The Sadistic Mind 2... [Terminada]

CAPITULO 57

Cuando finalmente me había deshecho de la fachada de agente del FBI, o de chica desprotegida. Opte por tomar mi arma y suspire sabiendo que bajo las prendas que utilizaba no había tenido la oportunidad de colocarme un chaleco antibalas. Debido a que mis prendas eran realmente escasas y sabía que solo de esa forma podría lucir como una de las mujerzuelas que concurrían a ese maldito bar tan peligroso. Ahora todo lo que tenia era la pistola que Harry me había entregado antes de partir, y me había ocupado de ocultar esta con dificultad en mis ajustados shorts de cuero, ya que en la zona de mi torso contaba únicamente con un sostén de exótica perdería.

Ahora todo comenzaba para mi y el corazón me palpitaba a mil por hora,  pero podría decirse que no guardaba ningún signo de temor en mi, en realidad era mas como una presión de adrenalina que me hacia sentir furiosa y ansiosa por hacer algo de inmediato, en contra de toda la mafia que habitaba en ese sitio, y especialmente hallar al hombre que habíamos buscado por meses y que causaba tanta controversia en mi vida en esas fechas. 

~NARRA HARRY~

Me había encargado yo mismo de lo que tuviésemos que hacer cuanto antes para salir de ese maldito lugar que ponía mis nervios de punta y que me hacia mantener la cabeza únicamente en Alice.
Trataba de confiar en que ella podría cuidarse por algunas horas hasta que pudiésemos salir de ahí con el crminal entre nuestras manos o con al menos un gran grupo de rufianes a quienes arrestaríamos en caso de ser realmente necesario.
Y es que a pesar de que deseaba sacar mi arma y detener a todos los presentes,  sabia que eso era imposible. Y luchar contra toda esa gigantesca cantidad de criminales seria una locura y el único perdedor seria yo.

Bien. Por ahora quizás Sinner comenzaba a convertirse en lo menos importantes ahora que mis ojos se encontraban de frente con la realidad y me esforcé mas que nunca por mantener la calma mientras a mi alrededor se desarrollaba una gran gama de crímenes en solo segundos, y las pequeñas sexo servidoras que iban de un lado a otro yo sabia que eran todas menores de edad, eran inoscentes niñas que habían sido arrastradas a esa vida infernal.

-Concéntrate - me dije a mi mismo tratando de verificar el área en solo minutos para así poder realizar un plan sencillo, y mi único trabajo era pretender formar parte de ese amplio grupo de mafioso. Necesitaba pretender ser un simple descarriado que buscaba las huellas de Sinner, o en este caso utilizaría su nombre real, Sam Linner. Me había encargado de beber un par de cervezas y desarrollar una pasajera conversación con algunos de los sujetos presentes que en realidad parecían demasiado afectados por las drogas y el alcohol como para brindar demasiados detalles - Lo eh buscado por algunas semanas, solíamos conocernos hace varios años junto con Morgan Goff y Gregor Divony - mentí descaradamente y sin embargo el hombre frente a mi parecía tragarse absolutamente todo.

-Ellos casi siempre pasaban las noches aquí, pero últimamente solo eh visto a Sam - confeso el mismo sujeto misterioso de apariencia empedernida, cabello grasoso desordenado al igual que su prominente barba.

-¿Él viene con alguna otra persona? - pregunte con curiosidad, manteniendo la discreción y el sujeto fumaba su cigarrillo mientras observaba fijamente a las niñas de ni mas de 15 o 16 años de edad que bailaban por encima de la barra de alcohol.

-En ocasiones,  lo veo con algunas chicas del bar, pero nunca viene acompañado y nunca se marcha con nadie - aseguro y me abstuve a bufar, sintiendo que eso brindaba muchos detalles.

