𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐀𝐋 𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 ➺ luke hemmings

33 || flowers

Abrí la puerta del departamento mietras batallaba con mi maleta y lo primero que vi fue Petunia, que corría a mis pies, sonreí y me agaché para acariciarla un momento, cuando me levante vi a Marlene sonriendo, con un ramo de tulipanes y peonias en un florero detrás de ella.

— ¡Hola, Elle! —exclamó mi mejor amiga.

— Hola —dejé mi maleta en la entrada y cerré la puerta para acercarme al gran ramo—. Dios, ¿quién te mando esto? —pregunté emocionada por saber si Lena tenía algún enamorado, hace tiempo que no estaba en una relación estable -a excepción de O'Brien pero eso no era nada formal-.

— No es para mí, tonta, ni siquiera me gustan los tulipanes —rodó los ojos—. Lee la tarjeta.

Me acerqué al ramo y tomé el pequeño sobre para abrirlo y sacar la pequeña tarjeta.

"Felicidades, bebé!! Sé que lo harás genial, te mereces eso y más

Luke xx."

Sonreí como tonta y me apresure a sacar mi celular del bolsillo trasero de mis jeans y marcar el número de Luke, quien no tardó nada en contestar.

— ¿Ya llegaste? —fue lo primero que dijo.

— Acabo de llegar, me encantó la sorpresa, por cierto —dije mientras me mordía el labio, intentando contener mi sonrisa, aunque no funcionó.

— ¿De verdad? —preguntó con voz tímida, y pude jurar que una sonrisa se formaba por su rostro también.

— Claro que sí, tonto. Es hermoso —solté un suspiró involuntario y escuché la risita del rubio—. Gracias, Lukey. No tenías por que hacerlo, pero me encantó el detalle.

— Sólo... Quise hacerlo —estoy segura que se encogió de hombros—. Y pensé que la ocasión era la mejor, por lo de la serie. Además también sería un agradecimiento por cuidar a Petunia.

— Sabes que no fue nada, Luke, además, Lena también me ayudó.

Sentí que Marlene se acercó y pegó su oído también a mi celular, queriendo escuchar la conversación. Rodé los ojos y puse el altavoz, pues sabía que no me dejaría en paz.

— Hoy tenemos una presentación en Wango Tango, y me gustaría que vinieras... Claro si quieres ir y no estás ocupada —se escuchaba algo nervioso y eso me hizo sonreír un poco.

— No me lo perdería por nada —aseguré emocionada.

— Genial, entonces supongo que te veo allá, ¿a eso de las 6?

— Perfecto, ahí estaré.

Lena comenzó a dar saltitos de emoción y rodé los ojos, estaba por gritar cuando le pegué en el brazo y en cambio me miró mal y me regreso el golpe.

Intercambiamos unas palabras más y después Luke colgó pues estaba en la prueba de sonido.

Entonces, la castaña por fin dio varios saltos y gritos de emoción.

— ¡Luke y Giselle, sentados bajo un árbol, besandose!

— Eres una idiota —bufé.

— Vamos, Elle, él chico te trae cu cu, ¿por qué no lo admites ya? —insistió.

— Tal vez si me gusta un poquito —vi como comenzaba a emocionarse—, pero sólo un poco, no exageres. Estamos llevando las cosas despacio, creo.

La castaña dio saltitos otra vez y corrió a su cuarto.

— ¿Qué haces? —fruncí el ceño.

— Voy a darme un baño, ¿creíste que irías sola? —habló desde su cuarto—. Lo lamento, pero yo necesito ver a Luselle en todo su esplendor.

Rodé los ojos y terminé riendo.

Leí la pequeña tarjeta unas mil veces y me acerqué para oler de nuevo las flores y le tomé algunas fotos al ramo antes de caminar con mi maleta a mi cuarto y dejarme caer en la cama con la sonrisa más grande del mundo.