No sabía lo que había pasado. Después de haber montado el numerito del siglo, Ana y los Habitantes habían seguido a la chica, que al parecer se llamaba Brenda, para buscar comida y ella se había sentado lo más lejos posible de todos en un pasillo, tratando de ignorar sus miradas curiosas.
Por lo menos les habían dado alimentos. Eso ya era algo.
—Nunca dejarás de comer, ¿verdad? —cuestionó una voz que conocía muy bien.
Ana levantó la mirada para encontrarse allí a Newt, quien la observaba con una sonrisa de lado.
—Ni aunque me quiten el estómago —negó ella, mientras soltaba una risa.
El chico se sentó a su lado, chocando con su hombro, sin decir nada. De repente se giró y abrió la boca para hablar, antes de ser interrumpido.
—Ni una palabra sobre lo que pasó con Minho —advirtió ella, amenazadoramente y señalándole con el dedo.
Newt cerró la boca y sonrió de forma traviesa.
—Muy bien, Annie. No diré una sangrienta palabra —dijo el muchacho, pero sin quitarle la mirada de encima y sin cambiar su expresión.
Después de unos minutos, la chica ya no aguantó más que la mirara de ese modo, como si tuviera un gran secreto que contarle.
—¡Vale ya! ¡Di algo de una vez! ¡Y quita esa cara de "yo sé algo que tú no"! —se rindió Ana.
—Pero me dijiste que no...
—¡Olvida lo que dije! Y dime ya lo que piensas antes de que explote.
Newt rio. Sabía que su amiga no tardaría mucho en dejar que su intriga le ganara.
—Bueno, tengo muchas preguntas, pero la más importante de todas es: ¿Lo que sea que esté pasando entre tú y Minho te hace feliz? —dijo el chico, poniéndose serio de repente.
A Ana la pregunta la pilló desprevenida. No era tonta, sabía perfectamente que los sentimientos que había entre ella y Minho eran románticos, pero tampoco sabía qué significaba aquello o si era algo bueno.
—¿Feliz? Esa es una palabra grande, Newt. Pero sí me da mucha alegría, me siento como en una nube, digo más de lo normal. Le quiero tener conmigo todo el tiempo y a la vez no soporto que sea un imbécil, pero en realidad lo que no soporto es que tenga este efecto sobre mí; le odio por querer tenerle—explicó Ana.
—Parece complicado—comentó el muchacho—,pero ¿sabes? En las sangrientas condiciones en las que estamos viviendo o, mejor dicho, sobreviviendo no hay demasiadas alegrías, Annie. Sé que no necesitas a nadie para ser feliz, siempre fuiste un espíritu libre, pero si puedes agarrarte a esa alegría que te provoca, hazlo, porque tal vez no tengas otra oportunidad.
La chica giró la cabeza para mirarle y estudió el rostro de Newt. Tenía el ceño fruncido y la mirada perdida, pero al mismo tiempo parecía estar concentrado en algo. Quitando la zona de sus ojos, las facciones de su cara estaban relajadas y serenas y Ana supo que estaba pensando en algo, probablemente en la respuesta que le daría.
Newt giró la cabeza al sentirse observado y compartieron una mirada sincera, que duró unos minutos, mientras esperaban a que Ana dijese algo, para llenar el tranquilizador silencio que se había formado.
—No haces bien tu trabajo —dijo la chica por fin, mientras sonreía y rompía el contacto visual—. Se supone que eres como mi hermano. Deberías actuar como alguien extremadamente sobreprotector, que trata de alejarme de los chicos hasta que cumpla los treinta.
Newt soltó una carcajada.
—Buena esa. Digamos que soy como el hermano que te empuja a superarte, ¿vale? —propuso el muchacho, encogiéndose de hombros.
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Maze Runner: La Prueba de la Esperanza
Fanfiction❝Tienes el espíritu más inquebrantable que he visto.❞ Cuando Ana llega a un lugar llamado el Claro, un laberinto que se mueve como una ouija en el que viven unos bichos-monstruos y donde está atrapada y sin memoria, los chicos que viven allí, no tar...