-Gracias - bebi el último sorbo de mi amarga cerveza y finalmente me aparte, dejando a ese hombre solo para proseguir con mi caminata, en busca de cualquier otro detalle de importancia. Rondaba por el área e intentaba saber cual seria nuestro próximo plan, estando ahí no había mucho que hacer excepto esperar a que Sinner apareciera, o entonces encargarnos de la mafia que se encontraba ante nuestros ojos. Sin embargo yo no quería tomar ninguna clase de decisión sin antes consultarlo con el resto de los agentes, pero estos se habia perderdido de mi vista y lo único que podía hacer ahora era amargarme aun mas por lo que miraba y por lo que apenas lograba tolerar. Pero bien. En realidad no había planeado hacer nada en absoluto,  realmente no había estipulado que las cosas se darían por si mismas cuando me vi de pronto en una zona mas privada al llegar a la entrada de un corredor que se abría paso frente a mi, y estaba seguro que nada de ese sitio me interesaba en absoluto. Quizás esas recámaras serian exactamente lo que yo pensaba. Posiblemente se trataba de los lugares donde las prostitutas brindaban sus servicios íntimos y por un segundo pude incluso escuchar las voces que llegaban a mis oídos aun cuando la música del entorno resonaba con fuerza.
- Louis - suspire contra la radio que guardaba en el bolsillo de mi abrigo y finalmente suponía que debíamos marcharnos, pero antes de que pudieses hacer nada mas, un par de sujetos cruzaron bruscamente a mi lado para caminar a lo largo del corredor mientras arrastraban junto consigo a una pequeña chica rubia que lloraba ruidosamente mientras ellos le dedicaban un par de violentos golpes que evidentemente la aturdian y la dejaban débil. Mire el inesperado acto que se habia interpuesto justo en esos momentos sin que yo lo hubiese previsto, y observe al par de grandes sujetis moerenos que entraron luego a una de las habitaciones para encerrarse finalembte ahí con  la chica que lloriqueaba ruidosamente.
- Largate de aquí Harry - grito mi conciencia. Esto no me incumbia. Esto no me incumbia.¡Mierda! ¿A quien engañaba? Por supuesto que me incumbia. Yo era un maldito agente del FBI y mi trabajo era proteger a las personas. Y esa chica no seria la excepcion.
Apreté los dientes tratando de mantener la calma, pero sabia que eso ya ho tenia sentido alguno y mi conciencia se habia ido dramáticamente cientos de metros bajo tierra cuando me pregunte a mi mismo, lo que sentiría si aquella chica fuese Alice, o si aquella chica fuese mi propia hija, que era abusada por un par de hijos de puta que posiblemente la asesinarian esa misma noche. No podía permirirlo

Abrí la puerta de un fuerte golpe y fui consiente del grupo de miradas que volvió drasticamente a mi.
El duo de criminales me miraron fijamente pero yo solo tuve capacidad para analizar la situación a la chica semidesnuda quere respiraba agitada por la boca, su nariz sangraba y las lágrimas en sus ojos caían por sus sucias mejillas.
No me encontraba en mis mejores capacidades de mantener la compostura y no planeaba adentrarme en rodeos.
-Dejenla ir - demande con un gruñido, dando unnpasi para entrar a la habitacion donde solo demore un segundo mas para darme cuenta de los variados artefactos que se encontraban en la cama, todos ellos eran objetos para llevar a cabo una sádica violación y tortura y mis ojos volvieron al par de maleantes cuando unos de ellos llevo su mano al bolsillo de sus pantalones y supuse de inmediato que tenia un arma.
-Ni siquiera lo pienses hijo de puta - grite tomando con mas rapidez mi arma - FBI, quiero a ambos contra la pared - eleve la voz pero claramente ese par de descarriados no planeaban obedecer y me vi forzado a reaccionar cuanto antes cuando uno de ellos disparo contra mi. E inconcebiblemente había esquivado la bala agresora, justo antes de disparar sin mas que esparar para aniquilar a ambos sujetos sin pensarlo dos veces.
La chica rubia gritaba y yo mire con espasmos a los dos hombres que había asesinado en el último segundo.
Y no me arrepentía de haberlo hecho, pero ahora debía largarme de ahí cuanto antes, sabiendo que en cualquier momento aparecerian el resto de los hombres de ese bar que seguramente se volverían contra mi en cuanto supieran que yo había  asesinado a dos de los hombres presentes ahí, quienes muy probablemente pertenecían a una gigantesca mafia interminable y peligrosa.
-Vamonos- demande, sujetando con fuerza a la chica que había salvado para darme media vuelta y escapar de ahi a lo largo del corredor mientras un grupo de sujetos nos observaban al otro extremo del corredor y se acercaban a paso rápido sospechando lo secedido. - ¡Corre! - dije sin esperar nada mas y jale a la chica escapando de ahí cuanto antes y avisando a todos los agentes involucrados esa noche mientras podía sentir que el peligro se aproximaba y yo me encontraba en el centro de ese lugar rodeado de peligrosas víboras que en cualquier instante notarían que yo era un intruso y seria mi fin.