¿Omega? no lo creo.

"08 : Recordar"

-¡Min Yoongi, deja de correr! - Jimin grito y Yoongi pareció no escucharlo, por que siguió corriendo por el bosque - ¡Lobo desobediente, ven aquí en este momento!.

Yoongi paro y gruño, Jimin estaba histérico, bueno, tal vez su pelaje era plomo y el estaba corriendo por los charcos de agua que la lluvia había dejado, y solo tal vez estaba demasiado sucio, se movió con tranquilidad y se puso delante de Jimin, que lo miraba desaprobatoriamente.

-Mírate, estas todo sucio.
Yoongi lloriqueo y se acostó tapando con sus patas sus ojos, se giro quedando patas arriba y mostrando su panza, quería mimos.

-Maldita sea, eres tan tierno - sonrió Jimin acercándose al omega y acariciando su panza, Yoongi se puso en cuatro patas nuevamente y se tiró encima de Jimin, ensuciandolo, llenándolo de barro y hojas secas, lamió su cara y salio huyendo, Jimin cambio y el lobo de pelaje café, casi rojizo comenzó a correr detrás del omega, aullando para anunciar que iba a atraparlo, corrían a máxima velocidad, Yoongi se detuvo y se tiró encima de Jimin para juguetear, ambos cayeron y empezaron a pelearse en juego, mordían sus orejas y se pegaban con las patas.
Ambos cambiaron, estaban con sus ropas rasgadas, estaban llenos de barro, se miraban sonriendo, estaban felices, hace una semana que Yoongi había salido del hospital y desde que salió de ahí no paraban de ir de un lado a otro juntos, Yoongi no recordaba nada, nada de lo que le había pasado, para el, nunca existieron esos momentos, sus heridas habían sanado y el también, Yoongi estaba bien, Jimin estaba a su lado, tal vez era una de las más importantes razones por las que se encontraba bien.
La primavera había llegado, había dejado atrás al invierno, todo rastro del frío se iba de a poco, las flores, igual que el amor de ambos, parecía florecer más rápido de lo normal.
Esos días de primavera, en los que disfrutaban de ir de picnic al floreciente bosque, en el que se recostaban en la pradera y miraban el cielo, o se miraban entre ellos, disfrutaban de su compañía, se reían de cualquier ocurrencia y un calor especial se instalaba en sus pechos cada vez que sus manos rozaban, se sonrojaban cada vez que sus miradas se unían y sonreían como enamorados que eran.

Por que Yoongi estaba enamorado del enfermero guapo, y Jimin nunca había dejado de estar enamorado de Yoongi.

Cuando la tarde cayó, ambos se quedaron viendo como el sol se escondía lentamente, unieron sus manos y sonrieron, tomaron las cosas que habían traído y se subieron al auto que Jimin tenía, habían tomado sus manos otra vez, se miraban con emoción y no resistieron acercar sus caras, rozando sus narices y cerrando sus ojos, Jimin subió una de sus manos a la mejilla de Yoongi y la acarició, acercó su rostro hasta que sus labios rozaron, provocando múltiples sentimientos, Yoongi fue quien término de unir sus labios transformando el roce en un beso lleno de cariño, cuando el beso término, juntaron sus frentes y entrelazaron sus manos, en cualquier momento estallarian de tanta felicidad.

-Yoongi - dijo Jimin con voz suave, ambos seguían con los ojos cerrados.

-¿Mmh? - respondió embelesado por la voz de Jimin.

-Yo..eh...Yoongi... - titubeo Jimin, ahora ambos estaban mirándose, Jimin se mordió el labio y respiro para tranquilizarse - Yo..quería decir que..

-¿Que? - pregunto Yoongi sonriendo, creía saber que diría.

-Te amo, maldita sea, te amo - logró decir, Yoongi cerró sus ojos y sintió una punzada en su pecho, Jimin ya le había dicho te amo...Jimin..

De pronto una serie de recuerdos se dispararon en la mente de Yoongi, todo desde antes de la primera vez que Jimin le había dicho te amo y todo lo que sucedió después.
Recordó todo.
Jimin y el...
Namjoon..
Recordó todo, y no evitó llorar con desesperación al darse cuenta de que todo se había arreglado sin darse cuenta, había tristeza y felicidad, se aferro a Jimin y beso sus mejillas, lo extraño tanto y hasta ahora lo recordaba.

-¡Te amo Jimin, perdóname...Te extrañe! - exclamó sin dejar de llorar.
Ahí fue cuando Jimin noto que habia recordado todo, y lo abrazo, no lo soltó, acarició su cabello para calmarlo y beso su cabeza.

-Yo también te extrañe, bebé.