26 || call

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— Cariño

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— Cariño...

— Dustin, de verdad no quiero hablar de eso —cortó Giselle a su hermano.

— Queremos ayudarte, necesitamos que nos digas que pasó —habló ahora Shawn.

— Por favor, no quiero hablar de eso.

La castaña se abrazó más a su hermano y sorbio su naríz.

Siempre recibía uno que otro insulto y lo entendía perfectamente, pues era parte de lo que conllevaba ser famosa, pero esto ya era otra cosa. Jamás la habían insultado en persona y mucho menos al punto de estar a punto de pegarle.
Eso había herido realmente su corazón.

Jensen, Jared, Stella, Shawn, Dustin, Lucy, Sprayberry, Tyler, Shelley y Holland, incluso Misha había hecho facetime con ella disculpandose por no poder estar ahí pero logrando sacarle una sonrisita, habían ido a visitarla con tal de subirle el ánimo, y aunque si sirvió de mucho e hizo sentir a Giselle muy querida, pero seguía con el ánimo por el subsuelo y de vez en cuando volvía a tirarse a llorar.

El teléfono de la castaña comenzó a sonar y Holland lo tomó, sonriendo al ver quien era por que sabía que haría a su amiga felíz.
Tyler frunció el ceño al ver la sonrisa socarróna de Holland y se acercó a ver de quien se trataba, casi dando un grito de fangirl al ver el nombre. Shelley también se acercó y sonrió.

El teléfono volvió a sonar.

— ¿Me van a decir quien es o dejarán que el celular siga sonando? —masculló Giselle con su rostro escondido en el pecho de Dustin.

— Es Luke —dijo Shelley con emoción.

Giselle extendió el brazo para que le pasaran el celular. Holland se lo tendió y ella se incorporó en el sillón mientras secaba un poco las lágrimas en sus mejillas antes de contestar.

— ¿Hola?

¿Bebé? ¿Cómo estás? —escuchar la voz de Luke a través del teléfono hizo a Giselle sonreír un poco.

— Bien, todo está bien —maldijo internamente cuando su voz salió más aguda de lo que pretendía.

No eres buena mintiendo, Giselle —la pequeña risita de Luke hizo sonreír a la actriz otra vez—. ¿Quieres contarme qué pasó?

— No quiero hablar de eso.

Bien, entonces supongo que tendré que ir y hacerte cosquillas hasta que me digas —Giselle seguía sonriendo a través de sus mejillas empapadas en lágrimas y sus amigos no podían creer como con sólo una llamada del australiano cambiaba su ánimo.

— ¿Vas a venir? —dijo ella con ilusión.

¿Quieres que vaya?

Suspiró.

— Sí, realmente me haría sentir mejor —mordió su labio y espero una respuesta.

Entonces estaré ahí en menos de lo que te des cuenta —aseguró—. Pero, ahora tengo que irme, Petunia acaba de atacar un cojín y son nuevos.

Ambos rieron—. Nos vemos.

Nos vemos, bebé, y por favor ya no llores —Giselle asintió aunque él no podía verla.

— Gracias por llamar, Luke, me hizo sentir mejor, te quiero —dejó salir inconsientemente y sus amigos la miraron sorprendidos.

No fue nada, te quiero más.

Y después de intercambiar un adiós, Luke colgó.

Giselle dejó su teléfono en su regazo y cuando alzó la vista, todos sus amigos -excepto Jensen- la miraban con una sonrisa socarróna.

— Ugh, callense.

— No dijimos nada —Dylan seguía sonriendo.

— Pero estaban a punto —rodó los ojos.

— Luke y Giselle, sentados debajo de un árbol...

El canto de Tyler fue interrumpido cuando la castaña le aventó un cojín en la cara.

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐀𝐋 𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 ➺ luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora