Capítulo 23 ☣ Thomas

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PARÉNTESIS: Quiero agradecerle profundamente a todas las chicas que leen y apoyan este fanfic, a todas las que me han seguido, son la motivación suficiente para que continúe haciéndolo y lo llevaremos hasta el final. Intento no interferir a lo largo del proceso de la historia, pero merecía la pena decirles a todas ¡¡MIL GRACIAS ❤💖!! Ahora sí, ¡continuemos! 😊😊

—¡Zora! ¡Minho! —gritaba eufórico el pequeño Chuck mientras corría hacia nosotros.

—Calma, Chuck, ¿qué sucede?

—Oficialmente a partir de hoy dejas de ser la novata.

—¿A qué te refieres? No te estoy entendiendo, pequeño.

—Hay un nuevo en el Área —aclaró—Llegó alguien, está en el Pozo. Pensamos que a partir de ti empezarían a enviar chicas, pero no es así, es un pobre larcho asustadizo. Me sorprende que no se haya larchado en sus pantalones.

—Quiero verlo.

—No antes de que termines con tu labor: Sala de Mapas, ¿recuerdas? No has terminado hasta que registres los datos del día.

—Está bien, tienes razón —dije entre dientes—. Luego te veré, Chuck, intenta no acosar al nuevo —él sonrió divertido y se marchó.

Troté a la Sala de Mapas con Minho cuando por tercera o cuarta vez en todo el día me dirigió la palabra.

—Quiero que te enfoques.

—¿Qué... disculpa?

—Que te enfoques, porque metí mis manos por ti en esto. Querías ser una corredora, ya lo eres. Llega un nuevo larcho en tu segundo día y quieres dejar incompleta tu labor para ir a verlo. ¿Acaso estás tan ansiosa que no puedes esperar?

—Perdóname, no quise darte esa impresión. Valoro todo lo que has hecho por mí, lo aprecio de verdad y me gusta este trabajo. No volverá a suceder.

—Eso espero.

Culminé con mi labor y salí corriendo de la Sala de Mapas, literalmente. Busqué a Chuck para que me presentara al novato pero no pude hallarlo. Entonces recordé que me había dicho que éste se encontraba en el Pozo y me dirigí hacia allá sola. Dije «—Hola» antes de asomarme a la entrada pero nadie respondió, me acerqué con cuidado pero no pude ver nada al principio: «Qué extraño —pensé—, quizá ya se lo llevaron de aquí». Sin embargo ahí estaba, un pobrecito larcho como dijo Chuck, con sus piernas encogidas y su rostro escondido entre sus rodillas.

—Hola —dije por segunda vez y él se removió un poco—. Hola, mi nombre es Zora —empezó a descubrir su rostro lentamente para mirarme a través de aquella primitiva reja.

—Mi nombre es Zora—repetí—, ¿y el tuyo? —sólo me observaba—. ¿Recuerdas algo sobre ti, tu nombre, algo? ¿Estás bien? —asintió con la cabeza y noté que no paraba de temblar—. Me alegra mucho. Seguro estás muy asustado, pero no tienes porqué estarlo. Aquí nadie va a hacerte daño. ¿Te dijeron por qué te metieron a este pozo?

—Yo... corrí.

—¿Corriste? —pregunté con asombro y luego me reí.

—¿Qué es... gracioso?

—Que corrieras, justo eso. Hice lo mismo en mi primer día... y también vine a parar a esta pequeña jaulita. Perdona si te incomodé al reírme de tu situación, no era mi intención —lo observé fijamente y él apartó su vista.

—Eres la única chica... ¿Por qué?

—No conozco la razón, pero tú quédate tranquilo. Estarás bien, eh, novato. Estarás bien. Ahora debo irme.

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No me importa en lo absoluto que haya corrido a ver a ese larcho, es simple curiosidad, creo que yo también la tengo.

—¡Oye Minho! —escuché la voz de Alby provenir de algún lugar e interrumpir mis pensamientos bruscamente—. Ya empezará la fiesta de bienvenida para el novato. Ven.

Esa noche sucedió lo que siempre sucede cada vez que hay un nuevo en el Área, sólo que la actitud de este larcho se me hizo muy familiar porque se apartó de la fiesta al igual que lo hizo la novata hace un mes. Ella se acercó y se sentó junto a él, supongo que para animarlo. Noté que hablaron por largo rato. El novato aún se veía confundido pero parecía que ella era la persona que él había escogido para depositar su confianza.

Sucedió algo que puso mi atención sobre el novato inmediatamente. Mientras Zora le mostraba algunas cosas y lugares del Área, fue retado para enfrentarse en un combate contra Gally en la arena. Se vió prácticamente obligado a hacerlo.

Por supuesto que al principio no hubo novedad sobre quién dominaba la pelea. Gally estaba barriendo el suelo con él, como lo hacía con cada novato que pisaba el Área. Sin embargo, el pobre larcho logró arreglárselas para hacer que Gally mordiera el polvo al menos una vez, cosa que nunca había pasado con ningún novato. Eso fue sorprendente para todos, incluso para el mismo Gally, quien más tarde reconoció que fue una buena pelea de su parte. Aunque seguido de ese breve destello de gloria, recibió un fuerte golpe en la cabeza que curiosamente le hizo recordar cuál era su nombre: Thomas.

☢️ ☢️ ☢️ ¡Que la llamarada se siga extendiendo! ☢️ ☢️ ☢️

|| CRUEL ES BUENO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora