"14 : fuerza."

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Durante ocho meses Seokjin se había encargado de cumplir todos los deseos que Namjoon requería, incluso había llegado a rentar un cómodo departamento para compartir y estar más atento de su omega. Los primeros meses Namjoon había decidido quedarse en su casa, y fue todo un lío. Aquellos meses se habían tratado de llamadas en la madrugada, uno que otro cambio de ánimo, mimos en exceso y gastar mucho dinero en comida. Seokjin amaba recordar lo difícil que partió todo esto.

2do mes de embarazo. Día 14 de noviembre, 4:45 AM.

Seokjin se encontraba cómodamente durmiendo, el día anterior había sido agotador, y sus dos trabajos de medio tiempo resultaban ser un gran desgaste de energía.
Había un perfecto silencio, hasta que sonó la alarma, o eso creía Seokjin. Busco su teléfono a ciegas y lo tomo para apagar la alarma, hasta que se fijo en el nombre de la pantalla.

"Llamada entrante de Mi bebé"

Frunció el ceño y contestó.

-¿Sucede algo be..?

-¿Por que tardaste tanto? ¿estas ocupado? ¿Dónde estas? - Namjoon se escuchaba histérico al otro lado de la línea. Seokjin, un tanto aturdido, balbuceo en busca de una respuesta, su cerebro no funcionaba muy bien de madrugada.

-Bebé, Estoy en mi casa, estaba durmiendo - dijo con un bostezo- ¿Sucede algo?

-Si - ahora se escuchaba avergonzado - mis padres no están en casa y mi hermana tampoco, y yo...bueno yo quería...Es estúpido. Lo siento, no te quería molestar. De seguro estas cansado.

-Bebé, ¿Qué necesitas? - pregunto sentándose en la cama mientras que se restregaba los ojos.

-Yo de repente tuve antojo de pizza y...En la casa no hay.

-¿Pizza? Amor, es muy tarde para pizza - dijo Seokjin sonriendo. Se levantó a buscar su abrigo y sus zapatillas para colocarse ambas prendas.

Namjoon soltó un sollozo - Sólo molesto.
Y cortó.
Seokjin parpadeó y soltó un bufido, busco sus llaves y se dirigió al auto de su padre para buscar algún local abiertó a estás horas. Las calles se encontraban vacías y a excepción de clubes nocturnos, todo estaba cerrado. Se mantuvo dando vueltas por el centro de la ciudad hasta que encontró un local abierto las 24 horas del día. Se estacionó y se bajo celebrando. Entró al local y se dirigió al trabajador que ahí se encontraba aburrido, hasta que noto a su cliente, su sonrisa se amplio.

-¿Que necesita? - pregunto el chico con amabilidad.

-Una pizza familiar extra queso y dos latas de refresco, para llevar.

-En seguida le traigo su pedido -  dijo el chico desapareciendo.

Seokjin se divirtió durante los próximos quince minutos viendo como giraba un pequeño ventilador, hasta que llegó el chico con su pedido, agradeció y dejo una considerada propina.
Corrió al auto y se marchó a casa de Namjoon. Tardó unos minutos y cuando llegó notó que no traía las llaves de emergencia que la madre de Namjoon le había dado. Tocó el timbre y esperó respuesta, desistió luego de unos minutos. Se acercó al árbol y con estrategia, subió Hasta la ventana sin que la pizza y los refrescos cayeran en el intento. Por fortuna para el, la ventana estaba abierta, entro y se encontró con un omega con sus auriculares puestos y viendo videos en su computadora. Seokjin encendió la luz y Namjoon pego un saltito del susto, se le quedo viendo y luego miro la caja de pizza, sus ojos se cristalizaron y se levantó para abrazar a Seokjin. Ambos comieron y charlaron a gusto Hasta que la pizza término, decidieron acurrucarse juntos y dormir.

¿Omega? no lo creo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora