The Sadistic Mind 2... [Terminada]

CAPITULO 51 (Hot)

~NARRA ALICE~

Nuevamente Harry se había encargado de toda la abrupta bomba de excitación en que nos habíamos convertido al llegar a casa esa noche, y siempre me era tan fácil olvidarme de los problemas cuando estaba con él.
Y mas aun esa noche en que nos habíamos desatado un apasionante maratón de sexo. Dando inicio en la ducha, donde solo habíamos demorado algunos minutos antes de que la cama  se convirtiese en nuestro próximo punto principal.  Carcajee cuando caímos al suave acolchado y ambos escurríamos agua en las sábanas, puesto que recientemente había dejado la ducha,  y me di cuenta que habíamos olvidado cerrar las llaves de la regadera, y el sonido del agua al caer se escuchaba hasta donde nos encontrábamos nosotros ahora.

-La regadera - gemí, ladeando la cabeza para permitirle devorar mi cuello de forma hambrienta , entre salvajes besos y mordidas que me robaban el aliento mientras sus manos continuaban sujetando mis piernas firmemente en su cintura para darme el soporte necesario, en tanto su cuerpo se iba violentamente contra mi, una y otra y otra vez.

-Espera... déjame terminar con esto primero - gimoteo como un degenerado contra mi piel y yo sentía enloquecer al escucharlo.

Ahogue un par de gritos cuando nos aproximábamos por milésima ocasión al orgasmo y Harry me dominaba, sujetando ahora mis manos con fuerza para llevarlas sobre mi cabeza y someterme a sus penetrantes envestidas que me llevaban al cielo una y mil veces mas.

-Así, así,  mi amor, me gusta que seas malo - lo tente con mis palabras, jadeando sin control y él se retorcía de placer sobre mi cuerpo, sin detener ni por un segundo sus movimientos que me conducían a la satisfacción junto con él. Harry gruño con fuerza, como una fiera hambrienta y ambos continuabamos gimiendo a todo volumen mientras él rechinido de la cama me hacia delirar.
Finalmente sus manos se destensaron y debilitaron al soltar las mías, y me aferre a él desesperadamente, poniendo los ojos en blanco cuando el orgasmo nos llevo a los dos rápidamente hasta la cima. Harry curveo su cuerpo, tirando la cabeza hacia atrás,  descargándose nuevamente en mi y emitiendo otro apasionante gemido ronco y genatural que estremeció mi piel por completo y me hizo vibrar de éxtasis por debajo de su impetuso
cuerpo. - Cielo Santo - suspire cuando él se dejo caer sin mas fuerza sobre mi y ambos respirábamos con dificultad, mantenéndonos en silencio y en esos momentos el único sonido presente era el de nuestra aceleración y el ruido del agua cayendo de la regadera. - La regadera - resople unos minutos después acariciando el húmedo cabello ondulado del chico que emitió un pequeño quejido por mi insistencia, pero al final obedeció, poniéndose débilmente de pie para dirigirse se vuelta al baño, y yo lo mire con una pequeña sonrisa, apreciando cada detalle de su sensual desnudes.

-Eso fue una locura Alice Everson - lo escuche decir con un tono encangardo desde la ducha y au voz retumbo en el eco, antes de que lo viera volver después de haberse encargado de cerrar las llaves del agua.

-Lo se abuelito... parece que aun no has perdido el toque - me burle y él rio con ese tono dulce y adorable que tanto amaba.

-Gracias, princesa, es halagador para mi escuchar eso - aseguro, empujándome cuidadosamente para hacerme rodar en la cama y de inmediato se deshizo de las sábanas que ahora se encontraban completamente empapadas por agua que habíamos esparcido en ellas.

-Y debo decir que para ser madre, aun mantienes ese cuerpo de stripper que tanto adoro - contraataco, y aun cuando sus palabras parecían bastantes sexistas, yo las había tomado por el lado amable.

- Gracias, creo que eso es lo mas lindo que me has dicho desde que nos casamos - asegure entusiasmada, después de todo yo sabia que después de mi embarazo, mi cuerpo por supuesto no era el mismo. Y me había esforzado por mantener mi línea, pero claramente no tendría de vuelta mi esbelta figura de quinceañera, sin embargo saber que Harry aun me miraba como a una tentadora y enloquecedora stripper era complaciente.

-Sabes que solo bromeo, mi cielo... tue eres mas como una princesa - corrrigió y reí cuando él regreso a la cama, después de haber tomado otro par de cobertores secos del aramario.

-Gracias, eso es adorable - susurre, mirándolo fijamente entre la obscuridad cuando él apago las luces y se aproximo lentamente hasta mi, cubriéndonos con el cobertor y acurrucándose después a mi lado para poder descansar.