"01 : Que pase el tiempo"

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-Llegaste - trato de sonreir, pero solo salió una mueca.

-Claro, soy un beta con mucha energía.

-¿que tal todo allá? - pregunto revolviendo su café,  era el tercero que llevaba de la noche.

-Todo bien, ya sabes, esta bien - Murmuró acomodándose a un lado de el omega.

-Oh....¿le dijiste todo lo que paso aquí, cierto? - Jungkook asintió a la pregunta - ¿como reacciono?.

-Sabes, el dijo dile que estoy bien, pero parecía todo lo contrario, mi olfato no es el mejor, pero incluso este simple beta percibió toda la tristeza que emanaba - le explico, Yoongi acarició los cabellos del menor, Jungkook valía oro, tan gentil, cariñoso y gracioso, era justo lo que necesitaba Yoongi en estos momentos.

-Vamos, dime como reacciono.

-El se puso muy triste, ¡Casi viene para acá! Si no fuera por el estúpido Taehyung estaría contigo ahora mismo - Jungkook se jalo de los cabellos soltando un suspiro frustrado.

-Aún le importó.

-Claro que si, eres Min Yoongi - dijo Jungkook tratando de animarlo.

-Debería ir a verlo...

-¿tu crees? No creo que fuera una mala idea - dijo algo pensativo.

-Jungkook, nos necesitamos, tengo que ir...- Yoongi se puso de pie tambaleándose para luego estrellarse contra el piso.

-¡Yoongi! - Jungkook lo tomo en brazos y lo llevó a su habitación, la habitación de Yoongi era oscura, había puesto tablas en la ventana, por dentro y por fuera. Los muebles estaban todos en un mismo lado, incluyendo la cama, en el otro extremo de la habitación estaba el piano de su abuela, ahí se quedaba toda la noche, tocando sin preocuparle que otros estuvieran durmiendo.

Lo dejo en la cama y sobo sus piernas y al llegar hasta arriba sintió algo mojado, vio sus manos y estaban con sangre, Yoongi lo miro asustado, Jungkook le saco los pantalones con delicadeza, se percató que sus piernas estaban llenas de cortes, como en sus brazos, pero estas era recientes.

-Yoongi...

-N-no Jungko-kok, no veas...No veas.. - se intento cubrir,  Jungkook miraba perplejo sus piernas, cuando salió de su transe, corrió en busca de un botiquín, tomo al omega nuevamente en brazos y lo llevó a la ducha, preparó el agua y lo dejo en la tina, podría ser raro que ahora Yoongi estuviera desnudo y Jungkook viéndolo, pero no era nada pervertido, solo era un amigo preocupándose por otro, Yoongi lloraba, lloraba por que no podía hacer nada, nada bien.

-Mierda Yoongi, que bien que te vi a tiempo, podrías haberte desangrado...

-Namjoon.....Namjoon....- lloriqueo, Jungkook lo miro entristecido, su amigo estaba mal, no era la primera vez que se dormía llorando y diciendo el nombre de Namjoon.

Lo seco y vistió con su pijama de Kumamon, para dejarlo en su cama, luego de eso Jungkook se fue, a la mañana volvería.

Yoongi despertó a la hora despues de que Jungkook se fue, observó las vendas en la parte inferior de sus piernas, también las nuevas que Jungkook había puesto en sus brazos.

Si, los cortes no eran una salida, no eran una solución, ¿Que más da?.
Variados Psicólogos le habían repetido lo mismo.

"No es la solución, tienes que ser feliz".

Serán estúpidos, ¡El solo se desahogaba! Y no crean que era lo único que hacía, los cortes eran lo ultimo que estaba probando.

Primero fue saltar desde el acantilado hacia el mar, liberar adrenalina, se resfrío dos veces en el mes.
Luego fue el saco de boxeo que Yugyeom le había prestado, en varias ocasiones Jungkook tuvo que curar sus manos.
Estaba escribir las cosas, pero siempre terminaba rompiendo la hoja y prendiendole fuego.
El piano era su constante ayuda, eso sí que había ayudado, su abuela había obligado a su padre y sus tíos a llevarle el piano e instalarlo de alguna manera en la habitación.
Y ahora eran los cortes, cuando Yoongi veía su sangre correr por los brazos o piernas de alguna manera se sentía como si todo el dolor de lo mereciera.

Claro que estaba mal, pero el no lo aceptaría.

Ahora mismo estaba sentado frente al piano, tocando la misma melodía que Namjoon tanto lucho por aprender, era una melodía tranquila, alegre. Sus ojos se nublaban de lágrimas, de melodías alegres pasaban a tristes, expresándose por completo, como si el piano gritara todo lo que el no podía.

-¡Maldita sea! - golpeó las teclas por frustración. Iba a salir por la ventana, pero se dio cuenta que estaba con tablas - que idiotez...
Bajo las escaleras sin cuidado, poco le importaba, no le prohibían salir, sus padres ya no se metían en las siguientes estupideces de su hijo.

Quería correr, quería sentir el viento contra su cara, contra su pelaje. Hace mucho que Yoongi no estaba en contacto con su lobo, a veces se preguntaba si seguía ahí.

-¿Estas conmigo? - se pregunto para si mismo, a veces creía que su lobo era su mitad más importante, también creía que le hablaba, a veces creía que estaba loco - Vamos amigo...quiero cambiar..

Pudrete.

Okay, eso no era lo que pensaba por respuesta, gruño y sonrió, al menos alguien le hablaba.

-Tanto tiempo..

Idiota.

-No es necesario malos tratos - Yoongi cerró sus ojos y se sintió triste.
En el momento en el que las lágrimas amenazaban con salir, sintió el cambio, sintió como sus huesos cambiaban y el lobo gris se dio a ver.
Movió su cola feliz, y corrió por todos lados, incluso se sintió raro, hace tanto que no sentía la felicidad en su máxima, que ahora mismo se sentía raro.

Me gusta estar así, que pase todo rápido, que pase el tiempo.

Pensó mientras se perdia por el bosque.

¿Omega? no lo creo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora