SEMPRE forever (Español).

CAPITULO 36

36

Carmine estaba en una niebla mientras se arrastraba de la cama al día siguiente. Después de lavarse el sudor y la suciedad de su cuerpo, miró su reflejo en el espejo. Necesitaba desesperadamente un corte de pelo y un afeitado, pero por lo demás parecía el mismo Carmine DeMarco. La misma persona que había visto cada día durante años, pero ya no se sentía el mismo. No es porque fuera más viejo o más sabio, ni mucho menos. Era por ella.

Sonrió cuando vio a Haven en la biblioteca, sus dedos rozando los lomos de una fila de libros.

Sacó uno de un estante, frunciendo el ceño mientras estudiaba la portada. Se rio al ver su expresión, y sus ojos viraron bruscamente en su dirección.

—No te oí salir de tu habitación.

—Tú no eres el único que sabe cómo ser sigiloso, Ninja. —Volvió a colocar el libro en el estante—. Mmm, bueno, tal vez deberíamos conseguirte una campana.

—Oye, al menos yo no te provoqué casi un infarto. Solías sobresaltarme como la mierda. Un par de veces estuve seguro que tendrías que hacerme °RCP.

Ella arqueó las cejas.

—No estés tan seguro. Haces que mi corazón se acelere cada vez que te acercas a mí.

Él se acercó rápidamente a donde estaba ella y se inclinó para besarla. Le mordisqueó el labio inferior mientras se retiraba, presionando su palma contra su pecho.

— ¿Cómo está ese corazón?

—Se siente como si fuera a explotar.

—No lo hará —dijo—. Es fuerte; no se va a romper.

Su sonrisa decayó.

— ¿Me lo prometes?

Carmine la miró fijamente, confundido por su repentino cambio de actitud, cuando comprendió lo que había dicho.

—Prometido. Haré lo que sea necesario para asegurarme de que siga latiendo.

—Bien.

—Entonces, ¿qué estás haciendo en la biblioteca?

Se dio la vuelta, explorando los libros de nuevo. —Estaba buscando algo para leer. Siento como si tuviera que aprender algo.

°Reanimación Cardio-Pulmonar.

—Salí de la escuela por el verano, ¿y decides que es hora de aprender? Eso es un poco como retroceder.

—Lo sé, pero si voy a ser libre, no debería ser estúpida.

—No eres estúpida, pero no hay nada malo en el aprendizaje. Si quieres aprender, te apoyaré con eso. De hecho, ¿sabes qué? Tengo una idea.

Agarrando su mano, ella no ofreció resistencia cuando la empujó hacia las escaleras. Una vez que llegaron a la oficina de Vincent en el segundo piso, Carmine agarró el pomo, pero vaciló. Llamó a la puerta en su lugar, y Corrado abrió, dando un paso a un lado para que pudieran entrar. Haven se puso rígida mientras tomaba asiento, mirando a Carmine nerviosamente cuando Corrado caminó hacia el otro lado de la habitación.

— ¿Necesitas algo? —preguntó Vincent desde detrás de su escritorio, sus dedos se detuvieron en las teclas de su ordenador portátil.

—Me preguntaba cuán difícil sería conseguirle a Haven un DEG°.

Vincent se reclinó hacia atrás y se subió las gafas sobre la nariz.

— ¿Ahora?

—Bueno, no en este maldito minuto, pero sí pronto.