The Sadistic Mind 2... [Terminada]

CAPITULO 1

Marzo de 1966

Mire cuidadosamente mi entorno y este era de un aspecto totalmente burdo y tenebroso, aparentaba ser alguna especie de inmensa bodega que no me transmitía ni la mas remota sensación de seguridad. Las sombras que cruzaban entre las penumbras del lugar estremecían mi piel, y el sonido del viento se colaba entre los ventanales rotos ocasionando que el estresante silbido helara mi piel. Observe la corriente de sangre que navegaba entre mis pies y eleve una ves mas la vista con el pulso completamene agitado, sintoendo que perdía el aliento al encontrarme con la extraña silueta del sujeto que me observaba a varios metros de distancia entre la plena obscuridad, a solo unos segundos antes de que elchirriante sonido ensordecedor me despertara de sobresalto.
Azote un fuerte golpe contra el despertador intentando regularizar mi caótica repiración después de aquel indescifrable sueño, el cual se había repetido durante las últimas semanas. Me oculte entre las sábanas removiéndome levemente en busca del cálido contacto que no logre percibir.

-¿Harry? - hable con la voz aun adormecida, apartando el cobertor para encontrarme en plena soledad. Y a mi lado solo se hallaba una pequeña nota escrita con boligrafo negro.

         "Cariño,John me llamo muy temprano esta mañana
te veré mas tarde. Anoche fue asombroso.
Te amo. Harry"

Deje escapar unapequeña risita al recordar la noche anterior, vaya que Harry no tenía límites durante nuestros momentos de pasión. Pero eso ciertamente me encantaba.

Me puae de pie rápidamente, notando que esa maña el tiempo volaba con rapidez, y no quería demorarme demasiado.
Me duche y me prepare para el trabajo. Me maquille en solo unos segundos, y cepille mi cabello a prisa antes de salir al pasillo hasta llegar a la últuma habitación del corredor. ¡Cielos! Aun sentía esa pequeña presión en el estómago con cada vez que abría la puerta por la mañana, para encontrarme con la diminuta criatura que dormía plácidamente en el cunero de colores pastel.

-¿Lottie? - susurre, llegandi cuidadosamente a su lado para despertarla con la mayor delicadeza posible.
Como esperaba, ella emitió pequeños lloriqueos en desacuerdo y yo suplicaba que no destara un ruidoso llanto en esos momentos, y es que aun que me desagradara aceptarlo, Harry era mejor que yo para lidiar con esas situaciones. Sin embargo, y por suerte para mí, la pequeña niña, volvió a la serenidad y finalmente pude tomarla en brazos para comenzar a prepararla para salir.

Reí sin poder evitar tomar un par de fotos a Lottie que por fin estaba lista ante mí. Me había ocupado de cubrirla exhaustivamente, debido a que el frío de las calles era alarmante.
La pequeña bebe lucia mas cómica que nunca con toda esa cantidad de diminutos abrigos que la cubrían de pies a cabeza mientras ella continuaba balbuceando  en su respectivo lugar en  la cama.
La mire con atención y note el ligero parecido que tenía con Harry, lo cual sin dudas me llenaba de satisfacción.

-Estas hermosa cariño - murmure, tomándola nuevamente en brazos para llevarla junto conmigo a nuestro acostumbrado destino. Lottie era un demasiado menor para asistir a una guardería, y yo había pensado en ausentarme al trabajo por algunos meses para cuidarla, pero mis padres se habían ofrecido a ayudar y al final acepte encomendárselas.

-¿Qué ocurrió contigo? - pregunto la dramática mujer en cuanto me miro a la entrada de su casa, y rodee los ojos suponiendo lo que diría.

-Nada mamá... - suspire, entregándole a mi hija, para intentar eacapar rápidamente pero su insistencia me detuvo.

-Lices axhausta y estas más pálida de lo usual, quizás te presionas demasiado... - alego con el mismo tono irritante.

-No mamá, estoy bien, debo irme... - hable presurosa, volviendo en dirección a mi auto para escapar.

-O quizás el trabajo no es el problema - interrumpió de nuevo, y la mire vagamente mientras subía a mi vehículo - ¿Tu y Harry se desvelan haciendo...? - intento cuestionar y la detuve de inmediato al presentir su pensamiento.

-Por Dios mamá! - eleve el tono de mi voz y ella carcajeo, era claro que a esa mujer le divertía la situación y al menos mi padre no estaba ahí. Ya que, aun con todo el tiempo transcurrido, el seguía desconfiando en ocasiones de Harry. Pero suponía que eso era común en él.
Me despedí vagamente de mi atolondrada madre y maneje etre las nubladas calles de aquel día gris, en dirección al enorme edificio federal, donde me encontraría con el cotidiano deber mañanero.

Camine entre los atestados corredores y mis zapatos resonaban en el pulido suelo de cerámica me dirigía en busca de Kevin, ya que el era la persona que se ocupaba de informarme las nuevas noticicias de cada día.
Observe la hora en mi reloj y comenzaba a percatarme de que tenía varios minutos de retraso, pero mi andar fue saboteado encuanto una mano fría cubrió mi boca para jalar fuertemente a mis espaldas, llevándome a rastras hasta una oficina a un costado del pasillo.