Capítulo 8 ☣ No dejan dormir

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Escuché la rejilla de los ductos golpear el suelo y me desperté repentinamente. Como un acto reflejo giré hacia la entrada del ducto y allí estaban inmóviles las siluetas de Zora y de Minho, ¿a dónde iban solos?, ¿qué se traían entre manos?, no lo sé, pero no quise que se dieran cuenta de que los había visto. Las cosas entre nosotros tres ya son demasiado tensas desde hace algunos años. Es muy obvio que Minho y yo competimos constantemente por la atención de Zora, ella es fantástica pero no se ha dado cuenta de que ambos estamos enamorados de ella. No sé cómo no lo ha notado todavía; parece que todos lo saben menos ella.

Los demás me hacen caras cada vez que intento algo. Ellos dicen que me relaje y que deje las cosas fluir, en otras palabras, intentan decirme que me rinda con ella. Creen que sólo porque Minho la conoció primero debe merecerla, pero no es así. Teresa me dice que no me haga ilusiones, que no es nada personal, sólo que él no se dará por vencido; pero yo tampoco lo haré.

Ha pasado más de una hora desde que entraron a los ductos y no puedo dormir, las ansias me comen vivo. Empiezo a molestarme, me levanto en silencio y me asomo por la entrada del ducto, no me importa si están ahí y logran verme, los enfrentaría, les diría todo lo que estoy pensando en este momento pero no, no están ahí. Doy tres vueltas por la habitación, me humedezco la cara. Escucho voces acercarse cuando me estoy secando con la toalla, no me da tiempo de llegar a mi cama.

—Newt... ¿qué haces despierto a esta hora? —escuché la voz de Zora en un volumen muy bajo.
—Sólo me refrescaba, ¿y ustedes? Tampoco estaban durmiendo, ¿o me equivoco? —estaba molesto, lo admito.
—No te equivocas —respondió Minho mientras se acostaba en su cama y colocaba sus brazos debajo de su cabeza.
—¿Dónde estaban, acaso no saben que es peligroso salir en la noche?
—¡Ay por favor! Siempre lo hacemos todos, no vengas con cuentos.
—Newt, será mejor que vayamos a dormir. Necesitamos descansar —dijo ella con esa voz tierna a la que me es imposible negarme.
—Está bien, descansa.
—¡Qué hacen todos despiertos, por Dios! ¡Ya duérmanse! —gritó Thomas con la voz adormilada.

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Al día siguiente me desperté con voces como casi siempre, pero esta vez se escuchaban algo acaloradas en medio de la conversación.

Teresa: Yo creo que deberían relajarse.

Minho: Amiga, no estamos en un estudio de yoga.

Teresa: Sólo decía que se calmen.

Thomas: No dejan dormir, estuvieron hablando toda la noche.

Newt: No fue toda la noche, Thomas, sólo fue un momento. Además eran susurros.

Thomas: Pero fueron suficientes para despertarme.

Gally: Jamás había deseado con tantas ganas que llegara alguno de esos guardias.

Teresa: Sí, es cierto. Qué extraño que no ha venido nadie —dijo intentando cambiar el tema.

Thomas: ¿Nadie piensa disculparse por no dejarme dormir anoche?

Minho: ¿Cómo amaneciste Zora? Disculpa si te despertamos —dijo ignorando a Thomas.

Thomas: ¡Ah! Te disculpas con ella.

Minho: Cálmate, pareces un bebito.

Siggy: Thomas en serio, estás haciendo demasiado drama por nada —Thomas se sentó en su cama y no dijo nada más mientras se tragaba todo su enojo.

☢️ ☢️ ☢️ ¡Que la llamarada se siga extendiendo! ☢️ ☢️ ☢️

|| CRUEL ES BUENO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora