|| CRUEL ES BUENO ||

Capítulo 30 ☣ La última

-¿¡Qué es eso!? -exclamé repentinamente ante un sonido de alarma que nunca había escuchado.

-¡La Caja! -gritó Chuck mientras corría en dirección a ella. Lo seguí y no pasó mucho tiempo hasta que el resto de habitantes corrió en la misma dirección- ¿Qué sucede? -le pregunté a Newt al ver que se detenía a mi lado.

-Un novato.

Mi cabeza empezó a dar vueltas: cómo que un novato, se supone que llegaba uno por mes, y este mes había sido Thomas.

Newt se introdujo en la caja como el día que llegué y todos comentaban cosas estúpidas igual que aquella vez: «-Si es una chica la pido para mí», «-Sí claro, como si se fuera a fijar en un larcho como tú», «-¡Silencio! presten atención», «-Seguro es otro larcho llorón».

-Newt, ¿qué sucede allá abajo? -alguien preguntó.

-¡Es otra chica!

-¡Genial!

-Ya era hora de que trajeran novias para todos.

-¿Creen que empiecen a llegar chicas a partir de ahora?

Más allá de esos comentarios, la tensión en el ambiente era palpable, se podía sentir la confusión y la duda en cada habitante. Aunque algunos ya la querían como novia por anticipado, la chica no se movía, todos creímos que estaba muerta.

En su mano tenía un pequeño papel, una corta nota que decía: «Ella es la última de todos», leyó Newt ante la consternación de cada uno de nosotros. «La última», ¿qué significaba eso?

Cada uno empezó a especular y a sacar sus propias conclusiones. Miré a Thomas y su rostro era el más curioso de todos, reflejaba una especie de destello en sus ojos, como si reconociera a la novata de algún lugar. Me acerqué a él y en un susurro le pregunté si la conocía o si sentía que la había visto antes pero negó frenéticamente con la cabeza, «-¿Si llegaras a recordarla me lo dirías?» le pregunté y él asintió pero no vi seguridad en su mirada.

De pronto esta chica, aspiró aire como si se asfixiara y exclamó el nombre de Thomas. Todos sin excepción lo miramos, y él ante las miradas inquisitivas salió del círculo de habitantes.

Luego de toda esa conmoción, los docs sacaron a la novata de la Caja y la llevaron a la enfermería. Caminé con Thomas detrás de Minho y de Newt para dirigirnos a ver a la novata. Él seguía muy avergonzado y no era capaz de levantar la vista más de medio metro del suelo. «-Tranquilo, todo saldrá bien», intentaba animarlo.

Al entrar a la enfermería vimos a Alby atado y forcejeando sobre una cama. Era un Alby violento y afectado por la transformación. Me dio mucha pena verlo así, esperaba que pudiera recuperarse y que no quedaran secuelas en él de todo este horrible proceso.

-Aquí está la novata -indicó Jeff corriendo una cortina.

-¿Aún no ha despertado? -preguntó Newt.

-No, debemos hacerle algunas pruebas para enterarnos de lo que tiene. Pero necesitamos más tiempo.

-Por supuesto... Thomas, ¿la has visto antes? -preguntó dirigiendo su atención hacia Thomas al notar su expresión confusa.

-No, nunca, no la he visto jamás.

-¿Y por qué crees que ella sabe tu nombre? Claramente ella sí te conoce.

-No lo sé, no tengo idea Newt.

-¿Estás seguro?

-Sí, estoy seguro.

Pero preocuparse por la novata y por lo que ella sabía o no sobre Thomas, y viceversa, era irrelevante en ese momento porque afuera la Caja no volvió a bajar. Se quedó abierta en el Área como si hubiese sido por años una bestia que venía a vomitar jóvenes y ahora hubiera muerto de modo repentino. La lógica estaba trabajando en la mente de los habitantes: si la Caja no volvía a bajar, ¿de dónde vendrían las provisiones?

Se empezaban a correr los rumores de que moriríamos en muy poco tiempo si no lográbamos hacer que esa caja bajase de nuevo.

Los docs concluyeron tras una exhaustiva inspección a la novata que ésta se encontraba en una especie de "sueño inducido". Era claro quién lo había hecho, las mismas personas que por alguna razón nos vigilan a través de los insectos. Los mismos que ahora nos tenían contra la pared, pero por qué enviar a una novata durmiente, era obvio que guardaba información muy valiosa.

-¿A dónde piensas ir? -cuestioné a Thomas quien ya se encontraba abandonando la enfermería y luego lo seguí. Detrás de nosotros vino Minho.

-¿Qué shuck intentas, novato? -intervino deteniendo a Thomas con una mano.

-Tenemos a un penitente muerto en el laberinto. ¿Acaso no es evidente?

-¿Evidente en qué sentido?

-Necesitamos información, estoy seguro de que ese penitente puede darnos alguna clase de respuesta.

-Thomas, no sé si sea una buena idea.

-Bien. Si tú no estás convencido de venir, sé de alguien que sí me apoyará en esto. ¿No es cierto, Zora?

Los observé dudosa por unos segundos. Pude sentir cómo con la mirada ambos intentaban convencerme de apoyar sus respectivas decisiones, pero finalmente ví a Thomas y asentí con una ligera sonrisa.

-¡Ustedes dos sí que están locos! Jamás había conocido a un par de larchos que amaran tanto ponerse en riesgo.

-Entonces, eso significa que vendrás con nosotros, ¿cierto? -le pregunté.

-Y entiende que si tú no vienes no importa, ella también es corredora -dijo Thomas sonriendo victorioso, sabía que Minho estaba a un paso de aceptar venir con nosotros.

-Aaarg... está bien, ya que. Yo soy el encargado, es mi responsabilidad cuidarlos a ustedes... par de niños -Thomas y yo reímos por lo bajo-. Sólo denme unos minutos para conseguir algo de apoyo.

-¿Qué sucedió con los otros corredores? -pregunté.

-Renunciaron, los muy cobardes. No querían correr con la misma suerte de Ben y de Alby. Ahora sólo quedamos tú y yo para recorrer todo el laberinto. Será un trabajo arduo. Espérenme junto a la Sala de Mapas.

Thomas y yo caminamos hacia allí y esperamos.

-Thomas, ¿de verdad estás seguro de que nunca la habías visto? -guardó silencio.

-Yo no... La verdad, no estoy seguro. Siento que la he visto antes... en otro lugar.

-¡Lo sabía! Sólo intenta recordar, esfuérzate. Guardaré tu pequeño secreto, pero necesitamos toda la información que podamos obtener.

-Lo sé.

Escuchamos las voces de otros habitantes acercarse, vimos a Minho con algunos encargados: Sartén, Zart y Winston.

-Estos son los únicos que se atrevieron a venir. Posiblemente los únicos que están tan locos como nosotros.

☢️ ☢️ ☢️ ¡Que la llamarada se siga extendiendo! ☢️ ☢️ ☢️