Eva regresa a la vida a Will Herondale.

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La reina Seelie mantuvo su mirada en Eva. Su rostro estaba quieto, Lucy pensó qué posiblemente la reina se estuviera conteniendo de hacer algo porque parecía extremadamente concentrada.

- Siempre confíe en tí - dijo-, inclusive esa vez cuando me engañaste y destrozaste mi corazón...

Eva la miró enojada.

- Tú fuiste la que me corrompió, me llenaste él corazón de sentimientos impuros y terrenales. Yo soy la esposa de Adán. Solo eso.

El ambiente se puso tenso, Lucy y Clary se miraron. La mejilla de Clary estaba llena de sangre.

- ¡¿Qué le hiciste?! - grito Lucy a la reina.
- Ella no cooperaba, mentía diciéndonos que no sabía tú ubicación.

Lucy le dedicó una mirada llena de arrepentimiento a Clary.

Eva, harta de distracciones, elevó la voz.
- Escuchen claramente; Este es el primer aviso. Lo hice bajo mi propio riesgo porque después de todo yo también soy humana.

Eva parecía bastante agitada.

La reina Seelie le sonrió pero Eva no la miró ni una vez.

- El ejército de los ángeles son los nefilim. Pero claramente ustedes pelearán contra nosotros. Su lealtad está corrompida, es por eso qué se decidió traer de la cenizas a antigüos nefilim. Soldados que ahora pertenecen al cielo y las sombras.

Tessa se puso de pie. De entre todos ella era la más sabia , junto con Magnus, pero él estaba inconsciente.

- Habla claro.

Eva la miró con empatía, y con su larguísimo cabello castaño, caminó hasta ella. Tessa se sintió pequeña al lado de ese ser celestial.

- Lo lamento, Tessa Gray. Sé que tú has vivido mucho tiempo, y es probable que te pidan que peeles contra personas que tal vez conociste en vida.

- Yo no soy Nefilim, no es mi pelea - dijo Tessa, mirándola fijamente.

Eva negó, cansada.
- Está pelea concierne a todos los seres vivientes en la tierra.

Pero se detuvo de hablar. El cielo se partió en dos y de él cayó un cuerpo celeste. Una estrella, diáfana y lejana, que cuando tocó  tierra, cobró la forma de alguien a quien Tessa conocía perfectamente.

- Les dije qué soldados volverían de su descanso, él es mi obsequio - dijo mirandolo-. Él no peleará contra ustedes, deberían estar agradecidos por mí gesto, qué me costará en un futuro.

Tessa estaba boquiabierta y asustada.
Cristina se alegró de ver que Magnus abría poco a poco sus ojos. Estaba muy cansado.

- ¿La armadura? - dijo, cuando se despertó.
Cristina evitó ver la armadura, pero señaló hacía el frente dónde Mark la sujetaba con fuerza.

- ¿Está a salvo? - preguntó Magnus completamente delirante.
- Lo está pero,Magnus, necesitamos tú ayuda, Tessa, ella está completamente destrozada...

Magnus intento incorporarse, sin éxito. Cristina lo detuvo.
- No, no te puedes levantar. Dime qué hago. ¿Qué puedo hacer para ayudar a Tessa?

Magnus -agotado- se apoyó con los codos para tratar de ver a Tessa.

- Necesito detalles, ¿Qué ocurre?
Cristina lo miro nerviosa;
- Eva la primer mujer está aquí, pero no a pelear, vino para advertirnos de la batalla. Dijo que Lucy Herondale era una ofensa para el creador pero que su muerte trairia solo más desgracia. Le dijo que debía pelear contra ella... y contra el ejército de Nefilim muertos.

Magnus abrió los ojos.
De todo lo que había escuchado solo pudo decir una cosa:
- ¿Habrá Zombies? Ugh, odio los zombies - dijo, tratando de nuevo de ponerse en pie, y pudo observar el escenario.

Lucy mirando a Eva - qué en opinión de Magnus, esperaba algo más impresionante- y tomando de la mano a Clary. André, el joven brujo, estaba justo detrás de Lucy y Clary  protegiéndolas. Emma Carstairs estaba acostada en la arena ajena a todo lo sucedido, y la reina Seelie se encontraba arrodillada y llorosa en frente de Eva.

Buscó  a Tessa en toda la escena hasta que la encontró; sentada en un banco llorando. Sollozaba de una manera que te dolía el corazón. Magnus observó a André, quién en un momento se colocó a un lado de él.

- Necesito que me ayudes a ponerme de pie - dijo, apoyando sus brazos en los hombros de André-. Llévame hasta Tessa.
André asintió, pero miraba en todo momento a Lucy y Clary.

Cuando Magnus  y André avanzaron, Eva se giró para observarlo impresionada, y en un parpadeo, la muchacha celestial se fué.

Su advertencia estaba hecha.

André, con algo de esfuerzo, logró llevar a Magnus hasta el lugar donde estaba sentada Tessa.

Magnus se soltó de él y se encontró con una imágen cruel;

William Herondale estaba en aquella banca, recostado e inconsciente. Lucía joven, justo de la edad que aparentaba Tessa, y vestía totalmente de blanco. « Claro, el color de luto de los Nefilim» pensó Magnus. Pero sus pensamientos viajaron a la tristeza que sentía su amiga.

Tessa se debatía, ahí estaba Will, pero de una forma cruel y bizarra. Nunca se espero a volver a verlo después de esa ensoñación que tuvo en el infierno.

Cuando se giró encontró a Magnus, observando también a Will.

El cielo ya era oscuro, y las estrellas se hicieron presentes.

Magnus se apoyó en Will, solo un poco para averiguar en qué condiciones lo habían enviado. Cuando Magnus encontró pulso en su muñeca se relajó.

Will abrió los ojos. Su mirada azul se hizo presente, enmudeciendo a Magnus.

Se sentó rápidamente, muy recto.
- ¿Tessa? - dijo él, buscándola.
Tessa se acercó tímidamente.

Will abrió aún más los ojos. Tenía a su Tessa, pero su Tessa ya no era su Tessa. Sus ojos aún grises ya no solo eran amabilidad e inteligencia, había dolor y sabiduría en ellos. Su rostro siempre joven, estaba marcado por heridas. Y la sonrisa que siempre le regalaba, no estaba. Lo miraba asustada.

- ¿Tess, amor mío? - volvió a decir-. ¿Ya no me quieres?

Tessa tapó su boca conteniendo un sollozo. André corrió hasta ellos con un mensaje; los demás habían llegado.

Jace, Isabelle, Simon, Alec, los Blackthorn y Jem. Esté último muy preocupado por Tessa.

Una alerta apareció en la mente de Tessa.

Debía explicarle a Jem, no lo podía dejar ver a Will sin antes explicarle la naturaleza de la situación.

Pero Will, angustiado y confundido no podía quedarse solo.
Y Magnus ya había sido interceptado por Alec. Jace era una opción, confiaba en él, pero él ahora sostenía a Clary fuertemente. 

La cabeza Tessa estaba apunto de explotar cuando una voz se escuchó;

- ¿Te importa si me siento aquí? No conozco aún a estas personas muy bien que digamos, y Jace es muy presumido, Lucy me agrada, pero al parecer tiene una maldición, no lo sé, tú te vez agradable.

Will se quedó observando al niño. Era idéntico a su propio padre.
- Nunca me habían dicho que me veía agradable - confesó Will.
- Lo dudo, eres guapo.

Will sonrió, divertido, evitando ver a Tessa.
- Tú nombre - dijo.
- Kit.
- William, mucho gusto.



CAZADORES DE SOMBRAS; la Heraldo Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora