23 || next morning

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Lo primero que vi al despertar fue la mata de rizos dorados de Luke y enseguida me alarmé

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Lo primero que vi al despertar fue la mata de rizos dorados de Luke y enseguida me alarmé.

— Mierda, ¿qué... —me calme cuando vi que Luke seguía con su ropa puesta al igual que yo, señal de que ninguno había cometido una estupidez.

La cabeza me dolía a más no poder y sentía el sabor a vomito en mi aliento.

Me volví hacia Luke y sonreí al ver todas sus facciones tan relajadas mientras dormía.

Los rizos que caían en su rostro, las pecas que adornaban su naríz y parte de sus pómulos, sus pestañas, sus labios entreabiertos mientras soltaba pequeños ronquidos. Era una escena tan adorable.

Me detuve a ver sus labios un poco más y el vivido recuerdo de mis labios estampandose contra los de Luke llegó a mi, enseguida me quise golpear.

Nunca en mi vida vuelvo a tomar, lo juro.

Me levanté de la cama y corrí al baño, cerrando la puerta detrás de mi.

— Bravo, Giselle, acabas de sacar un boleto para tener la situación más incómoda de tu vida —mascullé.

Me lavé los dientes y me eché agua en la cara unas mil veces para asegurarme que no seguía soñando.

Cuando salí de baño, me sobresale al encontrarme con Luke frente a mi con un vaso de agua en una mano y una pastilla en la otra.

— Me imaginé que te dolería la cabeza —se encogió de hombros y me tendió el vaso junto con la pastilla.

Los tomé y camine hasta la cama para sentarme mientras tomaba la pastilla.
Sentí la mirada del rubio encima mientras me acababa el agua.

Dejé el vaso en la mesa de luz y cuando alce mi vista Luke seguía viéndome, por lo que la volví a apartar y comencé a jugar con mis dedos.

— ¿Recuerdas todo lo qué pasó anoche?—rompió el silencio.

Asentí lentamente.

— No es un secreto que me gus...

— Me sentiría más cómoda si olvidamos lo que pasó —lo interrumpí.

— ¿Qué? —me miró algo incrédulo.

— Estábamos ebrios, no pensábamos las cosas, fue un error y no significó nada —me encogí de hombros—. No quiero que esto arruine nuestra amistad, Luke. Mejor hay que olvidarlo.

Luke se quedó en silencio unos segundos y temí que estuviera enojado.

— Si eso es lo que quieres, está bien.

Sonreí de lado pero al mirar su expresión sería mi pequeña sonrisa se esfumó.

— ¿Te quedas a desayunar?

— No, debo irme —se levantó de la silla frente al escritorio donde estaba sentado y se acercó a besar mi frente antes de salir de mi habitación.

Bufé y me dejé caer en el colchón.

La puerta se abrió y Stella se asomó:

— ¿Qué le hiciste a ese pobre chico?

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐀𝐋 𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 ➺ luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora