CAPITULO 29

33 1 0
                                    

29

Carmine caminó de un lado a otro en el vestíbulo, el sonido de sus pies contra el suelo de madera haciéndose eco a través de la planta baja. El sol no había salido y ya no podía estar quieto.

Tras lo que pareció una hora, aunque solo unos pocos minutos habían pasado, un coche se detuvo en la parte delantera. Él abrió la puerta con tanta fuerza que se sorprendió de no arrancarla de las bisagras.

—Llegas tarde.

Dia lo empujó fuera del camino para entrar en la casa.

—Tú me dijiste a las seis. Son las cinco cuarenta y cinco.

Su ceño se frunció.

—¿Aún no son las seis?

—No, no lo son. —Ella le entregó un pedazo de papel—. Relájate, va a ir bien.

—¿Estás segura? Quiero decir, es suficiente, ¿no? —Dia levantó las cejas, su expresión causando que surgiera su estúpido pánico—. Cristo, esto es demasiado. Estoy pasando mi límite.

—A ella le va a encantar, Carmine.

—Nunca he hecho nada de esto antes —dijo él—. No sé lo que estoy haciendo.

—Lo sé. Es dulce de tu parte. Estoy más que feliz de ayudar.

—Gracias —dijo él—. Voy a conseguir algo de dinero en la ciudad y te pagaré por tu trabajo.

Ella se echó a reír.

—No hay necesidad. Esto es nuevo para mí. Tengo muchas ganas de pasar el rato con ella.

— ¿No jodas? ¿Realmente quieres socializar con una chica en mi vida?

Dia rodó los ojos.

—No es culpa mía que acostumbraras solo poner a Lisa a 'gemir' alrededor.

°°°

Haven recogió su tortilla de huevos con queso y champiñones, escuchando como Dia despotricaba sobre la escuela, mientras estaban sentadas en una cabina en Crossroads Diner, un pequeño restaurante en el centro de la ciudad. Dia la había despertado una hora antes y le pidió a Haven que fuera a desayunar con ella. Ella se había resistido, con miedo a salir de casa sin permiso, pero Dominic llamó al Dr. DeMarco para asegurarse de que estaba bien. No sabía por qué estaba allí, pero estaba agradecida de que alguien quisiera pasar tiempo con ella.

Incluso si esa persona era todavía un misterio para Haven.

Después de que Dia terminaba sus tortitas, se excusó para ir al baño. Haven se puso nerviosa cuando desapareció. Estar en público sola, rodeada de extraños, la puso al borde.

—¿Qué hace una belleza como tú comiendo sola?

Ella se puso rígida cuando Nicholas se deslizó en el reservado frente a ella.

—Estoy con Dia. Ella se fue... a alguna parte.

—Genial, será agradable verla —dijo—. También, tengo una pregunta para ti.

Ella lo miró con aprensión.

—¿Qué?

Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó una pequeña caja de color rosa con corazones de caramelo, vertiendo algunos de ellos en su mano.

—¿Cómo llamas a la novia de un vampiro?

Ella sonrió. Otra broma.

—No lo sé.

SEMPRE forever (Español).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora