Tessa se despide de Will.

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- Mamá, luces hermosa - le dijo Lucie.
Tessa la observó, y le sonrió.

Will le tomó la mano de nuevo. Estaban los cuatro juntos, de nuevo. Se sentía completa y en paz. Y entonces pensó que tal vez la muerte no era nada malo, y que debería estar con ellos, por siempre.

Pero una voz conocida la hizo volver su rostro.
Era Magnus, acompañado de una mujer preciosa; Camille.

- Tessa, te he estado buscando por todos los lugares. Debemos irnos, cumplir con nuestro propósito.

Magnus observó a Will y enmudeció.
- Luces igual a cuando te conocí - susurro.

Will le sonrió, y Magnus se las arregló para devolversela.

- Como decía, Tessa, sé que es difícil, pero necesito que avances.

Tessa observó a Will, quién asentía. No quería. No se quería ir jamás.

Lo había decidido, se quedaría con Will y sus hijos.

- Mamá - le llamo James-. Mi tío Jem te espera. No te puedes quedar, tienes que cerrar un ciclo.

Tessa negó.
- No pienso verlo morir, no lo haré.

Lucie le sonrió.
- No lo hagas por mí. Hazlo por mí hermano.

Lucie puso una mano sobre el vientre de Tessa y toda la ilusión se disolvió.

Cayeron todos en un laberinto. Magnus y Tessa cayeron de bruces en lo que parecía ser el suelo de una catedral.

André estaba manchado de sangre.

Tessa lo miró durante unos segundos hasta que comprendió que esa sangre no venía de él.

Magnus corrió y tomó a Catarina por la cintura. Tenía sangre por todo su abdomen.

- ¿Qué ocurrió? - dijo Magnus, tratando de detener la hemorragia.

Ella lanzó un suspiro.

- Me encontré con mi padre - dejó salir un quejido-. Dijo que sólo podían ir tres al infierno, y le pedí que fueran ustedes tres...

Magnus negó, asustado.
- ¿Por qué? - dijo Tessa, colocándose una mano en sus labios.

- Tú eres tan jóven, André apenas y es un niño, y tú - dijo, mirando fijamente a Magnus-. Tú nos vas a salvar, y aparte, tienes que criar a tus hijos.

- No menosprecies tu vida, Catarina - replicó Magnus, sosteniendo su cabeza en su regazo.

- No es menospreciar, ya llegó mi tiempo... Solo lamento abandonar la academia de Cazadores de Sombras...

Catarina cerró los ojos y su respiración se volvió complicada.

- Espero reencontrarme con Ragnor - susurró-. Siempre lo encontré interesante...

Y se fue.

Magnus quitó sus lágrimas y con un movimiento cubrió de flores blancas su cuerpo.

La miró durante mucho tiempo, y luego le lanzó un beso al aire.

Tessa lo miró con ojos preocupados.

- Tenemos que continuar - dijo-. Nuestra misión es importante .

Satán los miró sentado en un trono desde el fondo de la cátedral.

- Genial, ya han hecho su sacrificio - dijo emocionado-. Debo ser honesto, yo no soy mucho de sacrificios, después de todo, era un ángel, pero debía hacerlo, es la regla de los demonios.

André tenía lágrimas en sus ojos que trataba de disimular.
- ¿Nos puede ayudar? ¿Nos puede ayudar a salvar a Lucy?

Satán lo miro duramente.
- Por supuesto. Es mi primogénita, no la dejaré ahí a qué muera. Pero su definición de "ayudar" es diferente a la mía.

- Queremos ayudar a la humanidad - dijo Tessa. Magnus recordó que Will le había dicho que ella era la persona más valiente que conocía.

- Todos quieren. Pero tú misma no  eres humana, en realidad, ni uno de ustedes. Mi hija no es un peligro, ella es... ordinaria. Pero los ángeles aún me recuerdan y sí mandaron a Eva, gran amiga, un poco feucha en mi opinión, está la matará en seguida.

- Tenemos que protegerla - dijo André.
- Lo sé. Y vienen en búsqueda de un arma hecha por un demonio y no de un Ángel. ¿Sus amigos saben sobre su plan?

Tessa bajo la mirada.

- Claro, y yo soy el horrendo - comentó-. Se las daré. Le daré un arma que nadie podrá manejar más que ella. Sí va contra Eva es muy probable que pierda, ella está ansiosa del perdón de su creador - dijo con lástima.

- No te imagine así - musitó Tessa, pero se asustó un momento después.

Él demonio le sonrió.

- Claro que no. Yo soy el malo de la historia, la manzana de discordia. El ser malvado. Pero una vez ángel, siempre ángel...

- ¿Por qué la hiciste? - preguntó confundido Magnus.

El demonio se giró a verlo.

- El infierno es un lugar solitario, la eternidad aún más, saber que había otra alma que compartía un poco de mí, libre, me hacía sentir un poco menos mal, eso es todo.

- Muy humano - comentó Tessa.

- Yo no odie a los humanos, pero si fueron ellos los que me hicieron ver cuál imperfecto soy. A Dios no le gustó. Eso es todo. Pueden dormir en un dormitorio de mi cátedral ¿Linda, no?

Todos observaron la grande y hermosa catedral.

- Lo es - dijo Magnus.
- Un pedazo de cielo en el infierno. Mi castigo también.

CAZADORES DE SOMBRAS; la Heraldo Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora