, ¡la cerveza es un asco!

-¡Sabe horrible!- me quejo, el ríe observandome.

Comenzamos a comer la pizza, debes en cuando me lanzaba miradas divertidas al hacer muecas de asco, dando sorbos a la cerveza.

-No puedo creer que me hayas hecho tomar eso- le digo, una vez que terminamos de comer.

-Lo siento- responde, sonriendo.

-Sabe asqueroso- repito, el suelta una ruidosa carcajada.

-Mejor dame otro beso- junta sus labios con los mios.




Aislada; Bryan Mouque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora