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Una vez finalizadas las clases, los dos tortolos se dirigieron tomados de las manos hacia la puerta principal, donde yacía el padre de Jungkook, en el cordón de la calle, recostado sobre el auto observando su celular.

Taehyung se sentía algo nervioso, pues iba a merendar con el padre del chico que amaba.

–Hey, ¿qué sucede? Te noto algo tenso –cuestionó Jungkook

–Nada, es sólo que, e-estoy algo nervioso de conocer a tu padre, es todo.

–Tranquilo, ya le comenté que venías con nosotros y estaba muy emocionado por conocerte –dijo pasando su brazo detrás de su cabeza y sobando su brazo.

–Está bien, también me emociona conocerlo, pero me da miedo que no sea lo que él esperaba.

Esas palabras causaron algo en Jungkook, otra vez ese asqueroso pensamiento de que Taehyung quiere ser su novio, es decir, no estaba completamente seguro de eso, pero las palabras, las miradas, todo daba índices a Jungkook de que Kim quería ser su novio. Simplemente no, no podía serlo y quería dejárselo en claro cuanto antes. Si aceptaba, sólo sería sexo, nada más.

–Hola chicos –su padre interrumpió sus pensamientos.

–Hola papá, él es el chico del cuál te hablé.

–Buenas tardes señor, mi nombre es Taehyung –dijo Tae haciendo una reverencia.

El señor Jeon miró a Tae con una sonrisa para luego abrazarlo.

–Es un gusto conocerte, estaba con muchas ganas de hacerlo, mi nombre es Jeon Lee Young.

–El gusto es mío señor –dijo Tae un poco menos nervioso.

–Bueno, una rica merienda nos espera, ¿nos vamos?

–Sí –dijeron ambos chicos al unísono.

–Muy bien, suban.

Así lo hicieron. Durante todo el camino se la pasaron escuchando música y Tae respondiendo preguntas por parte del señor Jeon.

Bajaron en un restaurante e inmediatamente la mandíbula de Taehyung se fue al suelo cuando vio de cual se trataba. Éste era el restaurante "Butterfly", uno de los más caros de la ciudad.

–¿Aquí merendaremos? –preguntó el antes nombrado.

–Sí, aquí venimos seguido –respondió Jungkook.

–Wow, una comida aquí debe salir carísimo.

–Mi padre pagará todo, así que puedes pedir todo lo que quieras –dijo sonriendo y tomándolo de la mano.

–¿Entramos? –preguntó el señor Jeon.

–Claro –respondieron.

Dentro todo era súper lujoso para Kim. En la planta principal estaba el mostrador en el centro y alrededor muchas mesas y sillas color blanco, con un servilletero en el medio. Las paredes estaban pintadas de un gris claro con blanco. A la izquierda estaban los sanitarios. Todo era lujoso y elegante.

Ellos fueron a la terraza, donde habían luces led blancas colgadas por los barandales, igualmente había mesas y sillas blancas. Se podía ver toda la ciudad desde ahí. Eligieron una mesa cerca de los barandales.

Tae pidió un licuado de fresa y dos medialunas dulces con almíbar, Jungkook uno de Nutella y una dona de chocolate y el señor Jeon un café e igualmente unas medialunas, pero saladas.

Durante la merienda, se la pasaron contando anécdotas graciosas y riéndose de los malos chistes que contaba el padre de Jungkook.

Una vez que terminaron de comer, Lee Young pagó y se dirigieron a la casa.

Llegaron en unos 25 minutos. La casa era hermosa. Tenía dos pisos. Era de un color marrón muy claro, a la derecha estaba la puerta y al lado de ella un ventanal donde se podía ver una oficina. A la izquierda el garaje y arriba de este un comedor al aire libre.

–Entren –dijo el señor Jeon.- yo iré a trabajar y tu mamá no está Jungkook, cuidense, adios.

-Adios -respondieron al mismo tiempo.

Ambos chicos entraron. La sala era enorme, había un sofá familiar blanco y dos individuales, igualmente blancos, a los lados, en el medio una pequeña mesita con algunas revistas, en frente una chimenea y arriba de este un Smart TV. Era de concepto abierto, por lo que estaba conectada a la cocina, había una gran isla blanca en el medio, las alacenas eran negras y la mesada de un mármol blanco. A un costado estaba la escalera y al lado de esta, el comedor que se podía ver desde afuera.

-Wooow –pronunció el más pequeño. –tu casa es hermosa Jungkook.

-Gracias –respondió el nombrado. – vamos, te enseñaré mi habitación.

Tae lo tomó de la mano y juntos subieron.

Entraron y la mandíbula de Kim, nuevamente se fue al suelo. Era de color azul marino, en el centro había una gran cama con una frasada del mismo color de las paredes, sobre ésta una repisa con muchos trofeos de fútbol americano, al lado de la puerta un gran armario con puertas de espejos y del otro lado un baño. A un costado de este un sillón como para tres personas y en frente un gran Smart TV con una consola.

–Dios, me encanta esta habitación –dijo Tae, el cual estaba como niño pequeño en una dulcería.

–Qué bueno que te guste –pronunció el mayor- ¿qué quieres hacer primero?

–¿Podemos jugar videojuegos?

–Claro que sí –respondió sonriendo. – si quieres hacer algo, sólo hazlo, no pidas permiso, mi casa es tú casa.

Ese gesto le pareció muy tierno a Tae, el cual se paró de puntitas, rodeó su cuello y besó tímidamente los labios contrarios. Jungkook lo abrazó de la cintura y le siguió el beso.

Al pasar unos segundos, Jungkook (quien estaba comenzando a excitarse) lo elevó, a lo que por reflejo Kim enredó sus piernas en la cintura del chico al cual amaba, sintiendo un bulto irse formando en su entrepierna. Tae se sintió orgulloso de ser él el que provocó eso, y como por arte de magia el tímido Taehyung desapareció. Empezó a dar saltitos, a lo que Jungkook simulaba embestidas. Ambos gimieron ante la fricción separando sus labios.

Jungkook fue al sofá, donde se sentó con Tae sobre él. Empezó a besarlo con desespero mientras Tae seguía restregando su trasero sobre el miembro del mayor.

–Si sigues con eso...ah, t-tendré que castittarte –habló cortadamente Jungkook debido a los jadeos que soltaba.

–Hazlo, daddy –dijo Taehyung con la voz ronca, lo cual provocó que toda la sangre del mayor se fuera a su entrepierna. El menor gimió cuando sintió la gran y dura erección sobre su trasero.

Jungkook comenzó a sacarle la camiseta mientras no dejaba de besarlo. Una vez que lo logró, fue dejando un camino de besos desde la boca de Kim hasta sus pezones erectos, donde se detuvo para lamerlos, succionarlos y morderlos.

–Ah...Jungkook –gimió el más pequeño.

–No gemirás mi nombre, lo gritarás pequeño travieso –susurró en su oído causándole escalos fríos.

http_Yoonmin_

Bind me || KookV +18Onde histórias criam vida. Descubra agora