¿Omega? no lo creo.

"07: Intentarlo"

La familia Min ya estaba al tanto de la situación de su hijo, al igual que sus amigos, Yoongi pronto saldría de aquel hospital que tanto odiaba, por que ahora lo odiaba, debido a que su enfermero favorito ya no estaba trabajando, Jimin había terminado su servicio como estudiante, debía volver a la universidad e ir a clases.

-Quiero irme - se quejo Yoongi, Namjoon se encontraba leyendo una revista mientras que su amigo salía del trance en el que se metía a veces, lo observó y puso los ojos en blanco, Yoongi bufo y se cruzó de brazos.

-Mañana ya estarás en tu cómoda cama, tranquilo, tu cueva sigue siendo la de antes - Namjoon rió junto con Yoongi. Jungkook, Yugyeom y Hoseok habían limpiado y ordenado la habitación de Yoongi, la que parecía un nido tenebroso.

-No veo la hora de estar en una habitación normal, lo único interesante aquí es el cuadro de piña que esta en la puerta - ambos miraron el cuadro, Yoongi bufo, no, no era interesante - Creo que dormiré unas ocho horas, así que, adiós.

-Idiota, duerme bien - Namjoon beso la frente de su amigo y salio de la habitación, bajo por las escaleras y salio del hospital, camino unas cuantas calles hasta encontrar el lugar en donde había quedado con Seokjin y entro, sonrió cuando lo vio sentado mientras revolvía una taza y miraba por la ventana con cara aburrida.
Se acercó a el y tapó sus ojos, beso su mejilla y se sentó frente a él, ambos sonreían.

-Joonie - saludo Seokjin.

-Jinnie - le respondió sonriendo.

-Te cite aquí con un motivo sumamente importante - comenzó a decir, Namjoon lo observó con curiosidad y Seokjin sonrió enternecido.

-¿Que es sumamente importante? - pregunto.

-Bueno, quería pedirte algo - Seokjin se rasco la nuca nervioso.

-¿Que necesita, hyung? - Namjoon mantenía esa hermosa sonrisa, sus hoyuelos se marcaban y sus ojos demostraban felicidad, Seokjin estaba gritando por dentro, todo esto le resultaba emocionante, cuando perdió su oportunidad con Namjoon, se repetía una y mil veces lo que haría, que cambiaría y que quería hacer feliz al omega, antes creyó imposible esta realidad, estaba tan agradecido por que el destino lo había reunido nuevamente con el omega que tanto estimaba. Estiró su mano por la mesa de madera, estaba fría, tomo la mano de Namjoon y la acarició con su pulgar, sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, algo casi mágico, algo que deseaba hace mucho.

-Se que no fui el mejor, lo tienes muy claro, cometí errores, pude haber arreglado todo esto desde el principio, pero falle, falle de la peor manera - Dijo Seokjin sacando los mechones de pelo que caían rebeldes en los ojos de Namjoon, ojos que lo miraban con curiosidad y de manera confundida.

"Namjoon, desde el instante en el que te caíste en la piscina de mi casa, deje de lado todos mis sentimientos por Yoongi, trate de negarlo, no eras de mi gusto. Medida pasaba el tiempo y te conocía, mi alfa cayó rendido por ti, te puedo asegurar que te somos completamente sinceros. Eras un sueño, Nam, eras tan perfecto, tan inalcanzable, cuando te conocí, todo ese egolatra desapareció, hiciste un cambio en mi, me reiniciaste. Me enamore de ti, y jodi todo...Me arrepiento, pero nuevamente cambie, aún que no estaba seguro que volverías, cambie por ti. Kim Namjoon, no soy el mejor alfa, mucho menos la mejor persona, pero te aseguro que,te seré fiel, te entregaré mi corazón y alma, cuidaré de ti y te amare contra toda adversidad"

-Entonces, Kim Namjoon, ¿aceptaría intentarlo nuevamente conmigo? - Seokjin soltó todo Cómo una bomba, una bomba emocional que dejó en shook a Namjoon, no se dio cuenta cuando las lágrimas salieron sin permiso, ni mucho menos cuando se paró para tirarse encima de Seokjin y besarle como un loco.

-Claro que acepto, Kim Seokjin, eres mi alfa y te necesito - dijo apoyando su cabeza en el pecho de Seokjin, rodeando su cuello y disfrutando de las feromonas de felicidad que Seokjin soltaba.

Si a Seokjin le pidieran definir felicidad, describiría este momento, donde Namjoon estaba entre sus brazos y se aferraba a el, con sus aromas mezclándose, fundiéndose en uno solo, donde sus almas se unían prometiendo nunca más alejarse, esto era felicidad.