19. Si caemos, lo haremos juntos

1.2K 119 126
                                    

La chica seguía en silencio, algo no muy propio de ella. Antes tenía la intención de hablar, pero al observar a Newt, con la mirada perdida y los ojos cristalizados mirando a través de aquella ventana, supo que debía esperar a que él dijera algo.

—¿La ves? —dijo el muchacho, sollozando y señalando con su dedo a una niña—. En la fila más alejada, la tercera del lado izquierdo.

Ana observó a la muchacha y, por la forma en la que su amigo la miraba, supo en seguida quién era. Tal vez no se le dieran bien las matemáticas o la inteligencia lógica en general, pero sabía leer las emociones de las personas.

—Tu hermana Lizzy, ¿verdad? —asintió la joven, recordando la vez que le había hablado de ella.

—Bueno, ahora la llaman Sonya —dijo con amargura—. No me dejan ni verla y encima he tenido que fingir que la he olvidado para que no me castiguen.

Ana se extrañó de que el chico le estuviera hablando con tanta naturalidad de algo tan personal y, en ese momento, supo que Newt y ella tenían bastante confianza. Pero, en aquel instante, no lo pensó realmente, tal vez porque estaba demasiado interesada en lo que decía, tal vez estaba preocupada por el chico y su hermana o tal vez fueran ambas cosas.

—Hice lo que me pidieron, dejé de utilizar mi nombre real —continuó hablando—. Creo que fui uno de los últimos en retenerlo. Pero el de ella nunca lo olvidaré. Tendrán que matarme primero.

—Lo sé. Por eso yo no puedo simplemente dejar de llamar Deedee a mi hermana, tampoco. Está siendo muy difícil —comprendió Ana.

—Aún así me creo afortunado. Ella sigue aquí y puedo verla ahí tumbada. No todos tienen esa suerte —dijo él, limpiándose las lágrimas que brillaban en sus ojos—. El mundo se ha ido al infierno y esto es todo lo que puedo tener.

La chica parpadeó confusa. Newt no parecía tener esperanza para nadie, ni si quiera para sí mismo. Él rechazaba la posibilidad de que pudieran tener algo mejor, pero ella no lo creía así.

—No es cierto —murmuró, haciendo que el muchacho girara la cabeza para mirarla por primera vez desde que habían llegado allí—. El mundo siempre ha tenido cosas terribles y épocas muy oscuras, pero incluso en esos momentos había cosas buenas. ¿Sabes? Normalmente les damos más poder a las cosas malas, porque nos hacen sufrir, pero yo no pienso darle ese poder al mal; no lo merece. Tengo a mi hermana y tú a la tuya; claro que debemos estar agradecidos por eso, pero no creo que sea algo bueno el conformarse y no esperar nada más de la vida, porque si no tenemos esperanza en nosotros mismos, ¿cómo la puede haber para el mundo?

Newt se quedó en silencio un par de minutos y luego habló.

—¿Y si no la hay? —preguntó el chico—. ¿Y si esperar algo mejor solo nos decepciona?

—Entonces no sería tener esperanza, sino expectativas demasiado altas —respondió ella.

El silencio volvió a reinar otros minutos, en los que el chico seguía en sus pensamientos, mientras Ana observaba a su hermana.

—¿Tienes familia? —preguntó Newt.

La chica suspiró, sacudiendo la cabeza como si tratara de alejar un mal recuerdo, antes de hablar.

—Ahora solo somos yo y Deedee.

—¿Entonces cómo puedes tener esperanza después de todo lo que te han arrebatado? —cuestionó el chico, sin entenderlo—. ¿Cómo puedes creer que hay algo mejor para nosotros con toda la sangrienta desgracia que nos rodea? CRUEL cree eso, pero mira lo que nos hace.

Maze Runner: La Prueba de la EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora