Bind me || KookV +18

06

–¡ESTÁS HABLANDO EN SERIO! –gritó Jimin muy emocionado.

–Shhh, baja la voz.

–Lo siento, pero es que no puedo creerlo Tae.

–Pues créelo.

Hoy era sábado, por lo que Jimin y yo nos quedamos en mi casa, pasaríamos un fin de semana juntos.

Acabamos de mirar una película en Netflix, y me pidió que le contara todo lo que había pasado con Jungkook en esta semana.

–¿Y tú? ¿Qué ha pasado con Yoongi?

–Pues nada interesante, también me ha llamado lindo y hermoso algunas veces, me dio su número y me pidió el mío, pero es muy frío, no me coquetea ni mucho menos me ha dado un beso como Jungkook a ti, creo que no está interesado Tae –dijo bajando su cabeza.

–Hey, no te pongas triste, eres un chico muy hermoso, por dentro y por fuera y pues si no es él, otro será. Tampoco creo que Jungkook esté muy interesado en mí que digamos, no me quiero ilusionar.

–Tienes razón –dijo regalándome una sonrisa. – no debo preocuparme, si no es él, otro será. Gracias de veras, eres un gran amigo, Tata.

Automáticamente le lancé un cojín, que el muy bastardo esquivó.

–Deja de llamarme así, sabes que no me gusta.

–¿Por qué? Yo creo que es un apodo muy lindo.

–No, ya basta –digo serio.

–Uy pues okey, tranquilo malhumorado.

Rodé los ojos y reí.

–¿Quieres hacer licuados?

–¡SÍ! –exclamó Jimin como un niño pequeño.

–Está bien, vamos.

Hicimos licuados de plátano y fresa. Luego fuimos a mirar una serie en Netflix nuevamente.

Y así pasamos nuestro fin de semana, no salimos a ningún lado y Jimin se quedó a dormir en mi casa.

Finalmente llegó el lunes y nos arreglamos para ir a la escuela.

Cuando salimos del edificio, nos encontramos con el auto de Jungkook.

–Hola chicos –dijo el antes nombrado.

–Hola –dijimos al unísono.

–¿Qué haces aquí? –dije.

–Los vine a buscar –dijo con una sonrisa.

–Oh, emm, es muy amable de tu parte –dije devolviéndole la sonrisa.

–Vamos suban, llegaremos tarde.

Iba a subir atrás con Jimin, pero Jungkook me detuvo.

–No, tú vienes aquí adelante –dijo con una sonrisa coqueta.

Mis mejillas ardieron como lava, y sin emitir palabra alguna, subí a la parte del copiloto.

Durante todo el camino, Jungkook tomó mi mano, y sólo la soltaba para poder cambiar de velocidades. Ese gesto me pareció muy tierno, por lo que el rubór de mis mejillas no cesó en ningún momento.

Al llegar, me abrió la puerta y entramos tomados de la mano al colegio.

Todas las miradas se posaron en nosotros. Algunas de ternura, otras de envidia, de parte de las chicas y los chicos.

Las mariposas revoloteaban con fuerza en mi estómago. No éramos novios, pero al parecer le gusto, no lo sé, estoy confundido.

Cuando llegamos a mi aula, estaba por despedirme de él con un beso en la mejilla, pero rápidamente corrió su rostro. Lo miré confundido.

No pasó ni un minuto y ya me encontraba contra los casilleros.

–Me encantas –susurró en mi oído.

No lo podía creer, ¡NO ERA UN SUEÑO, ESTO ERA REAL!

Lo miré a los ojos y sonreí.

–Tú también me encantas Jungkook –dije de igual forma.

Me miró a los ojos una última vez, para luego besar mis labios.

Se movían rítmica y experimentadamente sobre los míos. Eran suaves y su saliva era dulce, muy dulce, podría acostumbrarme a este sabor y ser mi postre favorito. Mordió mi labio inferior arrancándome un gemido. Metió su lengua en mi cavidad bucal recorriéndola por completo. La saliva comenzó a escurrir por los costados, pero no me importaba, este momento era único.

Nos separamos por falta de aire y un hilo de saliva nos unía.

Besó castamente mis labios para después rodear mi cintura, a lo que yo rodeé su cuello parándome de puntitas, ya que era más alto que yo.

–Me encantas, me encantas, me encantas, me encantas –dijo pegando su frente a la mía.

–También me encantas y mucho, no te imaginas cuánto.

Mordió su labio inferior e unimos nuevamente nuestros labios, en un beso tierno, con su toque hambriento.

–Nos vemos después, precioso –dijo besando mi mejilla.

–Sí, claro, adiós.

Parecía una vieja enamorada, debería dejar de mirarlo así.

¿¡PERO A QUIÉN LE IMPORTA!? ¡JEON JUNGKOOK DIJO QUE LE ENCANTABA! ¡Y ME BESÓ TRES VECES! ¡TRES!

Okey, basta.

¡PERO NO PUEDO CON MI VIDA! DIOS MÍO.

Con una estúpida sonrisa de enamorado, me dirigí al salón.

Ahí yacía Jimin esperando en su lugar junto al mío.

–¿Y a tí qué te sucede?

–La vida es hermosa, ¿no crees? Hace un día precioso hoy.

–Tae, está lloviendjok... ¡TAESJKIUNJ, SHUEJTAMJE!

–Shhh, cállate.

El muy bastardo lamió mi mano, a lo que automáticamente la retiré.

–¡JIMIN! ¡QUE ASCO! –grité limpiando mi mano por su camiseta.

Para mi mala suerte, entró el profesor más estricto, el señor Lee.

–Taehyung, a dirección, ahora.

Le dirigí una mirada de odio a Jimin y me levanté para dirigirme a mi destino. La dirección. Donde tenía que pasar el resto del día escuchando a mi amigo el director. Iba tantas veces, que ya nos conocíamos mucho, jugábamos a las cartas o me contaba anécdotas (probablemente la mayoría inventadas) donde casi muere.

Hoy será un largo día, de eso estoy seguro...

http_Yoonmin_