El Laberinto solo fue una prueba. Ahora ___(TN), Thomas, Chuck, Newt, Minho, Aris y los demás Habitantes que lograron escapar del Laberinto, tendrán que atravesar el Desierto para llegar a la cura contra la Llamarada.
Para sobrevivir, deberán empren...
El mounstro se acerca más a mí, de su mano izquierda saca una cierra. Esquivo su ataque dando un salto hacia atrás; casi me parte a la mitad.
Me lanzo a un lado lejos de sus asquerosas manos. El muy maldito se mueve rápido, tuve que rodar por el suelo para evitar que me aplaste el cerebro. Golpeó su brazo el arco, no parece dolerle.
Me deslizó debajo de él y le arranco una de las flechas que tiene en el estómago. La pongo en el arco y apunto de nuevo al cerebro. De su otro brazo aparece unas pinzas y trata de atraparme, fallé el tiro. La flecha se incrustó en una de las lámparas amarillas que tiene en el brazo derecho y al parecer eso sí le dolió, dejó de moverse demasiado rápido.
Eso es, su punto débil son esas lámparas. Me lanzo a su espalda y extiendo el arco por cuello, lo tomó de cada extremo y lo presionó, en un intento de ahogarlo.
-muere maldito- murmuró.
Le arranco un par de flechas de la cara y salto de su espalda en el momento justo que el mueve su estúpida cierra hacia mi cara.
Cuatro. Cuatro flechas son las que pude recuperar. Guardo tres en el carcaj y la otra la coloco en el arco, esta la disparó a una de las lámparas que tiene en la pierna. Un horrible sonido sale de su garganta.
-¿te dolió maldito?- disparó otra.
Las lámparas que tienen una flecha están apagadas, y hacen al mounstro más lento y débil cada vez que una se apaga.
《 Thomas, las lámparas son su punto débil 》.
Observo a los otros Habitantes, al parecer se dieron cuenta que lo mismo que yo.
《Gracias por el dato》.
Disparó flecha, tras flecha. Esquivo sus ataques y trato de recuperar mis flechas. La mayoría de las veces resivo un rose de la cierra, tengo varios cortes y raspones.
Sólo una lámpara más y este mounstro estará acabado. Con su pinza me toma de la pierna y me alza. Mi cabeza cuelga y veo todo al revés. Lo golpeó con mi arco para ver si me suelta.
Mis intentos son en vano. Acerca la cierra a mi cuerpo y cierro los ojos resignada a que me partan por la mitad. La hoja de la cierra logra hacer un corte en mi blusa; sin embargo, no toca mi piel.
Abro mis ojos al sentir como mi cuerpo se impacta con el duro suelo. El mounstro esta muerto.
-¿estas bien?
-enano, te irás al infierno- lo abrazo-. Por primera vez estoy feliz de que no me hagas caso.
Chuck de alguna forma se las arregló para acabar al mounstro y salvarme la vida. Ahora me ha quedado claro que ya no es un niño, estoy orgullosa de él.
-¿qué crees que debamos hacer ahora?- pregunta, mirando en todas direcciones.
-buena pregunta, mmh...- miro alrededor buscando una respuesta. La tormenta no tarda en descargar toda su furia sobre nosotros y por lo visto no será brisa tranquila. Los ataúdes de donde salieron estas asquerosas cosas nos pueden servir para protegernos de la lluvia- vamos a las cápsulas de donde salieron estas cosas.
Le arranco todas las flechas del cuerpo al mounstro y las coloco en el carcaj. El semblante de Chcuk cambia en un par de segundo, ahora parece que se hará poplus en los pantalones.
-¿qué te pasa hombrecito, tienes miedo?- enarco una ceja con expresión divertida.
-¿miedo? Por favor.
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