Bind me || KookV +18

07

–¡AH! –gimió Taehyung muy fuerte.

–Ah, Tae...m-me encantas.

Jungkook dio una última estocada, para luego correrse en el interior de Taehyung y él hacerlo unos minutos después en su mano y un poco en las sábanas.

–Te amo Tae, te amo demasiado, eres el mejor novio del mundo, quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.

–Jungkook...Jungkook, ¡JUNGKOOK!

El castaño fue despertando y se dio cuenta de que todo era un sueño.

–Hijo, ¿te encuentras bien? –preguntó su madre. – estás muy pálido y tienes una cara de espanto

–Sí, si estoy bien mamá, no te preocupes.

–Okay, apresúrate que llegarás tarde a la escuela.

Su madre se retiró de su habitación cerrando la puerta detrás de ella.

Jungkook soltó un suspiro pesado mientras con ambos puños rascaba delicadamente sus ojos.

–Sólo fue un sueño Jungkook, tranquilízate, nada de eso fue real ni lo será nunca.

Definitivamente el beso de ayer le había afectado, aunque le gustó mucho, por lo que sonrió al recordarlo.

Se levantó de la cama y fue a darse una corta ducha para refrescar sus pensamientos, cosa que no funcionó del todo, ya que a cada rato se acordaba de la imagen de él diciendo que Taehyung era el novio perfecto.

Simplemente le daba asco la idea, no porque Kim sea feo ni mucho menos, ya que a Jeon de verdad le parecía muy guapo, pero simplemente no podía tener una relación.

¿Quién era realmente Jeon Jungkook?

¿Era el chico tierno y dulce que todos admiraban y amaban o era un depravado sexual y rompe corazones? ¿una mezcla de los dos tal vez? Nunca lo sabremos, o bueno, no por ahora.

Una vez listo bajó las escaleras hacia la cocina donde yacía su madre sirviendo su desayuno.

–Wow, hoy de veras te luciste madre –dijo el chico con su típica sonrisa de conejo que a todos mataba de ternura. Pues su madre le había preparado panqueques, jugo de naranja y licuado de fresa. Eso para él era "un bufet", ya que no acostumbraba a desayunar en esa cantidad.

–Me alegra que te guste hijo –dijo su progenitora devolviéndole la sonrisa. – pero come rápido, que llegarás tarde.

El castaño asintió y comenzó a comer algo apresurado.

–¿Y papá?

–Salió temprano al trabajo, tenía un par de cuentas que arreglar, al parecer una parte de la mercadería no pudo llegar a Francia. Dijo que él te pasa a buscar para que luego merienden juntos.

–Okey.

Cuando acabó, agarró su mochila, se despidió de su madre y se dirigió al garaje para que su chofer lo llevara.

Al llegar, todas las miradas se posaron en él, como de costumbre, pero él sólo buscaba una en particular, más no la encontró.

Varios metros adelante, yacían Jimin y Taehyung en sus casilleros conversando muy animadamente, hasta que algo o más bien alguien los interrumpió.

–Hola –habló una voz algo gruesa.

–Yoongi –chilló Jimin y fue hacia él.

–Hola bonito, ¿cómo estás?

–Bien, ¿y tú, hyung? –dijo con una voz melosa.

–Me alegro pequeño, bien también. Oye, ¿podemos ir a un lugar? Quiero enseñarte algo –dijo Yoongi con una sonrisa algo sínica.

–¡Claro hyung! –exclamó el más pequeño con una sonrisa- nos vemos luego Tae.

–Sí, adiós chicos.

El castaño claro se giró para ir hacia la biblioteca que quedaba cerca de la puerta principal.

Estaba por entrar hasta que escuchó que lo llamaban.

–¡TAE!

Se giró y pudo ver al hermoso Jeon Jungkook yendo hacia donde él estaba.

–Hola –habló animadamente el castaño claro cuando su amor platónico llegó hasta él.

–Tengo algo que decirte –dijo tomando sus manos. – ¿quieres ir a mi casa esta tarde? Podemos ver películas o lo que quieras.

–Claro que sí, me encantaría –dijo el pequeño con una sonrisa que irradiaba luz y contagiaría a cualquiera que lo viese.

–¿En serio? –preguntó emocionado Jungkook. – genial. ¿Qué te parece si cuando viene mi padre por mí merendamos con él y luego vamos a mi casa?

–Sí, seguro, sólo déjame avisarle a mi mamá.

–Claro –dijo soltando sus manos y tomándolo por la cintura. Se fue acercando lentamente a sus labios y lo besó tiernamente. – bueno, ya no te molesto más, llama a tu madre.

–Está bien, te veo luego –pronunció Taehyung con la misma sonrisa de antes y procedió a llamar a su madre.

Era un suertudo, definitivamente.

http_Yoonmin_