The Sadistic Mind 2... [Terminada]

CAPITULO 31

Suspire agradecida de aquella repentina paz interior que saboreaba en compañía de Harry al haber obtenido al menos esa mañana libre de trabajo para poder pasar un par de horas mas a su lado sin preocuparnos del trabajo, del caso, o de las víctimas involucradas en el.

Reí una vez mas, permitiendo que el cosquilleo en mi intetior fuese todo lo que pudiese pensar en esos momentos mientras él besuqueaba mi piel y ronroneaba adorablemente al volver lentamente a mi cuello para susurrar una infinidad de dulces palabras que me debilitaban rápidamente.

- Te amo - gemí junto con él al girar con fuerza para dejarlo recostado y deslizar mi cuerpo por encima de él al mismo tiempo en que enfrentaba sus suaves labios que ahora se encontraban mas rojos que nunca después de haberlos besado durante el ultimo par de horas.

-Yo igual mi cielo - dijo él con un amplio suspiro sin abandonar mi boca que aun se negaba a abandonar la suya. Sonreí entre besos, deslizando mis manos a su nuca para jalar de él y besarlo con mas locura en tanto los segundos transcurrían y él respiraba ruidosamente y ahogaba sigilosos gemidos con cada ocacsión en que yo me removía contra su intimidad. Gruñi como un gatito sobre su diminuta presa, que en esos momentos era Harry quien tomaba el papel del indefenso ratón cuando hundí mi rostro en su cuello y mordí su piel salvajemente para escucharlo gemir con mas fuerza antes de soltar una ronca carcajada. - Tenemos tiempo aun preciosa - susurro a mi oído, girandome de nuevo para recostarme bajo su impetuosa anatomía al tiempo en que me impartía su excitante peso en mi y el calor que me transmitía me hacía vibrar de éxtasis al saber bien a lo que él se refería, pero yo sabia que ya era demasiado tarde para ello. Mire discretamente la hora en el reloj de pared y sabia que John solo nos había concedido hasta medio día y ahora solo teníamos una hora para alistarnos rápidamente. - Hagámoslo rápido
princesa - mordió suavemente el lóbulo de mi oreja y reí, estremeciéndome ante su atractiva insinuación.

-Es tarde - susurre con un suspiro, tratando de mantener la estabilidad aun cuando mis piernas se aferraban instintivamente a su cuerpo.

-Mi amor, tu boquita dice no... pero tu cuerpo me dice que
si - bromeo atrevidamente y solté una fuerte risotada cuando lo sentí sonreír contra mi hombro, dejando un par de besos ahí en tanto su pelvis se movía delicadamente contra mi entrepierna, simulando excitantes envestidas que me hacían perder la cabeza.

-No lo creo - tome aliento, esforzándome por lucir fuerte ante él para apartarlo y salir de inmediato de la maldita cama que era mi condena cuando me encontraba a su lado.

-No podrás escapacar mi cielo - murmuro con ese ápice tan retador y fascinante y lo escuche seguirme mientras el golpeteo de sus pies descalzos se aproximaba por detrás de mi, y sabía que en algún momento me quebraría por él durante nuestro transcurso en la ducha.

-No, Alice, no... concéntrate... es tarde - me dije a mi misma y borre la sonrisa de mi rostro para centrarme en lo importante, debía enfrentar mi deber finalmente, y sabía que debíamos apresurarnos y no perder mas tiempo