Capítulo 13 ☣ ¡Está en el laberinto!

347 34 2
                                    

En el Área.

—¿Qué sucede Chuck? —preguntó Newt alarmado—. ¿Dónde está la novata?

—¡Entró! ¡Está en el laberinto! —respondió el pequeño asustado.

—¿¡QUÉEE!? —reaccionó con enorme preocupación—. ¿Cómo va a salir de ahí?

—Qué triste pensar que no duró ni un solo día —dijo Gally irónicamente.

—¡Cierra tu miertera boca! —rugió Newt.

—Minho fue detrás de ella —Chuck intervino.

—Los muros ya están por cerrarse, no debió hacerlo —Alby agregó.

—Está cerca, la vimos correr adentro.

—Sólo espero que tengan tiempo.

En el laberinto.

—¿¡Que shuck haces!? —Minho me encontró de pronto—. ¿¡Por qué entraste aquí!? —me sentí atrapada y avergonzada.

—Yo sólo...

—¿¡Sólo querías morir!? ¿No entiendes que es peligroso? —alzó la voz, podía notar cierta preocupación en el tono que usaba, más que rabia o enojo—. Nunca más debes volver aquí, ven conmigo. Ahora corre detrás de mí, y no te detengas por nada del mundo.

Le obedecí sin chistar. Creo que esta vez sí me tenían. Ya no podría hacer de las mías, ¿a dónde iría, o cómo lo haría? Al parecer tendría que hacer algo que detesto en lo profundo de mi ser: conformarme.

De repente se produjo un fuerte sonido en los muros, acompañado de mucho viento que atravesaba todo el lugar. Me cegó por unos instantes. Me detuve para frotar mis ojos ya que entró polvo en ellos.

—¡SHANK! ¡TE DIJE QUE NO TE DETUVIERAS! —espetó volviendo a verme.

—Me entró tierra en los ojos... Espera un momento...

—No podemos esperar —dijo cargándome y empezando a correr conmigo en sus brazos.

—Te dije que esperes.

—Larcha, estos muros van a cerrarse y quedaremos atrapados aquí!!

Abrí mis ojos como pude repentinamente y vi que era cierto, los muros empezaban a moverse. Él continuó corriendo. Minutos después, pude observar que ya a pocos metros se encontraba la salida, y cada vez más cerca a medida que Minho se esforzaba por alcanzarla. Todos los demás estaban agrupados en la entrada gritando «rápido, apúrate Minho, corre, corre, tú puedes». En el último tramo, cuando ya faltaba poco para que los muros se unieran por completo, Minho dio un gran salto a través de la cada vez más angosta brecha y ambos caímos sobre la tierra. «Bien hecho Minho, lo hiciste» lo felicitaban.

—¿Ambos están bien? —preguntó Alby.

—Sí... —respondió Minho inhalando y exhalando aire con fuerza.

—Son buenas noticias. Oye novata, quiero verte al anochecer —me dijo Alby severamente y luego se fue.

Detrás de él, comenzaron a marcharse los demás uno por uno, incluso Newt, quien se veía muy decepcionado.

—Qué bueno que están bien —dijo Chuck antes de irse.

Minho y yo descansábamos acostados sobre el suelo. Él jadeaba y respiraba aún con fuerza por la falta de aire. Yo no sabía qué pensar.

Pasó un largo rato, hasta que Minho pudo sentarse y decirme algo:

—¿Por qué lo haces tan difícil, eh?

—Yo no... no era mi intención. No sabía que era un laberinto... si me lo hubiesen dicho antes... si no lo hubiesen ocultado esto no habría pasado... Yo... Lo siento mucho —dije sentándome también.

—Lo hicimos para protegerte. Aquí si le decimos a alguien que no haga algo, sencillamente no lo hace. Es más fácil porque así tampoco se enteran de la verdad... —guardó silencio por unos segundos—. ¿Por qué tú eres diferente, por qué haces todo lo contrario a lo que te decimos que hagas? ¿Acaso las chicas son de naturaleza rebelde?

—No lo sé, es sólo que... esta sensación de estar encerrada me ahoga, me sofoca. Sé que tengo sólo pocas horas aquí pero el hecho de imaginarme que así serán todos los días... Es que ustedes están ahí como si nada con cuatro puertas abiertas a través de estos muros... Sé que existe algo más. No puedo conformarme con esto.

—Ay, shank —vi una gran tristeza en su expresión.

—¿Qué sucede?

—Nada. Deberías ir con Alby. Te teníamos una sorpresa esta noche, pero con lo que sucedió no lo sé —se levantó y sin más se fue.

Me quedé pensando en esa conversación, ¿a qué verdad se refería Minho, y por qué en un determinado momento su rostro se tornó tan triste? Además, una sorpresa, ¿qué clase de sorpresa? Debía ir a ver a Alby, aunque no quería hacerlo porque claramente estaba muy molesto conmigo por lo que había pasado.

—¿Alby? —dije tocando la puerta del extraño edificio de madera, que como supe después, el resto de los habitantes llama La Choza.

—Pasa —me dijo y empujé la puerta esperando que estuviera solo pero no, allí estaba con Newt, lo que hacía peor las cosas.

—¿Qué sucedió contigo ah? —habló Alby en tono muy severo— ¿Por qué hiciste todo lo que te pedí que no hicieras? Pensé que lo tenías claro.

—Lo tengo claro, es sólo que debe haber más allá afuera. No me hago a la idea de vivir entre estos cuatro muros por el resto de mi vida con un montón de chicos... No quiero eso.

—Nosotros tenemos más tiempo aquí y te entendemos, pero deberías ser más consciente y comprender que si te decimos algo lo hacemos por tu bien. Aquí nos cuidamos los unos a los otros.

—Ya lo sé, Alby.

—Parece que no entiendes lo que intento decirte. Es que no sabes lo que hay en ese lugar. Sería muy fácil si sólo te perdieras y en cualquier momento pudieras regresar al abrirse las puertas de nuevo, pero no es así —hizo silencio por varios segundos mientras nos miraba a Newt y a mí, cuestionándose si debía o no decir lo que estaba a punto de decir—. Suceden cosas allí adentro que te acabarían en una noche. Esa es la verdad, nadie sobrevive a una noche ahí, debes saberlo, ya que no hay manera de que estés tranquila.

—¿Qué cosas? ¿Cosas viscosas y asquerosas? Porque vi una extraña baba, ¿acaso son animales?

—No lo sabemos, pero definitivamente es algo con lo que ninguno se quiere topar, menos atrapado en un laberinto. Ese es su hogar... Sólo promete que no volverás a hacerlo sin permiso.

—Está bien.

—Es en serio esta vez —dijo desconfiado.

—Sí, lo prometo Alby.

—Bueno, te creo, pero lamento informarte que tendré que presidir una Junta con el Consejo por esto. Los demás no se conformarán con una simple promesa.

—¿Una junta?

—Con el tiempo irás entendiéndolo todo. Por ahora puedes irte. Te veremos afuera en un momento —yo salí de la habitación.



☢️ ☢️ ☢️ ¡Que la llamarada se siga extendiendo! ☢️ ☢️ ☢️

|| CRUEL ES BUENO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora