Gran batalla parte 3.

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Magnus comenzó a negar con la cabeza, lucia bastante aterrado.

  — ¿El padre de Lucy? —repitió Jace, completamente extrañado.    
—¿ Tú padre adoptivo te rastreo hasta acá? Habías mencionado que a él no le importabas —comentó  Clary.

Magnus recogió sus cosas, y de su mano izquierda hizo un vortice.

— Magnus ¿a donde vas? —dijo Alec, alarmado.
Magnus se giró a verlo.

Y con su otra mano, apareció una valija ya hecha.
— Yo a ningun lado. Pero Cristina si, por favor- dijo mirándola-. Toma a mis hijos, a los niños Blackthorn, y a Kit. Rápido —urgio magnus. 

Cristina asintio, decidida. Miró a Emma alarmada, y después a Mark, quién le sonrió tímido. Tomó su mochila mientras cargaba a Max, y tomaba a Tavvy y Rafael. Los niños Blackthorn; Ty,  Livya y Drusilla, se miraron aterrados.

Julian fue hasta ellos.

— Obedezcan a Cristina, los cuidara bien. Yo me tengo que quedar para defender este instituto, es nuestra casa.

Drusilla asintio.

De pronto Tavvy corrió hasta Clary.

— No me importa si tu novio me da un golpe en el trasero, te quiero regalar esto—dijo, moviendo sus piecitos con nervios y sonriendo con picardía. Le entregó una rosa roja.

Clary lo miró sorprendida.
- Niño atrevido -dijo Jace, pero sonreía.

Todos esos pequeños rostros desaparecieron mientras Cristina y Diego desaparecían en el portal.

Julian se dejó caer en el sillon.

— Bien, ahora me pueden explicar ¿Quién es el padre de Lucy?
— Su padre demonio es... Satán — dijo André.

Todos dejaron salir una risa débil de cansancio.

— Oh, vamos, no debe ser tan malo— dijo Izzy.
— No, no. Es Satán — replicó Magnus.

Todos abrieron enormemente los ojos.
— Oh, ángel mío— dijo Lucy desfallecendo.
— Vaya, debe ser fuerte enterarte que tu padre sea tan célebre— comentó Jace, haciéndole una caricia en el brazo.
- Y tú te quejas -dijo Simon, mirando a Clary.

Pero Emma entró corriendo de una manera muy cómica hasta donde estaba Jace.
— Espera, espera ¿Ese chico a quién le abrí la puerta es... Satán?

Magnus, asintió.

- Vaya, esto es incómodo - comentó Will-.

El padre de Lucy entró a la sala.
- Me hicieron esperar mucho tiempo, y no me gusta esperar.

Para Isabelle, ese sujeto no era más que un jovencito inexperto y apuesto. Su rostro era angelical y lleno de pureza,  caminaba cómo si volará, todo vaporoso. Sin embargo, la expresión antipática de Magnus la hizo helar.

- Supongo que no soy bienvenido aquí. Lo sé. Pero vengo para ayudar -dijo sonriendo seductoramente hacía Izzy.
- No creo poder pelear contra alguien así -murmuro Simon a Jace.

Magnus caminó hasta el demonio.
- Habrás sido alguna vez un ángel, pero ya no más. Los demonios solo ayudan a cambio de favores.

El demonio se giró y lo observó con una expresión divertida.
- Bueno, en realidad eso aplica a ustedes los mortales sin singularidad, o gracia, o algo bueno en realidad, pero hablamos de mi hija.

En esto, él se levantó y caminó hasta Lucy. Ella lo miró asustada y asombrada.

- ¿No te da interés conocer a tú padre?

Lucy negó, pero cómo no estaba convencida, su cabeza solo se ladeó un poco.
- ¡Lo sabía! Mi primogénita no podía ser indiferente. Vaya, claro que no buscaba algo tan formal cómo un hijo, pero allá abajo todos tenían uno, y después de todo eras una niña, eso le enfureceria.

Alec tosió, y todos se giraron a verlo.
Parecía bastante apenado.

- Lo siento, es decir, es que me cuesta mucho trabajo pensar en qué tengo un demonio mayor en el instituto, ¿Cómo fue que escapaste?

- No escapé. Todos allá abajo me respetan, y en cuanto supieron sobre la pelea entre mi hija y la primer mujer estaban ansiosos por saber si yo ayudaría a tener victoria.

Tessa caminó hasta él. Temblaba pero solo un poco.

- Hola cariño, yo conozco a tú padre, bastante peculiar - la saludo el demonio.
Tessa tomó aire.
- No sé cual sea tu naturaleza. He convivido con ángeles puros, pero no con un caído nunca. Pero debo decirte qué para estas personas es muy difícil. Están luchando en contra de todos sus ideales para proteger a uno de ellos, a su mundo. Sí lo hiciste con un propósito más que el de ser padre, entonces sabrás que el cielo no descansará hasta encontrar un castigó, y sé el tipo de castigo que te dieron.

La sala quedó en silencio. Will observaba a Tessa con mucha intensidad. Temía por ella.

- Lo sé - dijo al final Satán-. Entiendo. Pero en realidad mi interés si está en una descendencia. No podía soportar no ser un igual para los demonios. Para ellos seguía siendo un ángel, y para los ángeles... en fin. No. No quiero una guerra, es demasiado... Cansado.

- No le creó - dijo Emma. Julian la tomó por el hombro.
- No me interesa que tú me creas, niña. La que me importa que me crea es mi hija, y lo siento, pero soy su mejor opción. Ni uno de ustedes saben entrenar con una armadura de ese estilo.

Jace asintió, derrotado.

- Así que les brindaré mi ayuda, entrenaré a Mark Blackthorn y Lucy Herondale. A cambio, Lucy deberá pasar un año humano junto conmigo en el infierno. Solo uno, porque quiero que mis genes perduren.

André tosió fuertemente.

- Te vigilare muy cerca- dijo el demonio seductoramente a André.

- No te la puedes llevar al infierno - intervino Magnus-. Sabes lo horrible que es, inclusive con tu posición. Mi padre es un príncipe, y nunca había sufrido tanto como cuando viví con él.

- Eso es porque tu padre es un bárbaro. No me compares. Aparte, tienes tantos hermanos cómo años. Ella es mi primogénita, es completamente diferente.

Lucy lo observó, tenía tantas dudas.
- Bien, no perdamos más tiempo, hagan lo que tengan que hacer para que mi hija tenga un Parabatai. Niño de cabello blanco, más te vale ser un buen peleador.

CAZADORES DE SOMBRAS; la Heraldo Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora